☆☆14☆☆

31 6 0
                                    

Narra Emma

-EMMA!!- gritaba mi mamá desde el otro lado de la puerta

-Ya voy- devolví en un grito

-NO, has dicho eso desde hace más de media hora- se oía algo molesta.

Mi mamá siempre le ha gustado ser puntual, y mas o menos faltan 20 minutos para ir al almuerzo.

-Si, ya se- dije abriendo la puerta -perdón- terminé

-Perdonada- me miró con horror -No te has puesto nada, mirate, que llevas haciendo todo este tiempo?!-

Si, en realidad me puse a buscar un montón de ropa y nada me gustaba, luego me puse a escuchar musica y empecé a bailar como loca, y se me olvidó alistarme, y por eso sigo con la misma ropa mojada con la que llegué.

-Lo siento- sonreí

-Vamos, ponte esto- mostró un vestido blanco que me llega hasta los muslos con espalda descubierta

-Noo, no iré asi- refute -que tal esto?- le pregunté para que me diera su opinión

-Pontelo y te digo-

Entre al baño y me puse rápidamente una blusa blanca holgada, con un Jean negro y un chaleco negro.

-Que tal?- pregunté

Mi mamá me miro dudativa -Se ve muy deportivo, pero no hay tiempo, vamonos- dijo

-No, espera, debo peinarme, ponerme los zapatos- expliqué y rodo los ojos
-por que no vas y yo llego al rato? Que dices?-

Lo pensó varios minutos y luego asintió.

-Gracias!- sonreí

Entré a mi cuarto y me puse mis converse, ya estan algo gastados, tendré que comprar zapatos.

Me acerqué al espejo y empecé a peinar mi cabello, cuando escuchó la puerta principal cerrarse, miré por la ventana y mi mamá habia salido a la casa de al lado.

No me habia fijado en lo linda que estaba, llevaba un vestido negro largo, con un collar grande reluciente y el cabello lo tenia a un lado. Esta bien guapa mi madre.

Luego vi cuando entró a la casa de Matteo y recordé que debía terminar de alistarme.

Volví al espejo y me puse una coleta con dos mechones de lado, me aplique algo de polvos, rímel, y un poco de brillo. Me puse mis gafas, si, tengo un problema de visión y debo utilizarlas, siempre las utilizó en casa o en las tardes, muy pocas veces las llevo a la preparatoria, y me hacen mucha falta, bueno eso es otro cuento.

Al salir de mi cuarto llevé mi mano al cuello y recordé que no traia mi collar, volví a mi habitación y pusé una E de plata.

Salí de mi casa y vi mi buzón, nunca me dejan nada, pero es una  costumbre revisarlo, lo abrí y wao milagro, hay una carta, la miré, era de Con mucho cariño preferí leerla en otro momento, y la guarde en el bolsillo del chaleco.

Pasé por el jardín de la casa de al lado, mas específicamente la de Matt y mientras veía las diferentes flores que se encontraban allí, eran muy hermosas.

-Te gustan?- dice una voz femenina detrás mio

-Oh me asusto- dije con una mano en mi pecho -Si señora, estan muy hermosas- respondí

-Me alegra, le pusé mucha dedicación a este jardín- mencionó apuntando a las plantas que se encontraban a mi espalda

-Le quedó muy bonito-

Hola Géminis!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora