Capítulo único.

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Jimin.

Estábamos en nuestro departamento alistándonos para ir a la sala de prácticas. La premiación de los MAMA estaba cerca por lo que debíamos practicar bastante la presentación que le daríamos a nuestras preciadas A.R.M.Y's.

Me dirigí a la puerta donde se encontraban todos nuestros zapatos amontonados y saqué el primer par que mi mano tomó. Consistía en unos botines negros, los cuales combinaban a la perfección con mi ropa.

-¡JEON JUNGKOOK! ¿¡DÓNDE ESTÁN MIS AUDÍFONOS!?

Se escuchó el grito de Yoongi a lo que sólo bufé una risa, como siempre, Yoongi le prestaba los audífonos a Jungkook y este olvidaba devolvérselos.

-¡YA SE LOS DOY, HYUNG!

Gritó el menor como respuesta.

Yoongi se encontraba en media sala caminando de un lado a otro buscando desesperado quién sabe qué, y Jungkook estaba en su habitación. Les resté importancia y empecé a colocarme los zapatos para después amarrar las agujetas.

-¡Aquí están sus audífonos, hyung!

Alcé la vista y me encontré con una ardiente imagen.

Jungkook había salido de su habitación con una pantaloneta y sin camisa, dejando al descubierto aquel trabajado abdomen, sus fuertes brazos marcados y sus muslos bien ejercitados.

Sin darme cuenta ya me encontraba relamiendo mis labios y pensando en las mil y una cosas que haría si tuviera ese cuerpo debajo mío, en mi cama.

Jungkook entregó el objeto en sus manos y volteó la vista a donde me encontraba yo, haciendo contacto visual conmigo por lo que parecieron los minutos más largos de toda mi vida. Después de eso, apartó su vista con un leve sonrojo que me pareció malditamente tierno.

-Muy bien chicos, muevan sus traseros.

Habló el líder saliendo de la cocina dirigiéndose a la puerta para buscar sus zapatos.

Terminé de amarrar los míos y me puse de pie para después salir y quedarme enfrente de la puerta para esperar a los demás chicos. Saqué mis audífonos y los conecté a mi celular para después poner a reproducir mi lista de música.

Uno a uno, los chicos fueron saliendo, terminando con el ardiente maknae que llevaba la misma pantaloneta que minutos antes y una camisa blanca que se hacía transparente a la luz, ¡Ah! Y claro, sus botas Timberland.

Entre risas, bromas y regaños salimos de edificio para después montarnos a la camioneta donde nos esperaba el manager. Yo me senté al lado de la ventana del último asiento, mientras los demás se acomodaron más adelante, excepto... Jungkook, este se sentó a mi lado.

Traté de restarle importancia a su presencia ya que me ponía muy nervioso su cercanía, pero todo se fue al mismísimo infierno cuando este se acercó más a mí y me quitó uno de mis audífonos para ver que estaba escuchando.

-¡Oh! ¡Es Youngblood! ¡Buena canción, hyung!

Dijo emocionado mientras dicha canción sonaba de fondo. Asentí despacio mientras le daba una sonrisa, la cual me correspondió de igual forma.

Joder, me encantan esos dientes de conejo. Son tan adorables.

Seguimos hablando de cosas sin mucha importancia disfrutando de la música que se reproducía de fondo. Siempre me pasaba lo mismo, al principio me sentía muy nervioso de su cercanía, pero esto se iba desvaneciendo conforme pasaba el tiempo.

Sin darnos cuenta, ya estábamos al frente del edificio de la agencia. Bajámos de la camioneta y casi de forma inmediata un grupo de A.R.M.Y's se acercaron a nosotros. Los guardias al ver la escena, se acercaron para ayudarnos a pasar entre ellas, mientras nosotros las saludábamos amablemente.

Nuestro pequeño secreto. (Jikook/One shot lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora