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¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

Estábamos frente a una vieja gasolinera, estaba pensando en cómo iba a hacer esto.

"Chico, esto es lo que va a pasar", comencé, volviéndome hacia Kieran. "Voy a ir allí y conseguirnos dinero, y vas a esperar aquí."
"Pero ..." Comenzó antes de interceder.
"No, toma esto" le dije y le tendí una de mis muchas pistolas. "Si alguien se acerca a ti, dispara"

Y con eso, me dirigí a la gasolinera, tirando mi máscara sobre mi cara.

"Está bien que todos arrójense al suelo!" Grité mientras las pocas personas en el edificio se quedaban sin aliento. Le disparé a una de las ventanas.
"¡Dije que al suelo!" Se tiraron al piso con prisa, miré a la gente de la tienda.

El empleado de la tienda, un adolescente simple en un uniforme sucio. Parecía ser de mi edad. Un hombre de traje, probablemente con prisa por llegar al trabajo. Una mujer embarazada, sosteniendo a su hija joven, sollozando en su pecho, y una pareja mayor.

"¡Que todos me den sus malditas carteras!" Dije y todos se apresuraron a hacer lo que yo pedía.

Vacié cada billetera y conté el dinero.

"¿128 dólares? ¿Qué son todos malditos pobres?" Apunté con el arma a la mujer embarazada y a su hija mientras soltaba un gemido.
"Vacía el registro o le dispararé justo en su tripa hinchada" le dije al joven trabajador. Vacilante se levantó y se dirigió al registro. "¡Date prisa!" Grité, puso el código en el registro con los dedos temblorosos y lo vació.

Le quite el dinero de sus manos temblorosas. Ahí es cuando escuché las sirenas.

"¿Quién llamó a los jodidos cerdos?" Rugí mientras me embolsaba todo el dinero y corría afuera. Estaba rodeado de policías. Tantos malditos policías. Saque mi arma, pero antes de que pudiera disparar a alguien, alguien me disparó. Aunque, esa persona, no era un policía.

Apreté fuertemente mi estómago mientras me quemaba la herida, levanté la vista, mi visión era borrosa ligeramente. Y al ver a la persona que me había disparado, mi mundo entero se detuvo mientras murmuraba su nombre.

-¿Kieran?

Y entonces todo era negro.

Te dije que no leyeras este libro.

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