Caí al suelo ensuciandome todo el calentador y mi mochila se safó de mis hombros. Me levanté dejando la mochila tirada ahí y limpiandome un poco la ropa y me subí las mangas de mi abrigo hasta más allá del codo.
—¿Así decías ser mi amigo? —empujé a Phil.
—¡Yo era tu amigo maldito malparido! —cerró el puño.
—Vengo llegando tranquilamente a mi casa y vienes a tumbarme por la espalda ¡Qué gran compañero eres hijo de la gran puta! —me acerco más a Phil para tenerlo frente a frente.
—Escuchame bien, ya me tienes hasta los cojones ¿Ahora te crees malo o algo así? —hablaba moviendo los brazos— Te ves ridículo aparentando ser algo que realmente no eres.
—Tú te ves más ridículo creyéndote la gran pendejada. ¿Sabe algo, mijo? Usted no es más que una gran mierda.
Phil intentó golpear mi rostro pero pude detener el golpe y lo tumbé hacia atrás.
—Primero andas con Randall y con esa pandilla de drogadictos, luego te vas con Rebecca y finalmente tu madre está que me jode preguntándome dónde carajos te has metido. Creo que piensan que te secuestraron, y que yo sé la verdad —Phil se acercaba a mí— Ahora dime si no tengo suficientes motivos como para querer romperte el rostro.
La mirada de Phil y la mía estaban fijas. Posiblemente el que acierte el primer golpe en el rostro ganará, pero en el fondo no quiero golpear a Phil, pero creo que ahora mismo él no piensa como yo y realmente quiere golpearme.
Phil se acerca hacia mi con paso decidido y se detiene al estar a sólo unos centímetros de mi Cara a cara.
—Por tu actitud no te das cuenta de lo que estás perdiendo.
Lo miró fijamente sin decir nada y en un movimiento que no vi venir Phil me acierta un buen golpe en la boca del estómago y no hago más que inclinarme un poco y tratar de volver a respirar.
—Vamos Paule, date cuenta que ese no eres tú —Phil agarra mi mochila— Tú no eres malo, porque si realmente lo fueras me hubieras golpeado primero.
—Cr-creo que quiero vomitar —siento una extraña sensación que recorre de mi estómago hasta mi garganta. Se me sale una tos.
—Ven.
Phil me ayuda a recuperar mi postura y me lleva caminando hasta la puerta de su casa para que me siente contra la pared. Phil también se sienta y me devuelve la mochila.
—No quería golpearte, pero te lo merecias. Parece que eres el único tonto que aún no se da cuenta de que se está destruyendo a si mismo.
—¿Qué quieres decir? —garraspeo.
—Bueno, Maryse y sus amigas ya no confían en ti. Penny ya te olvidó y tu queridísima Catherine parece que te odia a morir —sacó su celular— Casi no tienes amigos a excepción de Randall, que por cierto, se está metiendo muchos con esos drogadictos, y uff, ellos son muy mala influencia.
—Ya dime cual es el punto.
—Qué Rebecca no es la única persona en este mundo en la que deberías pensar, pues sin ella realmente perderás mucho.
—¡Estupideces! —Intento ponerme de pie pero aún siento la extraña sensación en mi estómago y en mi garaganta, siento las ganas de vomitar.
Caminé hasta mi casa soportando el dolor de mi estómago, lo bueno es que oculté muy bien el dolor porque Elizabeth no me preguntó si me pasaba algo, sólo me dijo que para la próxima aunque sea la llame al teléfono. Rebecca me engañó, pero si no fuera por esa mentira nunca la hubiera aceptado de nuevo.
No me había percatado de que Phil me venía acompañando hasta que Elizabeth lo saludó, pero no dije nada sobre el golpe y fui a mi habitación, pero para mi grata sorpresa Rubén estaba ahí haciendo tareas en mi escritorio.
—¿Estás cómodo? —dejé mi mochila en la cama.
—Sí, gracias por preguntar —Rubén se giró— por cierto, ¿Conoces a una tal Allison Morgan?
—La verdad no. ¿Por qué? —Miré a Phil, pero parece que él no sabía nada de eso.
—Nos ha mandado solicitud al Facebook; A mi madre, a mi padre y a James. Es raro, la última chica que hizo eso fue Rebecca.
—Sí, pero si piensas que ya he terminado con Rebecca debo informarte que no. Ahora me harías el gran favor de abandonar mi habitación —hice un ademán.
—No.
—¡No fue una pregunta, fue una orden!
—Está bien, está bien. Me voy —agarró su cuaderno.
Rubén salió de mi habitación con el ceño fruncido y haciéndome una ceña obscena. No es novedad porque hasta cuando llegó del colegio se acerca a mi para enseñarme su dedo medio en forma de saludo, mientras que a Elizabeth le da un beso y a James le sonríe.
Por lo general ellos dos siempre están en mi contra, pero Rubén a veces está de mi lado y otra veces está del lado de James, es como Loki, el de la mitología Nórdica, un día puede ser el malo y al otro día es bueno, pero es más malo que bueno.
—Es Randall —caminé hacia mi escritorio.
—¿Qué?
—Allison Morgan.
Conecté mi lapto y la encendí. Phil se había puesto cómodo en mi cama mientras leía los títulos de los libros que tenía alado de mi cama.
—Te acuerdas cuando Randall dijo... —a mi celular llegó un mensaje de Randall— Ay, no puede ser.
—¿Qué? Oye, Realmente no estoy entendiendo —Phil se sentó en el borde de mi cama— ¿Cómo es eso de que Randall es Allison Morgan, y qué es lo que no puede ser?
Esperé hasta que cargue bien el sistema operativo.
—Randall había dicho que le quería hacer una broma a Rodrigo Icaza, bueno, la ejecutó haciéndose pasar por una tal Allison Morgan —abrí el navegador— El plan principal era enamorarlo e ir citando al pobre Rodrigo en diferentes lugares públicos, cómo un cine por ejemplo.
—Okay, suena bien.
Me puse de pie y me agarró un pequeño dolor en el estómago. Cerré la puerta y encendí la televisión y sintonice un canal dónde pasaban los hits musicales del momento. Subí un poco más del cincuenta por ciento del volumen, y me senté.
—Bien, perstame toda tu atención —empecé a escribir el correo del Facebook de Allison Morgan— Lo que te diré ahora y lo que te enseñaré ahora se debe quedar en esta habitación —escribí la contraseña.
—Demonios, hablas como si te hubieras infiltrado a la base de datos del Gobierno.
El Facebook de Allison Morgan se abrió mostarando al rededor de diez solicitudes de amistad, cuatro mensajes, y un millón de notificaciones.
—Nuestro amigo Rodrigo es más estúpido de lo que pensábamos... —Abrí el chat con Rodrigo Icaza.
—Ay, no puede ser. ¿Es lo que creo que es?
—Oh, sí... Realmente ni yo me lo creo...
—Pero... ¿no está como... muy grande para ese cuerpo esquelético?
Rodrigo Icaza nunca ha demostrado ser una persona demasiado inteligente, sólo se la pasa durmiendo en clases y cuando le hacen una pregunta en clases, él responde con otra pregunta, y al final suelta una risita fastidiosa, claramente finjida. Pero esta vez se pasó de estúpido, y tan sólo bastó al rededor de cinco o seis horas para que Rodrigo Icaza se enamorara tanto de Allison Morgan para que decidiera mandar fotos de su miembro y en otras fotos salía completamente desnudo enseñando el rostro.
¡Qué asqueroso!
Cerré el chat.
—Esta broma supera por mucho al de la mayonesa —Phil sacó su celular.
—¿Qué haces?
—Le marco a Randall —se llevó el celular al oído. Bajé el volumen de la música— Randall... Calmate, ya arreglé las cosas con Paule... Larga historia, pero vamos al grano, están muy buena las fotos... Sí... ajam... ¡Noo...! Joder, es la idea más espectacular y malévola que haya oído... Sí, yo le digo —colgó la llamada.
—¿Qué dijo?
—Vamos a esparcir esas fotos por todo Hylening.
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Singular Delirio 2: Las Mentiras Más Bellas.
Teen FictionLa vida de Paule no está mejorando del todo, pero intenta salir adelante haciendo caso omiso a sus problemas. Las mentiras y las decepciones serán el plato fuerte esta vez, y la enigmática Rebecca Carter intenta que Paule esté bien a toda costa junt...