Pandemonium.

El motivo.

Fue ahí cuando le escuché.

— ¡Esperen! — me alegré al saber de quien era esa voz. Me giré para verle, esplendoroso, con las enormes alas de plumas negras —. ¡Exijo hablar con el comandante de la misión!

Los pasos de las escaleras, se convirtieron en un pelotón de 30 o 40 hombres, todos armados, estábamos rodeados.

— Yo soy quién dirige la operación. ¿Quién te crees que eres tú? — habló un tipo, apuntando con su arma directamente a la cabeza de Zeth.

— Me encargo de proteger al chico que están apunto de llenar de agujeros.

— Acaba de darle la espalda a Corea del Norte, al aliarse con los enemigos — dijo.

— ¡Mírenlo, no es nada mas un estúpido crío!. Como su supervisor he venido a proponer un nuevo trato justo.

Podía escuchar gracias a mis habilidades como vampiro, que el sujeto del helicóptero le pedía órdenes por un auricular.

— ¿Señor, orden para disparar?

Creo que fueron los segundos más lentos y largos de mi vida.

— Negativo. ¡Bajen sus armas! — ordenó.

Suspiré aliviado.

— Damon, hará un pacto de alianza con ambos países. Y en caso de conflicto entre ambos, no se verá involucrado. Es lo justo. Ustedes estaban preocupados porque no querían que el Sur tuviera mayor poder, así no lo tendrá contra ustedes, o viceversa, pero, tendrán su ayuda.

— Parece un trato justo. De todas formas tiene que decidirlo el presidente. ¡Bien, retírense por el momento!.

Lo aceptaron para nuestro bien. Pues seguramente ellos tampoco quieren iniciar una guerra, que culminará en muertes de inocentes, hambrunas y destrucción del patrimonio cultural.

Zeth me tomó en sus brazos, apartándome de Ariel, comenzaba a ver borroso por perder tanta sangre, solo mantuve la visual en aquellos brillantes y amarillos ojos demoniacos, y perdí el conocimiento.

*** ZETH POV ***

— Realmente lo siento, jamás pensé que ellos ...No quería hacerle daño a Damon, jamás — decía Jin.

Sus ojos decían mas que sus palabras, estaba enamorado de él.

— ¿Se repondrá pronto? — preguntó la Yong de fuego, Hae.

— Estará bien. Damon estaba con este chico cuando sucedió — les dije a todos los que se encontraban en el despacho de la directora —. Aún no borro su memoria.

— ¡Mucho gusto! ¡Soy Alen! — le dijo el rubio, estrechándole la mano, de la nada se quedo petrificado y luego soltó — No va a ser necesario que lo hagas.

— ¿Cómo dices? — pregunté.

— Ariel es uno de nosotros — sonrió.

Todos se quedaron en silencio.

— Explícate — le dijo el lobo.

— ¡Ariel tiene poderes como nosotros!.

El chico de piercings se sorprendió.

— Tiene la capacidad de crear distintas dimensiones —dijo Alen.

Todos le quedamos viendo con cara de no comprender nada de lo que decía; Como siempre.

— ¡Ay por dios! Miren, acérquense, les explicaré — tomó una pequeña vela de la mesa —. Imaginen que éste es Ariel — luego tomó un pequeño adorno com forma de un caballo color dorado —. Y este son ustedes, ambos están en un mismo lugar, pero...— sacó un libro desde la estantería —. Él crea una especie de manto que cambia el espacio— coloca el libro entre la vela y el caballo —. Provocando una ilusión, logrando que ambos no coincidan en el mismo espacio.