Soy de esas personas que creen que la música es la segunda forma más grande de expresar sentimientos —la primera es la pintura y los dibujos— diría que está en el puesto numero uno, pero mentiría. Cabe destacar que cada persona tiene puntos de vista diferente, pues tú no ves el mundo de la misma manera en como lo vio Adolf Hitler, tú no ves el mundo como lo veía Mahatma Gandhi, y actualmente no creo que pienses como Martin Luther King. Cada uno de nosotros tenemos ideas y sueños diferentes. Entonces, como iba diciendo, no digo que la música esté en primer lugar porque siento que una pintura tiene una forma de expresión artística más colosal, y en la mayoría de estas obras se expresan de forma implícita, pero bueno, para mí eso lo hace más fantástico. Sin embargo, ahora quiero hablarles de la música, porque realmente si tuviera un lienzo de frente lo atravesaría de un golpe. Pero la música triste convierte mi ira en llanto. Me vuelvo más débil, pero ahí estaba yo, en mi cama mirando al techo en pijama... padeciendo en cama a las veintiún horas con diecinueve minutos.
Estaba esperando algo, pero no sé exactamente qué demonios estaba esperando, sólo tenía mis ojos bien abiertos pensando en toda mi vida... Quería levantarme a leer un libro, pero sólo lograba girar la cabeza para ver la estantería y pensé que necesitaba un libro nuevo, realmente quería despejar la mente.
"Vamos Paule, debes ser fuerte 'pensaba' Nadie a muerto de desamor ni de problemas escolares... Bueno, estoy mintiendo. En las noticias del canal diez a veces pasa casos así, bueno, casos de suicidios como: Se mató porque su novia lo dejo. O, Se mató porque perdió el año escolar 'puse mis manos en cima de mis ojos' Oh Dios, me quiero volar los sesos"
mi celular sonó. Era un mensaje de texto de Phil.
—Paule, no te duermas aún. Hay algo que debes ver inmediatamente. ¡Responde malparido!
—Ya tengo puesta mi pijama, dime qué diablos quieres —Escribí— Espero que sea realmente importante cara de nalga.
Phil me envió una foto y al abrirla apareció la posible madre muerta de Randall y junto a ella aparecía Xavier Hawk. Al cabo de unos segundo había una segunda foto en la que aparecía la misma mujer y a su lado dos niños (un niño y una niña) de la edad entre cinco o ocho años, no lo sé, en fotos no se aprecian del todo bien. En las dos fotos parecían ser del cumpleaños de la señora.
—¿Qué es lo que debo ver exactamente?
—Verás, esas fotos fueron subidas hoy. La madre del infeliz de Randall no está muerta
Siento decir esto, pero realmente estoy cansado de este tema.
—Mira, me importa una mierda lo que haga o no haga Randall. Es un maldito mentiroso al igual que muchas personas en el mundo... Odio las mentiras.
Y en especial las odio por Mr. James Thómas. Es el mentiroso más grande que conozco en este misero mundo cabal.
—Está bien, perdón si te estoy molestando —Escribió— Si te molesta eso te molestará más saber que mentira me dijo con respecto a esas fotos.
No respondí el mensaje, pero tal parece que no entendió mi indirecta.
—Dijo que era la madrastra. Está realmente mal de la cabeza ese tipo.
—Oye, está bien. Deja que haga lo que le de la maldita gana. Más rápido cae un mentiroso que un ladrón.
—¡Pero también es un ladrón!
sonreí un poco, pero me volví a adaptar al ambiente siniestro de mis canciones tristes.
—Entonces pronto caerá por eso también —contesté y dejé el celular a un lado y me acomodé en mi cama.
Comencé a retorcerme en mi cama, pero era porque tenía mucho frío. Una de las ventanas de mi habitación estaba abierta y el aire frío —como culo de pingüino— me congelaba hasta el alma. Tuve que levantarme a cerrarla, aunque no quería ponerme de pie, pero saque fuerzas de alguna parte de mi interior. Me pregunté por un momento si existía la posibilidad de que yo muriera por el aire frío que entraba en mi habitación, así no habría sospecha de que fue un suicidio, pero descarté la idea, pues lo único que podría matarme por dejar la ventana abierta era que un antisocial se las arreglara para entrar por ella y pusiera el cañón de su pistola en mi cabeza. Eso si es que su arma tiene silenciador, sino tendría que apuñalarme en el corazón.
Apuñalar el corazón... Que te apuñalen el corazón físicamente es mortal, seguramente, pero que te apuñalen el corazón sentimentalmente es una tortura. Ni siquiera mueres, sólo muere una parte de ti, esa parte que te permite confiar y creer en alguien. Entonces las personas más débiles no soportan la tortura y se arrancan la vida.
El celular volvió a sonar, pero hice caso omiso y me senté en el borde de la ventana contemplando el paisaje oscuro de a lo lejos, y la luna es tan hermosa. Volvió a sonar el maldito celular tres veces más, y cuando eso pasa hay dos razones: La primera y la que comúnmente es que Phil tiene algo muy importante que decirme, y la segunda razón es que sean diferentes personas a las que se les ocurrió la magnifica idea de joderme al mismo tiempo.
Era Rebecca Carter.
—Hola. Por favor contéstame. Paule lo siento mucho, no soporto estar así contigo. Yo te quiero realmente, te lo juro, Donald sólo es un amigo mío... Me alejaré de él si es lo que quieres, pero por favor no me dejes nunca...
—Yo no te dejaría nunca, pero tus acciones dejan mucho que pensar. Aparte las personas comienzan a decir cosas de las que no me siento muy orgulloso de haberlas escuchado, es por eso que estoy molesto contigo —apagué la pantalla del celular y lo empuñé con firmeza.
Esa mañana, despues de que la Psicologa Grace me enviara a mi salón de clases tuve que pasar por el salón de clases de Donald e indirectamente gritaban miren, ¡ahí va el saco de cachos! Y sentia que mi rostro ardía de furia y verguenza. Luego cuando entré al curso Darla Wood, Jane Lee y Maryse Stone estaban sentadas alado de mi asiento. Estabamos en la hora de Historia.
—¿Qué tal Paule? —Maryse se acercó más a mi. Miraba con el rabillo del ojo a Mrs. Janett.
Suspiré.
—Bueno, es lunes, tuve un problema y tal vez me afecte mucho, me voy a quedar en matematicas y... ¡Ah!, Mi casi novia está con mi Némesis —La miré a los ojos— ¿cómo crees que me va?
Darla y Jane dejaron de mirarme y empezaron a escribir apuntes de la clase y me disponía a hacer lo mismo hasta que Maryse puso la mano complea en mi cuaderno en señal de que me detuviera un momento.
—Esa Rebecca Carter es una zorra, ¿verdad?
—Ella tambien te odia. Tranquila.
Por un momento me pareció ver que a Maryse se le cortó el aliento y quizo fruncir el ceño, pero se detuvo. De seguro odia las arrugas.
—Te daré un consejo —Por fin sacó su cuaderno y empezó a escribir y hablar— No estés con ella. No es buena.
Tenía una rara sensación. Se suponía que tenía prohibido hablar con Maryse y tal vez Rebecca temía a esta conversación, pero ahora eso importaba poco. Como si Rebecca me hubiera pasado un papel de baño —Sí, me refiero a que me pasé todas su lista negra por el culo— Continué escuchando la razón de ese consejo, o más bien advertencia disfrazada.
—Ella tiene celos de mí por ser más linda. De hecho fuimos buenas amigas pero empezó a quitarme a mis chicos simplemente para verme encabronada —Maryse sacó marcadores— Puedes pregunarle a Erick algo de ella y te contestará que intentó seducirlo, pero Erick es más inteligente.
—No me importa.
Esta vez Maryse sí frunció el ceño, pero era de una cara compasiva.
—Darla fue amiga de ella hasta inicios de clase —se giró y llamó a Darla— Cuentale la verdad de Rebecca a Paule.
Darla me miró y con la mano hizo una señal de que esperara un momento. Estaban esperando a que Mrs. Janett se desconcentrara, o se metiera tanto en el asunto de la conquista de los Españoles.
—Cuentas conmigo para cualquier cosa, Paule. Sólo dime y te ayudaré —Dijo Maryse antes de irse.
Finalmente se cambiaron de asiento.
—¿Qué quieres saber?
—Decepcioname —Contesté.
—Rebecca esta un poco chiflada, no ha amado realmente a alguien... Escoje a alguien un momento y luego bye, bye. ¿Sabes qué pasa despues de que un hombre usa el condón?
—Sí. Bueno, no. No sé, tengo diferentes posibilidades.
—Bueno, lo mismo que hace Rebecca: Los usa, se le acaba la magia, los desecha y coge uno nuevo. Tranquilo, ella no tiene pene.
Quise sonreír, pero no pude, simplemente frotré mi rostro con las manos y me despeiné más de lo habitual. Darla notó que mi mirada estaba triste y en el cuaderno no había escrito más que el titulo y en mi mano sostenía firmemente el boligrafo mirando una vez más el horizonte inexistente.
—Escucha Paule —Darla miró hacia al frente— Si te sirve de consuelo... Rebecca actúa muy diferente esta vez, quiero decir, parece que esta vez está enamorada de ti realmente —Empezó a escribir y no volvió a soltar otra palabra.
¿Y si ella realmente me quiere? Posiblemente estoy malinterpretando las cosas. Ella tiene tanto tiempo aquí como el desgraciado de Francis Donald, está claro que ellos debieron haberse conocido antes de que yo pusiera un pie en este instituto, y era por esa razón por la cual debía abandonar ese rencór y sobre todo esos celos.
—Rebecca... yo no quiero perderte. Realmente te he llegado a apreciar y a querer demasiado, de hecho, siento que sin ti mi vida no tendría sentido.
—Paule... Yo te quiero como nunca quise a alguien y te prometo que mañana no hablaré con Donald.
Y realmente deseaba que mañana por la mañana las cosas me sonrieran.
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Singular Delirio 2: Las Mentiras Más Bellas.
Teen FictionLa vida de Paule no está mejorando del todo, pero intenta salir adelante haciendo caso omiso a sus problemas. Las mentiras y las decepciones serán el plato fuerte esta vez, y la enigmática Rebecca Carter intenta que Paule esté bien a toda costa junt...