Akross

VIII El mensaje de mi sangre

Abrí mis ojos y me encontré con un hermoso y brillante mañana en la isla. Al parecer cuando estaba en ese trance con Zen, me moví de mi ubicación principal. Estaba en un valle con muy poca vegetación, al horizonte en lo profundo se podían apreciar las montañas que en un momento llegue a apreciar cerca. Lo único que quiero hacer en ese mismo instante es mandarle un mensaje a mi madre, tengo que salir de aquí rápido.

Agarre el medallón el cual se encontraba colgado en mi cuello. Busque una roca con algo de filo y rasgue una parte de la palma de mi mano izquierda. La poca sangre que salió de mi mano la puse en el medallón. Inmediatamente una luz comenzó a recorrer el cuerpo del artefacto, fue realmente emocionante ver lo que podría ser mi salvación.

El brillo del cuerpo empezó a apropiarse de mi cuerpo, no sentía nada solo podía observar el brillo que estaba apropiándose de todo mi cuerpo. Empecé a ver como la realidad que me rodeaba comenzaba a cambiar en lo que parecía una pequeña selva.

Cuando termino todo, me doy cuenta que estoy en uno de los invernaderos de mamá. Mis ojos desesperadamente comienzan a buscarla sin cesar.

Kristen esta junto a unos tulipanes rojos, observándolos con tristeza.

–Mamá. –Dije suavemente y tocándole un hombro.

Ella dejo de apreciar sus tulipanes y volteo a mirarme con sus ojos quebrantándose en lágrimas. No espero ni un segundo más para abrazarme. "Caleb, no vuelvas a desaparecer".

–Tranquila madre, muy pronto esto acabara. –Dije suspirando y sintiendo su tristeza.

–¿Cómo estás? ¿Cómo saliste de Báthory? –Pregunto angustiada

–Kristen, aún sigo en Báthory. Pero necesito que me ayudes a salir de esa isla lo más rápido posible.

–Pero ¿Cómo?, sabes que Paul se daría cuenta de esto en un instante.

–Dile a Cedric y Edric, ellos sabrán que hacer en especial Cedric ya que pertenece a la guardia.

–Lo hare inmediatamente. ¿Cómo conseguiste el medallón del norte?

–En la Tierra, y no sabía que se llamase así. Tengo mil y un cosas que hacer en Adiv madre, por favor hazlo rápido.

Sentí como me desvanecía en ese instante, supe que era el límite del medallón. Y en un abrir y cerrar de ojos aparecí en Báthory.

Me senté en la llanura a apreciar la naturaleza que me rodeaba, era cuestión de tiempo para que Cedric o Edric llegasen. Conozco a Kristen, ella es muy inteligente y esta vez no iba a ser la excepción. Tenía que crear un plan, tenía que hacer algo al respecto. Si llegaba a Adiv no iba a ser fácil pasar por alto la seguridad que existe en la ciudad. Tengo claro algo, necesito mostrar alguna prueba de que Paul es Xaphan y lo otro, que tengo que volver a la Tierra a como dé lugar. Y nadie se puedo interponer en mi camino.

No pasó más de dos horas, cuando de repente aparece una nave de un tamaño decente que se aprecia en el cielo, la nave comenzó a descender. Ya estando en el suelo abrí sus puertas y Kristen salió, a darme un verdadero abrazo. Luego salieron Cedric y Edric.

–¿Cómo la has pasado? –Pregunto Cedric.

–Ninguno de ustedes me creerá pero hable con Zen Báthory, ella está atrapada en este medallón. –lo saque de mi pecho y se los mostré–. Me mostro la verdad de muchas cosas que pasan en Akross.

–¿Cómo que Caleb? –Dijo Edric.

–Como el hecho de que Paul no existe, sino Xaphan.

Al terminar de decir eso Edric y Cedric me miraron y querían reírse. Pero algo no los dejo hacerlo y fue que Kristen agacho su cabeza.