28. Quisiera no pensar.

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El autobus nos dejó y llegué tarde, empezó a llover, me quedé en matemáticas, mañana hay pasantías en el hospital... ¿de qué otra tregedia me estoy olvidado?, ah, sí, Rebecca. Realmente quería pensar que el que está equivocado era yo, pero no, yo he tenido razón desde el comienzo. Ella me fue infiel, y con la persona que más odiaba, Donald. Habiendo tantos desgraciados mejores que yo, tuvo que escoger al más asqueroso, al tipo más mierdero y con rostro de un hombre recien salido de la prisión. Realmente no le encuentro el sentido a esto, fue tan repentino, tan poco verosímil. Claro, estoy conciente de que se decían cosas oscuras y perversas sobre ella, pero ella me había dado la orden (como si fuese un perro) de que nunca crea nada de lo que se dice de ella, porque son personas envidiosas. Así fue como perdí la confianza de Maryse y sus amigas, por idiota.
    Entonces cuando todo está mal, Hector, el exnovio de Rebecca, decide aparecer para meter sus sucias palabras en la herida.
    —Rebecca y yo follamos mil veces en los baños que quedan cerca del malecón.
    El mito de que a las mujeres les crecen las caderas y las nalgas después de tener sexo es completamente falso hasta donde tengo entendido, pero Hector afirma y reafirma que fue él quien hizo la maravilla de hacer a Rebecca la mujer que es hoy en día, con esas caderas sexys, y esas nalgas exagerdamente grandes y redonditas. Rebecca solía ser muy delgada y sin ningun indicio de que le crecerían algun día, pero vaya, que quivocados estaban todos. ¡Qué más da!, aunque tenga ese cuerpo deseable no era más que una maldita prostituta.
    Ok, voy a relajarme y empezaré a expresarme de nuevo.
    Tal vez estoy ofendiendo a muchas personas, pero deberían entender la cólera por la que estoy pasando, ni siquiera sé lo que debería hacer en casos así, es algo que no se lo deseo a nadie. El sentimiento es como estar atado a una silla que esta en lo más profundo de una piscina y que esta se va llenando poco a poco.
    Sólo quiero una razón, tan sólo una que me explique exactamente por qué hace lo que hace. Me bastaría con eso para tener al menos paz interior y dejar ir a Rebecca Carter.
    "Deberías venir lo antes posible 'Jasper tenía tan seca la garganta' Es Rebecca"
    Realmente hubiera preferido que aquella desesperación de Jasper fuera porque habían encontrado el cuerpo de Rebecca Carter enterrado a un par de cuadras de su casa, pero no, tan sólo fue un placentero sueño que desearía que se fuese realidad.
    Y entonces, como un espectáculo, toda la pandilla miraba en dirección a los baños superiores.
    ¿Desean palomitas?, porque esto se va a poner muy bueno.
    "Rebecca y Donald acaban de entrar al mismo baños 'Luis no apartó la vista' Y eso siempre es señal de que van a follar, es como una regla general"
    "Ustedes me están jodiendo, ¿verdad? 'Metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón' Es demasiado arriesgado hacer eso aquí"
    "La verdad no 'Randall se puso a mi lado' Es muy fácil engañar a la seguridad. Años atrás un profesor se cogió a una alumna, y la noticia fue una bomba porque a alguien se le escapó. El profesor y la alumna fueron expulsados"
    Deseaba que fuera una broma de Randall, como cuando me hace caer de mi asiento, o cuando llama a mi casa fingiendo ser el profesor de Arte, o cualquiera de esas bromas, pero no, todos estaban tan serios y yo tenía que ver eso, así que decí subir.
    "¿A dónde va joven? 'Un profesor bloqueaba las escaleras, pero como dijo Randall, es muy fácil engañar a la seguridad.
    "Iré a la biblioteca 'Listo.
    Caminé por los pasillos superiores y me quedé cerca de la biblioteca, y desde ahí se podía apreciar perfectamente quién entraba y salía del baño.
    Pensé en ser más valiente y entrar a los baños, pero tal vez escucharía lo gemidos de Rebecca en alguno de los sanitarios.
    Por favor Rebecca, no me hagas esto... eres lo único que hace que en mis días oscuros todo brille. No te vayas, quédate conmigo, no destruyas todo lo bello que hemos construido. Si estás ahí adentro sólo te pido que me des una razonable explicación, sin mentiras, sin más de tus bellas mentiras.
    Justo después de tres minutos me disponía a regresar, pero entonces lo vi, Rebecca y Donald saliendo del baño de las mujeres, agarrados de la mano. Donald, con una sonrisa de oreja a oreja.
    "No, por favor no 'entré a la biblioteca.
    Adiós Paule: Fuiste un buen condón, pero ya perdiste tu magia así que te desecho junto con los otros.
    —Tal vez estás mejor Sólo —Phil me daba unas palmaditas.
    —Vamos viejo —Héctor estaba sentado en la misma mesa que nosotros. Vino porque ya se había enterado de todo— Se feliz al menos porque tuviste a esa mujer y le pudiste agarrar esas...
    Miré a Héctor.
    —No me digas qué... —Empezó a reír como loco— ¡Oh, tú sí estás bien tonto!, ¿Por qué no la tocaste?
    —Eso es una falta de respeto —Contesté mirando hacia la nada.
    —¿Falta de respeto?, que una mujer me muerda el pene es una verdadera falta de respeto —Terminó  de beber su jugo— Te diré algo. Rebecca siempre ha sido sádica, pervertida, etc. Se aburrió de ti por eso, en cambio Donald le dio lo que tú no te atreviste a darle. Sí, te hablo del sexo.
    Tenía razón. Cuantas veces Rebecca no me insinuó tener relaciones sexuales con ella, desde ir a su casa cuando estaba a solas, hasta permitirme que la toque.
    —Bueno, me tengo que ir —Héctor levantó— Si quieres vengarte avísame, algo se me ocurrirá.
    Se fue.
    Randall llegó con unos capuchinos. Uno para mi y otro para él. Phil no consume cafeína, así tenga poca.
    —Discúlpame si lo que te voy a decir te va a enojar, pero admitamos que Rebecca es bien puta —Randall bebió de su capuchino— y hacer eso en tus narices es pasarse de la raya.
    —Ella no sabe que estoy aquí —Sostuve el capuchino en mis manos para sentirme caliente. Hacía frío— Ha de haber pensando que no vine a clases porque no agarré el autobús escolar.
    —Esa mujer es estúpida.

Singular Delirio 2: Las Mentiras Más Bellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora