Brown Eyes | Próximamente

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Quizás eran sus ojos penetrantes y honestos, la dosis letal que hacía que mi cuerpo quedara paralizado por unos minutos sin mostrar reacción alguna,  o el movimiento de sus labios cuando me decía lo mucho que me necesitaba, o al contrario, cuando maldecía mi nombre por jugar con sus emociones. En mis ojos, siempre será la persona más bella que ha nacido en este mundo, no me importa lo que el resto diga; la descripción de sus rasgos faciales y su expresión corporal se reduce a una simple palabra “perfección”, palabra cuyo significado, la gente corriente y no creyente suele decir que no existe, pero yo fui testigo de esa increíble obra maestra al momento de besarnos por primera vez. A pesar de mis halagos, su autoestima le jugaba en contra, llevándolo a tener pensamientos bipolares, y a veces suicidas, preguntándose siempre ¿Valdré lo suficiente como para estar contigo?, ¿Por qué debo llevar esta vida?, ¿El sueño que tanto luche por hacer realidad, me ha jugado una mala pasada?, ¿Qué se sentirá poder ser libre completamente?

Y sé las preguntas en su orden original porque siempre se encargaba de preguntármelas después de decir que me amaba.

En ese entonces llevábamos una relación amorosa secreta; secreta para el mundo de él, y su entorno. “Nunca nadie puede saber esto, lo prometes?” esas eran sus últimas palabras siempre antes volver a su vida “normal”, y mi promesa la hice valer, porque pensaba que había que complacer siempre a una persona cuando te importaba.

Confiaba ciegamente en él. Mi vida consistía en ser devoto de su amor y no me arrepentía de nada. Sentía que todo era perfecto, nunca había sentido el verdadero amor de esa forma, desde una persona que me aceptara tal y cual soy, sin querer cambiar nada. Y de alguna forma, sabes que es verdadero amor; cuando despiertas en las mañanas y la primera persona en la piensas es en él, imaginando que con su voz rasposa te da los buenos días; cuando estás con tus amigas, y te gustaría que él estuviera riéndose contigo en ese momento cuando dices unas de tus bromas aburridas, o que te fuera a buscar al lugar en el que estudias o trabajas, para que todas tus enemigas y compañeras y compañeros, vieran que ya no eres la perdedora de siempre porque obtuviste el hombre perfecto el cual ellas todavía esperan, ¿Será que cuando uno se enamora pierde la cabeza? Hasta altura no me importaba. Él me conocía, sabía cada aspecto de mí, sabía cómo funcionaba mi mente, sabía lo que me hacía feliz y triste, sabía cómo abrazarme y mimarme, sabía cómo hacerme reír, sabía como satisfacerme, sabía cómo construir mi estabilidad emocional, pero también como destruirla.

Todo estaba bien, mi situación con él era estable, pero como mi sabia madre decía cada vez que me veía vomitar arcoíris por él, cada vez que le contaba de lo feliz que estaba “Todo lo bueno, tiene un final” debí prestarle atención, porque los buenos momentos terminaron y terminaron la noche de mi cumpleaños como una obra la cual su desenlace es inesperado, delante de mis amigos e invitados, el presentando a su novia embarazada, Elizabeth.

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Por mi parte, yo iba con un propósito, una misión: arruinar todo lo que había construido y logrado durante su corta carrera. Ya no me importaba ser parte de su mundo, menos de su círculo de amigos, compañeros de trabajo o familia, los cuales detestaba, por el cinismo, y la ambición de poder y dinero que tanto tenían; mi blanco era directamente él, si en un momento habían personas la cual osaran a interponerse en mi camino, automáticamente se adherían a la lista D.

Este plan fue forjado tras ese incidente el cual nunca podré olvidar, tampoco perdonar, mi orgullo es mucho más grande y ya estoy aquí listo para comenzar el show que he preparado durante este tiempo. La vida ya no me sonríe desde aquella vez, he sufrido el rechazo de muchas personas y decepciones por parte de otras, las cuales estoy acostumbrado a recibir pero no merezco ni una de ellas.

Sé que sueno como un psicópata despechado, al cual le rompieron el corazón y busca venganza, pero a estas alturas, ya que puedo perder. Cuando uno siente que en esta vida ya no hay nada más que hacer busca siempre la manera más rápida para hacer todo y hacer evitar un futuro daño. Fueron una serie de sucesos calculados el cual inicié, ante mis ojos vi una casa quemarse hasta las cenizas, un grupo de personas tirándose desde un puente con una soga en sus cuellos gritando el nombre de su asesino para ser escuchados por testigos, una mujer pidiendo ayuda desesperadamente por su vida en una calle donde el grupo vecinos era sordo, para después ser asesinada de la forma más brutal, una madre siendo juzgada culpable por solamente defendido a su hijo, para después ser la pareja de una prisionera en una de las cárceles más peligrosas de la ciudad y un niño con lágrimas de rabia e impotencia en sus ojos por no saber qué hacer en ese momento. Pero mis malas intenciones me jugaron en contra y las vueltas de la vida son drásticas, los villanos de películas a los cuales idolatraba e imitaba cuando era pequeño, en este momento no son nadie, mi actitud arrogante y demente pasó a segundo plano. Ahora estoy aquí de rodillas, llorando descontroladamente, con una pistola en mi cabeza rogándole a él, que no me mate.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2014 ⏰

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