✔ 30 DAYS OF SPRIWNTRAP ✔ #FNAFHS

✔ Day 16 ✔

[N/A: Este día sería ubicado no muy después de que Town y Spring se mudasen juntos al ser pareja. Un año después de graduarse del instituto. El libro no sigue un orden específico de tiempo]

Las rutinas mañaneras en el pequeño pero confortable hogar que compartían ambos chicos, eran casi de manera usual las mismas

Empezaba de manera simple:

1. Despertarse a la hora exacta de las 6:00 AM era una costumbre que Towntrap tenía y con la cual Springtrap había aprendido a vivir

[…]

El sonido tan común, molesto y conocido del despertador, consiguió hacer despertar al rubio cenizo a muy duras penas. Como todos los días. Gruñó cansado mientras estirando su brazo y con su mano buscaba por toda su mesita de noche el aparato y como siempre, apagarlo

Cuando logró eso último, soltó un suspiro de alivio, la verdad que ya no soportaba ese maldito sonido de alarma. Lo aborrecía demasiado. Pero no pudo pensar mucho en eso al sentir como era que se removía Towntrap a su lado

Sí, así es. Dormían juntos hace ya un tiempo. No con malas intenciones, o bueno no por parte del menor. Su inocencia era tan dulce como para querer quebrarla

Igual, Springtrap prefería disfrutar de la dulce personalidad de su novio. No se puede quejar de nada

— ¡Aww! –Towntrap se estiró de brazos, bostezando y con, posteriormente, una pequeña sonrisa en sus labios. El ojigris rió un poco, se veía adorable– ¡buenos días, Spring!

— Buenos días –le contestó, para luego besarle con suavidad sobre sus labios. Siendo de inmediato correspondido. Al separarse, el pelinaranja se levantó de la cama

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2. Turnarse el cuarto de baño para tomar una ducha. Usualmente era Towntrap quien la tomaba primero

[…]

— Voy a tomar una ducha –informó, señalando el cuarto de baño, con una sonrisa

— ¿No quieres que nos la tomemos juntos? –preguntó Springtrap de manera coqueta. El menor sólo ladeó su cabeza

— Pero…¿no nos distraeríamos entre nosotros?. Es mejor separados, para mayor comodidad, ya te lo dicho muchas veces

El rubio suspiró resignado. Bien, ese era otro intento de seducción fallido. Pero si quiera lo intentaba. Oh si tan sólo supiera que Towntrap sí que entendía sus indirectas, sólo que prefería hacerse el tonto

— Bien, adelante, yo iré después –se tumbó sobre su colchón, viendo al ojinaranja asentir e ingresar al cuarto de baño

[…]

3. Cambiarse y arreglar sus cosas para asistir a la universidad

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— Mmmh… –el ojigris hacía una pequeña lista guardando todas sus útiles necesarios para la universidad, en su mochila. Al igual que en la de su pareja, este se encontraba ya en el piso de abajo– bueno, creo que eso es todo

Se colgó una mochila al hombro y la otra la sostenía contra su pecho

— ¡Town, ya estoy bajando! –avisó desde las escaleras, bajando escalón por escalón

Dejó las mochilas en el sofá de la sala y se encaminó a la cocina que tenía una pequeña mesa a un lado, dónde ya se encontraba el pelinaranja esperándole para comer, alegre, sentado en una banquita cualquiera

[…]

4. Tomar su desayuno, juntos. Un desayuno que siempre prepara Towntrap

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Era lo de todas las mañanas, un, seguramente, delicioso jugo energizante a los que había tomado gusto hace mucho. Unas tostadas, unas con mantequilla otras con mermelada. Y a un lado, cereales integrales, con leche

Perfecto, nunca necesitaba nada más. Con eso tenía más que suficiente

— Gracias, por hacer el desayuno, como siempre –le dio un pequeño beso en la cabeza a su novio(provocándole una risilla) antes de sentarse frente suyo

— Gracias a ti, por dejarme hacerte el desayuno todos los días –fue sincero. No podía estar más feliz de darle ese pequeño gusto a Springtrap. Desde que prácticamente se hicieron muy cercanos había imaginado el hacer esa misma rutina mañanero. Con él. Para siempre

Se dispusieron a comer, relajados pero de vez en cuando riendo. Pues no dejaban de hablar y en partes, decirse mutuamente cosas cursis. Así era su relación, tierna pero sin dejar su lado divertido

[…]

5. Salir de casa, camino a la universidad. Claro, dejando comida y agua para Bestia, quien a esa hora seguiría dormido

[…]

— ¡Listo!, ya le dejé a Bestia lo necesario hasta que volvamos –informó Towntrap

— Bien, ¿nos vamos? –el rubio cenizo extendió su mano hacia el de coleta baja, este asintió. Tomando gustoso la mano de su conviviente para al fin salir en dirección a su lugar de estudio

[…]

Esa era la rutina mañanera de Springtrap y Towntrap. No contaba con más de 5 pasos, era tan simple y común como ellos

Sin embargo, no hay día en el que les gustaría cambiar algo de ella

Y muchos menos que se acabe. Que nunca tenga un fin

Que la repitan todos los días. Siempre. Tal y como saben que debe ser