Chapter #1

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Era una noche agradable y tranquila en la mansión Sakamaki, sus habitantes se encontraban en sus que haceres nocturnos o simplemente vagaban por la zona, mientras la oscuridad rodeaba la mansión y la brillante luz de la luna gibada menguante iluminaba la gran casa y partes del tétrico jardín.

La señorita Yui se encontraba en su habitación preparando y acomodando su ropa y sus productos sobre su cama para darse un baño en su cuarto de aseo privado, esta se encontraba tranquila con una mirada un tanto cansada pero con buen animo a pesar de haber tenido un día pesado.

La ojirosa se detuvo a mirar detenidamente sus cosas acomodadas con sus manos sobre su cintura mientras murmuraba para si misma. -Creo que no me falta mas nada, tengo mi ropa, mi perfume, mis cremas... Eso es todo-

Repentinamente Yui comenzó a sentir una presencia extraña a su alrededor, se dio la vuelta y ahí se hallaba. Junto a la puerta de su habitación se encontraba Sakamaki Laito, el tercer hermano y el que le hacia la vida imposible a la rubia. Esta lo miraba con temor ya que no sabia lo que él pretendía hacer con ella, lo que menos deseaba era verlo o tenerlo cerca, pues ya estaba mentalizada para asearse y poder relajarse de una vez luego de un día agitado.

El de fedora se encontraba recargado sobre la puerta, tenia sus ojos puestos sobre la ojirosa mientras tenia sus brazos cruzados. -¿Planeas salir con alguien, zorrita? Nunca vi que sacaras tantas cosas para darte un simple baño-.

Yui se apego al camastro de su cama sin apartar su mirada atemorizada del contrario. -Laito-Kun, no saldré con nadie simplemente me voy a dar un baño para despejarme de todo.- la ojirosa sonrió con nerviosismo.

El ojiverde puso una de sus manos sobre su cintura y comenzó a acercarse a Yui lentamente. -En ese caso, ¿no te molestaría que me de un baño junto a ti? Es un poco triste darse un baño a solas, todo es mejor en compañía, ¿no crees?-

Yui en un intento de alejarse de el mayor, cayó sentada sobre su cama a un costado de las cosas que había acomodado anteriormente, aun mirando a Laito con temor suplicó internamente que no fuera a hacerle nada pues sabia que si le pedía que la dejase este haría caso omiso e igualmente haría lo suyo sin importar cuanto le suplique.

El de fedora notó el temor en la ojirosa, este sonrió lascivamente seguido de una pequeña risita. -Ay, zorrita, de verdad nunca cambiaras, ¿no es así?-. Lo dicho por el pelimarron confundió a Yui. -¿Eh? A que te refieres?- El mayor sonrió burlón ante la reacción de la rubia. -¿Qué a que me refiero? Veras, zorrita, es tan típico en ti suplicar internamente que te deje, pides a gritos por dentro que te dejemos tranquila, pero por otro lado ambos sabemos que te gusta sentir mis colmillos, ¿verdad?-

Yui negó rápidamente con su cabeza y ocultó su rostro con ambas manos. -¡No! No me gusta, no me gusta sentir dolor, ¡no me gusta nada! Tu presencia siempre se me hizo muy incomoda y un poco- antes de que siguiera hablando el de sombrero la interrumpió rápidamente.-¿Incomoda? No crees ni tu lo que estas diciendo, zorrita. Dices incomodarte, pero tan solo estar cerca mío te pones nerviosa ¿o me equivoco?- Este se abalanzó hacia ella arrinconándola contra la cama.

La ojirosa mantuvo su mirada sobre la del ojiverde sin exaltarse. -Laito-kun...- El mayor al ver su mirada sin vida frunció el ceño mostrando una mirada un tanto aburrida, seguida de un suspiro extenso. -Ahh esto se volvió aburrido de repente- Este se levantó de la cama acomodandose la ropa y estaba por dirigirse hacia la puerta, pero antes miro a la rubia que aun se estaba acomodando sobre la cama y le guiñó un ojo para seguidamente desaparecer.

Historias Cruzadas (Terminada/en Edición Ya Que Da Cringe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora