—Ahora sí Paule, confiesa —Fausto me susurró al oído.
Fausto estaba parado a mi lado derecho mientras que la Dr. Nancy intentaba sacarle toda la verdad a Randall y a Phil.
Pasó lo que tenía que pasar. La maldad tiene su momento de gloria, pero al final nunca gana, y es lo que pasó. Las fotos y hasta un vídeo de Rodrigo se habían propagado por todo el instituto, y no había una sola persona que no lo supiera. Podías caminar por los pasillos del instituto y oír hablar a las personas sobre un joven masturbándose frente a la webcam, pero no sabía quiénes fueron los desgraciados que habían propagado esas fotos como epidemia en tan sólo un par de semanas, pero eso acaba hoy. Hoy se sabrá la verdad.
—Rodrigo se metió a mi facebook y le dijo cosas desagradables a mi novia. Ella no estudia en este instituto, por si acaso —Randall tenía inquieta la pierna. Muy mala señal. Señal de nerviosismo.
—¿Y por qué estabas metido en redes sociales en la hora de informática? —La Dr. Nancy estaba furiosa— ¿Es qué no sabes que eso está prohibido?
—Yo... Está bien, lo siento, sé que lo que hice está mal —Randall miró al suelo.
—¿Quiénes tenían acceso a esa cuenta?
Todos teníamos la mirada fija en Randall. La Dr. Nancy, Fausto, la psicóloga Grace, Mrs. Alexandra, Phil y yo. Eso lo puso mucho más nervioso que antes.
—Sólo nosotros. Sólo nosotros sabíamos de la existencia de esa cuenta, pero solo yo la abrí —Randall estaba echándose toda la culpa.
Fausto tomó la palabra.
—Aquí tengo los sitios de donde fue abierta esa cuenta —Fausto tenía una hoja. Al parecer algún Hacker pudo descifrar las fechas, las horas y el lugar en que la cuenta fue abierta— Y ahí lugares que no corresponden a las coordenadas de tu casa —Sonrió como el Grinch. Ahora que lo pienso se parecen.
Yo le advertí muchas veces a Randall que no le dijera a la pandilla sobre la existencia de las fotos y el vídeo, pero para él es como si te pícara el culo y es completamente inevitable querer rascartelo. En fin. Gracias a ello —la boca floja de Randall— las fotos llegaron a cada rincón del colegio, tal vez por los grupos de whatsapp que cada curso tiene por cuenta propia, es por eso que se convirtió en una bomba masiva.
—¡Confiesa Hawk! —Fausto alzó la voz.
—¡Yo no lo sé! —le temblaba la voz.
Fausto me miró
—¿Y tú Paule? ¿Sabes quien más aparte de Randall pudo haber abierto la cuenta?
—Sí, lo sé —Contesté.
Esta vez todas las miradas eran para mí.
—Abrí la cuenta en mi casa y tal vez Phil la abrió en la suya —me Cruzé de brazos y frunci el ceño— Pero nunca hablé con Rodrigo, simplemente Randall insistió arduamente que abra la cuenta para ver esas fotos.
Si Randall estaba hundido hasta el cuello, entonces yo le hundí la cabeza. Fue egoísta lo que hice, pero ya no voy a seguir siendo un perdedor con nadie, sea o no sea mi amigo. Entiendo que Randall en sí quería asumir toda la culpa, pero la estaba cagando más y más diciendo mentiras, pero hijos míos, la verdad los hará libres.
—Sí —Dijo Fausto algo confundido porque no protegi de manera inteligente a Randall y a Phil— Pero hay un cuarto lugar.
—¿Cuarto lugar? —Contraje el rostro— No hay ningún cuarto lugar.
—¿Ah, no? —volvió a sonreír— Entonces alguien más está involucrando.
Una semana después de haber terminado con Rebecca se llevó acabo las Olimpiadas. Rebecca y Donald ya habían establecido su relación por las redes sociales (Lo sé porque estuve pendiente de todas ellas), pero ese no es el caso, el caso es que cuando terminaron las Olimpiadas Alexia nos invitó a una pequeña reunión en su casa para celebrar el primer período del año escolar. Claro, también pudimos hacer esa reunión esta semana, pero esta es semana de exámenes y hay que estudiar. Pero Phil cometió un grave error.
—Alexia, ya regreso —Gritó la madre de Alexia desde el umbral de la puerta de la salida— Iré a comprar alguna bebida para tus amigos.
—Está bien Má.
Alexia y los demás estábamos intentado hacer un Rainbow Cake, un trabajo grupal como para despejar la mente, así que mientras se estaba horneado Phil conversó con Alexia y se le escapó lo del vídeo, entonces todos los presentes no aguantaron más la curiosidad y Phil abrió la cuenta en la computadora portátil de Alexia.
—Paule, dame la contraseña.
—uno... cuatro... siete... ceroputo —Dije inseguro.
Entonces ese era el cuarto lugar, pero si lo decía me tocaría hundir a Phil, y él tenía una mirada triste clavada en mí... Se trata de perder a mis amigos o caer con ellos a un agujero negro. Diablos qué difícil es esto. Igual Fausto sabe que la cuenta fue abierta en la casa de Alexia, pero quiere que nosotros confesemos.
Sus especulaciones pueden ser que exista un cuarto involucrado como ya lo dijo, y su otra especulación —la acertada— debe ser que abrimos la cuenta allá, pero ¿por qué fue abierta en la casa de Alexia?, oh, claro, para enseñarsela a todos los presentes aquel día.
Lo siento Phil, pero da lo mismo decir la verdad y mentir, pero mentir es más perjudicial para mí.
—Phil abrió la cuenta en la casa de Alexia —Lo señalé.
—¿Y por qué? —Fausto seguía sonriendo.
—Usted sabe por qué —Contesté con una mirada fría.
La mirada de Fausto se llenó de indignación, pero no me contradijo porque sabe que tengo razón, él sabe que la cuenta fue abierta allá para enseñarsela a los que estaban presentes en aquel momento. Lo sabe y hace preguntas estúpidas. A no ser que sea tan estúpido como para no deducirla, pero por favor, yo hasta deducí sus posibles especulaciones. Debe estar bastante tonto para no saberlo.
La Dr. Nancy tomó la palabra.
—Bien, pero aún falta la parte más importante. ¿Quién de ustedes tres subió el vídeo a la página pornográfica?
Okay, ahora sí estámos en un gran lío, pese a que por nuestra culpa ese vídeo paso de persona en persona y se transformó en un fenómeno completamente incontrolable... se nos fue como agua entre los dedos, pero yo sé algo que podría servirles para encontrar a ese tipo.
—No fuimos nosotros —solté— o al menos eso quiero creer —miré a Phil y a Randall—, pero hubo alguien que insistió en tener ese vídeo en su poder desde el principio.
—¿Ah, sí? —Fausto me miró— Dilo. Es momento de salvar tu pellejo.
—Peter Bernal, es el único del curso aparte de Randall que posee el vídeo.
Fausto estaba confundido.
—Mrs. Alexandra, hágame el favor de traer a ese joven ante mi presencia —la Dr. Nancy arregló unos papeles y empezó a escribir algo en una agenda— Jóvenes, pueden retirarse, pero usted Randall Hawk tiene que quedarse.
Y entonces, como si nada hubiera pasado, el día continuó y Phil no me dirigió la palabra en todo el día y no dudo el por qué. Mientras que Randall estuvo ido todo el día, mirando el horizonte inexistente. Sentí la soledad una vez más, aquella soledad a la cual me había acostumbrado tanto, pero ahora se sentía diferente, se sentía un vacío, como si una parte de ti hubiera desaparecido, aquella parte que le da sentido a tu vida. Así se siente la soledad y la oscuridad.
La campana de la salida sonó. Justo cuando estaba arreglando mis cosas Randall me dio unas palmadas.
—Hiciste lo que tenías que hacer, y lo entiendo —su voz estaba apagada— ¿No quieres ir a comer? Phil irá.
—Pero aún sigo resentido. No debiste aflojar tanto la boca —Dijo Phil.
—¿Aflojar la boca? —me puse mi mochila al hombro— Sí fue Randall el único culpable —lo señalé—. Lo siento, no iré con ustedes.
Caminé hasta los pasillos pero entonces nuevamente Randall me detuvo.
—Vamos Paule, debemos estar unidos. Fausto está logrando separarnos —miró a Phil—. Ustedes son buenos amigos... Ustedes son mis mejores amigos.
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Singular Delirio 2: Las Mentiras Más Bellas.
Teen FictionLa vida de Paule no está mejorando del todo, pero intenta salir adelante haciendo caso omiso a sus problemas. Las mentiras y las decepciones serán el plato fuerte esta vez, y la enigmática Rebecca Carter intenta que Paule esté bien a toda costa junt...