4. Lluvia

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Si yo fuera la fría y húmeda lluvia que une los eternamente separados cielo y tierra...tal vez, yo también podría unirme al corazón distante y marchitado de cierta persona.

Tite Kubo. Bleach


Jongin

Al principio todos le culpaban por ser la causa de la muerte de Kyungsoo, cuando se escampó la historia sobre de quién eran sus alas, Jongin no podía ir a ningún lugar en el cual los ángeles no lo miraran con mala cara. Él mismo fue incapaz de entenderlo. ¿Por qué lo culpaban? ¿Quién era Kyungsoo? ¿Por qué le había dado sus alas?

Los ángeles no podían de morir, eran seres celestiales con el don de la inmortalidad que habían sido creados con el único fin de cuidar de los humanos, protegerlos. Su inmortalidad descansaba en sus alas y si las cortabas, le estabas quitando todo lo que le hacía ser lo que era.

Por eso es por lo que Jongin no entendía los rumores que corrían sobre él. ¿Porqué tenía las alas de esa otra persona? Eso ni siquiera tenía pizca de lógica. No recordaba sus recuerdos con Kyungsoo y no entendía por qué iba a darle sus alas a él. Jongin sabía que antes de su renacer él era un humano normal y corriente, y sabía que los ángeles se les prohibía relacionarse con los humanos. Eran protectores, cuidadores invisibles. No podían permitir que los humanos supieran de su existencia.

Kyungsoo fue un ángel, de eso está totalmente seguro, ¿pero un ángel que le dio sus alas a un humano? Eso era realmente una violación gigante de las normas. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué Jongin humano se merecía unas alas como esas?

De todas esas preguntas que se iniciaban con un "porqué" nació la curiosidad hacia la sombra de un recuerdo llamado Kyungsoo.

*****

Capítulo cuatro

Los colores del cielo en los atardeceres fueron siempre los colores favoritos de Kyungsoo, una mezcla de tonos rosados, naranjas intensos y rojos suaves. Colores tan cálidos que podrían derretir el corazón más frío.

Jugueteó con sus dedos sin apartar la mirada del cielo, el viento soplaba débil, quizás tímido ante esos dos chicos que cerraron los ojos al sentir su roce.

Kyungsoo se había sorprendido cuando Jongin llegó a la tienda y en vez de recorrer los largos pasillos llenos de libros y historias se paró justo delante de Kyungsoo y con una sonrisa tímida y dos cafés en la mano le explicó que había encontrado un lugar muy bonito que tenía que compartir con alguien. Ante el entusiasmo del chico, Kyungsoo no pudo negarse y se dejó llevar cuando el otro agarró su mano y lo arrastró a quién sabe dónde.

Lo siguió hasta un bloque de pisos que estaba situado en los límites de la ciudad y antes de que pudiera preguntar, ya estaban subiendo los dos las eternas escaleras que los llevarían a la azotea.

Kyungsoo no le quedó duda de que todo el cansancio que hizo para llegar hasta allí había valido realmente la pena.

El café estaba frío cuando llegaron, pero eso a ninguno le importó. Se sonrieron sin decir nada antes de estirarse en el suelo, hechos polvo, con el corazón palpitando sin parar y las frentes sudorosas.

Era uno de los edificios más altos de la ciudad dónde vivía Kyungsoo y se encontraban justo en medio de esta. Si miraban hacia delante, el sol ya empezaba a esconderse entre las montañas lejanas y pequeñas pinceladas de nubes se fundían con el aire. Kyungsoo no supo describir lo hermoso que era toda la escena que se mostraba delante de él.

Angelus [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora