-Este vestido te quedará precioso, Emilia.- Dijo mi madre descolgando delicadamente un vestido blanco con holanes azules.
Fruncí el ceño, admirando detenidamente el vestido, ladeando la cabeza de lado.
-No me gusta- con la llema del dedo tactee la rasposa superficie del vestido bicolor, admirándolo con algo de recelo.- El color azul es demasiado corriente para una boda.- declare soltando el vestido con desprecio.
Mi madre me fulminó con la mirada.
-¡Hemos recorrido media tienda en busca de tu vestido y no te gusta nada Emilia!-.Dijo mi madre dejando de nuevo sobre el perchero el vestido.
Me encogí en hombros.
-Sigue buscando entonces.- camine serenamente por la tienda, escuchando como mis tacones resonaban por la fría estancia.Mi madre bufo molesta y dio media vuelta junto con dos de sus amigas lado a lado en busca de otro vestido.
Estoy consciente que puedo estarle haciendo la vida un poquito pesada a mi madre pero es lo que se merece, eso y más, no se había aparecido en mi vida desde que te tenía al rededor de quince años y ahora, que me iba a casar un chico de clase alta y multimillonario se aparecía por arte de magia para poder "guiarme" en el curso de la boda, para poder hacerla a su gusto claro, ya que en el tiempo en que ella se casó, mi padre aún no era ni siquiera, narcotraficante.Y no me refiero a que ella haya estado en otro país o en otro continente, cuando digo que no se apareció en mi vida, no. Vivimos en la misma casa y vamos a los mismos eventos sociales, es solo que ella siempre ha estado ausente, su vida social es más importante que su vida familiar, ella se la pasa todo el día en su club deportivo o sino comiendo en algún restaurante caro en Monterrey.
Aún desconozco cómo puede costearse tales gastos porqué en lo que se, estamos en quiebra, y esa es la razón por la que me casaré.Y, si se está gastando el dinero de los Estrada es peor de lo que pensaba. Ella no le interesa en lo absoluto lo que puede llegar a gastar en un vestido de Valentino o Versace, con tal de verse hermosa para la prensa cualquier sacrificio vale la pena.
-Deberías tener más consideración con tu madre.- dijo una voz femenina y tranquila a mi lado.
Gire la mirada y me encontré con Julia, nuestra ama de llaves que lleva más de cincuenta años en la familia.
Julia es como la madre que nunca tuve, ella me aconsejaba cuando tenía problemas amorosos, me ayudaba a vestir, me consoló cuando mis padres no se presentaron para despedirme cuando me fui a Italia, ayudó a organizar mi fiesta de quince años, ella es todo para mí. Es mi mejor amiga y mi madre postiza, al mismo tiempo.Suspiré pesadamente.
-Quiere llevarse la atención- hice una mueca admirando unos vestidos negros a mi derecha con tristeza.- Como siempre...Una sonrisa se asomó por el arrugado y delicado rostro de Julia.
-Sabes que ella solo quiere ayudar, es solo que no sabe cómo, tenle algo de paciencia- pasó su mano por mi mentón y me dio un beso en la frente. -Te ama y quiere que tu boda sea un éxito.-Quiere robarse el crédito, no me deja escoger nada, ni siquiera me dejo oportunidad de escoger al novio...- Sentía como si la rabia comenzará a manar por mis ojos y mi pecho se incendiara.
Nunca había hablado con nadie sobre el tema, sobre como me sentía acerca de Guillermo, acerca de casarme con un chico que conocía a penas meses antes, era frustrante y desgastante tratar de agradarle a todo el mundo.
Julia frunció el ceño y me observo atentamente.
-Guillermo es un buen chico, lo he visto pocas veces pero nunca he escuchado algún chisme sucio sobre el, además, tus padres no te obligarían a casarte con un chico que es malo para ti.-
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Carniva
RomanceMire mi pálido cuerpo reflejado sobre el espejo ovalado que tenia frente a mi, el maquillaje le daba algo de color a mi blanquecino rostro, cubriendo por completo las azuladas ojeras. -Luces hermosa, Emilia-dijo mi madre mientras colocaba sus manos...