XVII

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...La víctima de este aparotoso choque fue identificado como Joseph King, un profesor de la prestigiosa universidad Sierra Madre. Las autoridades desconocen si manejaba en estado de ebriedad. Ampliaremos más esta noticia en los próximos minutos...

Tanto los docentes como los estudiantes se enteraban de la terrible noticia. El profesor King con un futuro lleno de triunfos había sido encontrado muerto entre la carrocería de su auto. Sus amigos y sus compañeros de trabajo no creían la noticia. Lo único que podían hacer era esperar su cuerpo para darle santa sepultura.
El director Emmanuel Cross no estaba muy feliz por lo ocurrido más porque sabía que él estaba preparado para desenmascarar a Vera Hilkinson. Él tenía pruebas irrefutables de la participación de Vera en múltiples acciones ilícitas. No tuvo opción. Espero que la persona al otro lado contestara el teléfono.

—Matalas... Esta es la unica justicia que se merecen.

Colgó.

El director fue a su auto y emprendió el camino. No estaba seguro del sentimiento que lo llenaba en ese momento. Si era rabia, tristeza o impotencia.  La velocidad del auto no era segura. La gente en la calle seguía al auto con la mirada al pasar. Frenó de golpe en un semáforo en rojo.

—Deberías tranquilizarte Emmanuel—se decía a si mismo—. Tú sabías que esto ocurriría. ¿Qué te sucede ahora?

El semáforo cambió y decidió aparcar el auto. Volvió a su celular y marcó al contacto llamado: "Vera" esperó.

¿Aló?

—Hola Vera. ¿Podemos hablar?

Claro director. Siento mucho lo de King.

Voy de camino a tu casa.

—Te espero.

(***)

Colgó.

La profesora Vera prometió defender a las chicas de lo que fuese que iba a suceder. A estas alturas era casi imposible que consiguiera un puesto en la directiva de la universidad aún así, lo intentaría.
La persona que le había ayudado la primera vez, que le ayudo a librarse de las acusaciones de parte de Carla, era el fiscal Ronald Cea. Era un virtuoso en librar a la gente de sus problemas, no había persona que fuese culpada bajo su protección. Un trabajo como ese requería una gran cantidad de dinero que obviamente Vera tenía. Desde aquel suceso no cruzó palabra con Ronald. La reacción de él debía descubrirla. Llevó su celular a su oreja, en su mano sostenía su amado alcohol.

—Diga.

—¿Ronald Cea?

Él habla.

Soy Vera Hilkinson ¿Te acuerdas de mí?

Claro como no olvidarte.

Necesito tu ayuda. Debo cubrir a las chicas de nuevo.

Va a ser que no.

Vera se sentó.

—¿Estás bromeando?

Vino un chico a nombre de Emmanuel Cross y me dijo que no te ayudara.

Vera sonrió nerviosa.

—Deja de bromear. El dinero está por llegar a tu casa.

El viejo paga mejor que tú. Además, esta vez lo llevaste muy lejos. ¿Matar a un colega? No podrás librarte de esta. No sin mi.

¡Deja las putas bromas! ¿No puedes venderte de esa manera? ¡Somos amigos!

—No. No lo somos. Yo trabajo por el dinero nena. Y ni trates de hundirme porque no podrás. Tengo cosas que hacer. Adiós.

Vera lanzó el teléfono, llena de rabia. Sin Ronald estaba hundida, bueno... Estaban hundidas. No contaba con esa "traición" y ahora debía idear un nuevo plan. Pensó en varias posibilidades pero no encontró una confiable. Tomaba alcohol en grandes cantidades y hacía todos lo gestos y movimientos de una persona que no veía una salida al final del túnel.

Desesperada fue a su cuarto y sacó una caja con un pequeño candado de debajo de su cama. La abrió y ahí estaba un arma. El arma que perteneciera a su esposo. No creyó que llegaría a esos metodos. Sabía como usar un arma, su esposo la había capacitado bien. La cargó y espero a su visita.

(***)

Cris y Ari se unieron a la alianza en contra de Vera y las 4 asesinas. Ahora sin ninguna duda el grupo tenía fronteras. Nunca se imaginaron que el comité de la universidad llegara a esos límites de matar a sus profesores. Creyeron que podían detenerlo. Abby había prometido destrucción si tocaban a Joseph King. Otra noticia fue la gota que derramó el vaso.

—Chicas... Debo decir algo —dijo Diana —Dije que no sabía nada de este plan pero...

—Diana no vengas con eso —Abby respondió

—Lo conocía todo. La muerte de King y viendo a Cris y Ari aquí... No se soprendan si se enteran que Agus,Sofía y Annel esten muertas.

—No puede ser —dijo Cris— Ellas no contestan nada.

—Diana sabes como está la herida y le echas sal... —dijo Ari al ver el gesto de Abby.

—Bryan viene por ustedes, él las matará a todas ustedes y a mi también por traidora, estoy segura.

Hubo un silencio. Sus caras enmarcaban terror, tristeza y pánico. El solo hecho de pensar en que alguien vigilaba sus pasos y quería acabar con sus vidas era más que suficiente para sentirse así. Iris no se lo tomó muy bien y golpeó fuerte a Diana en la cara.

—¿Por qué putas no dijiste eso antes Diana?
¡Sabías todo! ¡Pudiste detenerlo! ¿Bryan? Agus muerta, Sofía... Annel. Y seguimos nosotros.

— Cálmate Iris. —Cris la tranquilizó.

—Vera le dijo que las eliminará a ustedes —se tocó la nariz—. Pegas duro Iris.

—¿Ocultas algo más? —preguntó Abby—. No podemos confiar en ella chicas.

—Haré algo por ustedes. La policía quiere verme porque fui la última persona que llamó a King. Diré todo. Iré a la cárcel y ellas también. Saldremos de esto.

—Ahora un asesino viene por nosotros —dijo Abby.

—Deben irse. Dejen la ciudad.

—Antes de irnos Cross debe hacer algo, iremos a su casa.

—¿Tienes pruebas en contra de Vera?

—No.

—Chicas, Ángel me ha puesto un mensaje dice que Cross se dirige a la casa de Vera —dijo Cris.

—Vamos para allá y me vale una mierda lo que pienses Diana. Hoy no irás a la policia.

Se alistaron y tomaron rumbo a la casa de Vera.



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