-¡No sé qué hacer! -.
-¿De verdad es tan importante? -.
-¡Por supuesto que lo es Kyle! si no logro dejar de vomitar ¡nunca podre hablar bien con Wendy! -.
-De acuerdo, ya entendí - respondió atrapando la pelota y volviendo a lanzarla - pero no entiendo, conocemos a Wendy desde hace un año y aun te pones nervioso -.
-Es que ella me gusta mucho - dijo con las mejillas rojas y desviando la mirada luego de volver a lanzar la pelota.
Los niños de 9 años se encontraban jugando en el parque del vecindario. Se pasaban y atrapaban una pelota de beisbol.
-Sí, eso ya lo entendí - dijo el pelirrojo también desviando la mirada - bueno, si tanto quieres hablarle sin vomitar, te ayudare a lograrlo -.
-¿De verdad? - Stan sonrió - ¡gracias Kyle! ¡por eso eres mi súper mejor amigo! -.
-¡Hermano! ¡hermano! -.
Kyle abrió los ojos con un poco de sorpresa y se encontró con el rostro de su hermano menor.
-Al fin despiertas - suspiro Ike - mamá dice que te levantes o se te hará tarde - sin esperar respuesta, le dio la espalda y se dispuso a salir del cuarto.
Kyle reacciono hasta ese momento. Se incorporo en la cama y miro a la nada. Se llevo una mano a los ojos y se los froto para despertarse por completo mientras seguía pensando.
Todo había sido un sueño, un sueño de un recuerdo. Aquella conversación realmente la había tenido con Stan, cuando ambos tenían 9 años y estaban en cuarto grado. En ese entonces Stan no aceptaba del todo que le gustaba Wendy, él fue el único con quien se sincero y se lo dijo, al mismo tiempo que le pedía ayuda para poder hablar con ella sin vomitar por los nervios.
Aparto su mano de su rostro y volvió a mirar a la nada, confundido por lo que sentía en ese momento y deseando no pensar más, porque la conclusión a la que siempre llegaba no le agradaba para nada.
-¡Hermano date prisa! -.
El grito de su hermanito desde la cocina lo hizo reaccionar y ponerse de pie. El día apenas iniciaba y no podía sentirse asfixiado desde tan temprano.
Tan sólo 10 minutos después, Kyle apareció en el comedor donde ya estaba su hermano Ike y su madre.
-Buenos días - saludo tomando asiento.
-Buenos días Kyle - saludo su madre.
-¿Eh? - balbuceo al ver que faltaba alguien - ¿ya se fue papá? -.
-Sí, tenía que atender un caso muy importante - respondió Sheila Broflovski colocando el desayuno de su hijo mayor frente a éste.
-Gracias, ya veo, entonces supongo que hoy saldré con Ike -.
-Sí por favor vayan juntos hasta que lleguen a la escuela -.
-Mamá, ya tengo 11 años, ¿no debería ya poder irme solo? - cuestiono Ike. No era que le desagradara ir con su hermano, siempre habían sido unidos y no había problema con eso, simplemente quería ser un poco independiente.
-No, aun eres muy pequeño - respondió Sheila sin mirar a su hijo menor.
-Rayos... - murmuro Ike y enfoco su atención en su hermano - ...¿oye te sientes bien? te ves algo cansado -.
-Sí, estoy bien, sólo no descanse muy bien - dijo el pelirrojo con la mirada puesta en su desayuno.
-¿Tienes problemas para dormir? podríamos ir al doctor para que te recete píldoras para el sueño - sugirió la mujer pelirroja tomando asiento con sus hijos.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...