DE FUTBOLISTA A PSICÓLOGO...SIN RUMBO AL FUTURO

De las canchas a las aulas hay solo un pasó

Al nacer siempre los padres se preguntan que será de mi hijo cuando sea grande. Algunos otros buscarán parecido algún familiar.
Años más tarde ví que mi familia se identifica con el fútbol. Sin duda eso es a lo que yo me quería dedicar y más aún cuando sabía lo que ganaban y que hacían para merecer ese sueldo, poco a poco se fue alimentando mi ilusión yo soñaba con ser un gran deportista, que ganaría todos los premios que existieran. Fue algo que me llenó de emoción y ese era para mi peoridad, todas las mañanas me levantaba y corría a la cancha de fútbol que se encontraba atrás de mi casa, mamá me veía y me decía hijo lo lograras. Esa frase es lo que yo llamaría motivación a temprana edad o tal vez era esa palabra la que quería escuchar para poder hacer realidad mi sueño. Conforme pasa los años el camino era cada vez más cerca de lograr. Cada que podía demostrar el talento lo hacía ya fuera en la calle o en una cancha de barrio. Ya estando en la edad escolarizada me era más fácil identificar si se podía o no. Cursaba el cuarto año de primaria cuando en la escuela fui elegido para formar parte del selectivo que representaría al escuela en unos olimpiadas organizadas por la presidencia municipal....