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  Él le tendió el paquete.

- Un tipo dejó esto, alrededor de quince minutos antes que llegaras a casa.

Las manos de Anna temblaban con una combinación de incertidumbre, temor y excitación mientras tomaba la caja. Luego la puso sobre el tocador, quitó la rosa del lazo y la llevó a su nariz. Ella inhalo el dulce perfume, dejando que se filtrara a través de su ser.

Carlos la golpeó suavemente en su brazo.

- Ya, date prisa.

Con nerviosa anticipación, ella puso la rosa a un lado y tiró del lazo hasta que cayó lejos y luego levantó la tapa de la caja y la echó a un lado y quedó sin aliento. Sobre una cama de satín azul zafiro estaba otro cremoso sobre con su nombre estampado en dorado.

Ahora, más rápidamente ella rompió el sello y sacó el papel. Este simplemente decía:

"7:00 p.m".

Carlos le quitó el papel de los dedos y dejó salir otro profundo silbido. Pero Anna tenía una profunda exploración de los contenidos de la caja. Ella retiró el satín azul y descubrió que había un vestido sin tirantes, simple pero elegante aunque parecía como si apenas pudiera cubrir sus senos y era un poquito corto, incluso para sus estándares menudos. Cuidadosamente ella tendió el vestido sobre su cama junto a la descartada ropa de trabajo, luego volvió a la caja.

Dentro había un bolso de noche que combinaba con el vestido a la perfección, un adorable sostén negra, una braguita, un portaligas y unas finas medias hasta el muslo.

Con cada artículo que ella iba retirando, las mejillas de Anna se calentaban más y más.

- ¡Oh Dios mío! –dijo ella cuando sacó un elegante par de sandalias de tres pulgadas de alto. Todo parecía calzarle perfectamente, como si la persona la conociera íntimamente.

Carlos cogió la segunda nota que estaba sobre la primera.- El tipo tiene clase, hay que decirlo.

Anna volvió su mirada hacia él.

- ¿Se supone que tengo que vestirme con todo esto y estar lista a las siete para un tipo que ni siquiera conozco?

Carlos se encogió de hombros.

- Yo diría es obvio que te conoce muy bien.

- ¿Un acosador?

Carlos puso los ojos en blanco.

- No tus amigos Starling y Jason.

- Demonios, no. – Carlos se rió.- Ellos no han tenido la suficiente clase para enviarle a una mujer una caja de chocolates, mucho menos tomarse todas estas molestias.

La mente de Anna seguía volviendo a Sebastian Stan

- Él no pudo haber sido ¿o si? –se preguntó a si misma en voz alta.

- ¡Ding! – Carlos hizo que su voz sonara como el anfitrión de un programa de juegos.- Anna si estas hablando de tu mega-rico exjefe, eres la ganadora de esta noche.

- Guau. – Ella sacudió su cabeza lentamente.- Quiero decir no. Él no me ha dado ninguna razón, jamás, para creer que él haya hecho algo como esto.

- Él tiene muchas razones, pero no voy entrar en detalles ahora. – Carlos miró hacia el reloj sobre el escritorio.- Tienes menos de una hora para saltar a la ducha y estar lista a tiempo.

Anna agarró los zapatos mas apretado.

- No puedo simplemente saltar porque alguien me envía un par de notas y una caja de ropa.

Carlos volvió hasta la puerta y tomó la manilla.

- Tiempo para terminar de jugar sobre seguro y tomar riesgos, cariño.- dijo Carlos mientras cerraba la puerta detrás de él.

Ella sacó la lengua y miró hacia la puerta. Si, él y Lina se llevarían muy bien.  

Failed Sweet - AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora