A promise to keep | KookV

La primera fase para entender porque Taehyung sería un padre inexperto

Este es una historia que escribí para un concurso de thelemonsociety que se basa en crear una trama a partir de una palabra a mi elección. Debo aclarar que la historia en sí no está totalmente terminada y no creo que todas mis ideas hayan caído en un os ya que carezco de tiempo 😓

Número de palabras: 4554.

Palabra de referencia: Familia.

°˖✧

El verano había pasado como si de una brisa se tratase. Odiaba la manera en que la realidad me abofeteaba esta madrugada, el constante sonido de la alarma en mi celular es tan irritarme  como escuchar a Jungkook practicar saxofón por primera vez. Incluso si no quisiera salir de mi cómoda estancia, acerqué la patalla de mi celular a mis ojos, desarrollé el pequeño rompecabezas que había decidido configurar para despertar diez de diez y volví a arroparme hasta el cuello cuando el sonido cesó.

Estaba tan inmerso en la calidez de mis sábanas cuando volví a despertar. Esta ocasión, por la radio, la cuál supuse que se encendió por obra de magia o algún defecto en ella. Podía escuchar perfectamente Little Suns salir del aparato y pronto sentí unos golpes en la puerta de mi habitación.

—¿Tae?—De la puerta salió un crujido y unas pisadas hicieron eco en la habitación.—¿Tae, estás despierto?

Me quejé como un niño pequeño y abrí uno de mis ojos para ver através de la tenue oscuridad. A penas salía una fracción de luz por mis cortinas así que el rostro de Jungkook estaba opaco, tenía los ojos tan negros como las plumas de un cuervo y su figura permanecía acunclillada a un lado de mi cama.

—Se te hace tarde, dormilón.—susurró acercándose a mi rostro, besó mi naríz y tomó el borde de mis mantas, jalandolas fuera de mi cuerpo. Todo de mí estaba expuesto, mis pantalones adidas, la polera gris descolorida que le robé al guardarropa de mi novio y mis pies descalzos. Me arrastré a la orilla de la cama, abrí mi boca soltando un bostezo a la par que me estiraba como un gato.

Jungkook palmeó mis mejillas con cuidado—Haré tu desayuno.—Cerré los ojos y asentí encontrando una posición cómoda para dormir unos minutos más—No tienes remedio, si no despiertas ambos llegaremos tarde al primer día. —Rió saliendo de mi habitación.

Presioné la sonrisa que se dibujó en mi cara contra el colchón de la cama en el momento que la puerta estuvo cerrada nuevamente.

Jungkook es mi novio hace dos años, nos conocimos debido a que su escuela estaba frente a la mía, los dos establecimientos eran grandes y  estaban separados por una gran plaza dónde los niños iban a jugar entre ellos. Los adolescentes como nosotros, en ésa época, sólo tomaban asiento en el césped y pasaban tiempo compartido con sus parejas o amigos.

La primera vez que hablamos fue porque un amigo nos presentó, solía decir que eramos tal para cual,  nuestros ideales coincidían en la descripción del contrario y así las cosas se dieron naturalmente.

Luego de unos meses, ya habíamos compartido nuestro primer beso, lo que después acarreó un cúmulo de sensación en nuestros estómagos, o quizás más abajo, y nos llevó a confesar atracción por el otro.

Jungkook es todo lo que siempre quise, tiene tantas cosas que lo hacen perfecto como el canto, la pintura y pequeños detalles que lo hacen imperfecto tal como el hecho de que olvida cepillar su cabello por la mañana y su terror a los movimientos sísmicos, está bien de ese modo de todas formas, cada cualidad lo hacen ver mucho más real y único.