Un Encuentro Afortunado en París

Parte 1

Y ahí en plena ciudad parisina estaba Valentina tomando un café a las afueras de una de las empresas más importantes de moda y perfumes de aquella ciudad, la ciudad del amor y los amantes nocturnos. Valentina era una mujer latina en busca de oportunidades y aventuras pasajeras, era un chica atractiva de nalgas voluptuosas, alta, de cabello negro largo, con una piel blanca y suave, de buen gusto para la ropa y los zapatos, y si, de fantasías perversas y atrevidas.

Aquella empresa en la que se encontraba tomando un café era un blanco perfecto para su adicción por la moda. En un instante de esos donde se queda profundamente interesada por aquella fachada empresarial cruza la mirada con quién sería su fantasía más atrevida, la más descarada y la más recurrente.

Se trataba de un hombre alto, de cuerpo atlético, atractivo, de mirada seductora, cabello corto y canoso quién debía estar al rededor de los 45 o 50 años, un hombre imponente y conservador, vestido de la alta costura de Balenciaga un traje sastre de corte clásico moderno, con un aire de raza española, aquel hombre debía ser al menos el gerente de aquella gran empresa. Entre distracción y distracción él tropieza con Valentina y ella derrama su café sobre aquel abrigo versace, ella extasiada con la mirada de aquel hombre y un gesto entristecido dice:
-Ay mi versace se ha arruinado.
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Continuará
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