Ha pasado una semana...
Una maldita semana llena de tormentos, llena de tensión, de dolor, de sufrimiento escondido.
No le vi la cara a Sam en cuatro días, evite a todo costa topármelo en el trabajo, lo sé, suena extremadamente raro que con la persona que me casaré tenga días sin verlo, lo llamaba y enviaba mensajes, solo eso, porque sabía que si lo vería me desplomaría, ya estaba suficientemente mal conmigo misma.
Ethan se fue dos días después de lo que sucedió, me excuse diciéndole que estaba enferma, y suplico ir a verme al apartamento que no es mi apartamento que es de mi amiga.
Mi vida era un completo lio, se había convertido en desastre y mentiras, una tras otra.
Todavía me pregunto ¿Cómo lo pude hacer? ¿Cómo puedo vivir esta doble vida?
¿Cómo tengo la cara para hacerlo?
Mi castigo era el tormento de cada día, no estaba durmiendo bien, las ojeras se me empezaban a profundizar, lucia demacrada.
El trabajo lo estaba haciendo mal, había recibido cinco quejas de parte del señor Michael en la semana, estaba cansada. Solo quería desaparecer.
Trataba de irme temprano de la oficina, así evitaba ver a Sam.
Al llegar a mi apartamento, justo cuando quitaba mis tacones, el timbre sonó
Se trataba de Sam, lucia realmente preocupado.
Mi respiración se aceleró, como si cargara con un muerto encima y estaban a punto de descubrirlo.
Abrir o no abrir, actuaba tonto, lo sé, pero sentía que en mi frente tenia pegado un papel que decía: "te engañe"
El timbre vuelve a sonar y me toma por sorpresa haciendo que de un saltito de susto.
Abro la puerto y finjo una sonrisa en mi rostro.
—¡Hola amor!
Él pasa por mi lado algo brusco, sin un saludo o algo.
—¿Qué está pasando? He trato de ubicarte, trato de salir temprano para encontrarte en tu oficina y no estás ahí, vengo a tu apartamento y tampoco estas, estas poniendo excusas para todo. Dime, que pasa... por que no entiendo ¿hice algo mal? ¿Estas molesta? —él hablaba rápido, y no dejaba caminar de un lado a otro, manteniendo su mirada en mí.
—Sam... así no son las cosas, simplemente he estado ocupada.
—faltan tres semanas para la boda Brooke y tu... tú no has hecho nada, has faltado a las citas con mamá, tu vestido...
Sam se siente exasperado, pasa sus manos por el cabello peinándolo hacia atrás, y se tira en el sofá.
Me dolía verlo así, sentía que mis ojos picaban, que estaban a punto de derramar las lágrimas contenidas desde que comenzó a hablar.
—No pasa nada Sam, lo siento. —Me siento a su lado y tomo su mano—. Solo he estado ocupado.
Él me mira un rato. —¿has estado enferma?
Niego con la cabeza, sabía que se refería a mis ojeras o mi aspecto, sabia que no lucia nada bien.
Pasa su mano muy suave por mi mejilla y me da un suave beso en los labios.
No aguante, no lo soporte, mis lágrimas salieron con facilidad, él al sentir la humedad se apartó de mí y me miro extraño. Sus cejas fruncidas.
Lagrimas empezaron a salir más rápido, de repente no solo eran las lágrimas, era un llanto. Escondí mi rostro con mis manos, sabía que él no estaba entendiendo nada. Su mano acaricia mi espalda y eso no ayuda nada.
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Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)
RomansaBrooke Stone tiene una vida normal, Un novio maravilloso Sam Clayton, y un compromiso de boda que pronto se acerca. Pero su vida cambia cuando se cruza Ethan Dallas, lo que eran verdades comienzan a convertirse en mentiras día a día...