The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

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Sabemos que el mundo está en constante movimiento, solo que muchas veces no somos conscientes.

A veces creemos que somos los únicos en el mundo, otras veces creemos que estamos solos y otras que hay tanta gente que no interesamos.

Admiramos, vemos qué camino queremos seguir, tenemos ejemplos y metas que alcanzar.

Siempre estamos en movimiento.

Siempre, todo el tiempo hay alguien, alguien que se rinde, alguien que está perdiendo la esperanza, alguien que está gastando lágrimas, sangre, aire, aliento...

Alguien que se da cuenta de que si ya perdió la esperanza, lo perdió todo. Preguntándose por qué la gente llora cuando se siente feliz o triste. Por qué la gente se emociona y le cae agua de los ojos... por qué "los ojos son la ventana del alma". Una persona que se pregunta por qué, por qué perdió la esperanza.

Sabiendo que es brutal. Dándose cuenta de que a la larga la diferencia no es demasiada, se sigue viviendo igual, solo que de un modo más realista. Positivamente negativo.

Al principio es duro. Llorar por algo que se fue, que quizá vuelva en una subida de ánimo y luego se vaya otra vez al volver a lo que es su propia normalidad.

Si la esperanza es lo ultimo que se pierde, se pudo dar por muerto, pensando que quizá la esperanza va de la mano con el alma.

Desperdiciando lágrimas, desperdiciando sangre, desperdiciando suspiros, ahogándolos en agua de la llave.

—¡Alex! ¿Ya acabaste de ducharte? ¿Te vas a poner el traje de baño en seguida? No sé si ponérmelo... no quiero ser el único raro. Alex...

—No, no me lo pondré. No me voy a meter al mar.

—¿Por qué?

Alex abrió la puerta.

—Me da flojera, odio quedar lleno de arena y la sensación que te deja después. Me voy a quedar cuidando las cosas.

—Ah... oye, ¿estás bien?

—Sí, sí. Voy a... voy a bajar.

—¿Me esperas?

—Vuelvo en seguida.

Alex salió de la habitación dejando a Patrick con las palabras en la boca.

—Creo que deberías hablar con tu amigo. —le dijo Frank.

—Lo sé. Lo he visto mal... quería esperar a que se calmara un poco, ahí es más... comunicativo. Pero... no sé. ¿Has visto algo?

—Ayer Gerard le pegó.

—Ah... sí me dijo que había sido un día de mierda. Es que... no sé. Son muchas cosas...

—Mh... ¿te quedan papas?

—Las migas... —Patrick buscó la bolsa y se la dio a Frank—. No puedo creer que ya pasado mañana nos vamos... —dijo para que no se cree un silencio incómodo.

—Mh...

—Mi mamá dijo que me tenía una sorpresa, yo ya quiero saber qué es... oye, ¿tú vas a ir con el traje de baño o no?

—Sí, pero antes íbamos a hacer otra actividad...

—¿Cuál?

—No sé. Creo que al museo al que no pudimos ir.

—Ah... qué flojera, me gustan los museos, pero prefiero ir a la playa porque tenemos el rato libre.

—Sí...