Jefe de los payasos

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—Uuooh —Exclamó Suho viendo como a lo lejos uno de los verdugos le arrancaba los ojos a una mujer. —¿Viste eso? —preguntó a Chanyeol, anonadado.

—Desearía no haberlo hecho —respondió el líder de Alfa con disgusto.

—¿Hacemos algo por ella?

—Tendríamos que hacer algo por todos —lo detuvo Chanyeol en seco, siendo cruel y justo. 

—Suéltame, Chanyeol, tu mano me aplasta, hombre ¡Es gigantesca! —alegó Baekhyun, quien no tenía ni la menor idea de qué era aquello de lo que hablaban sus compañeros, pues, para empezar, ni siquiera podía ver por dónde iba gracias a las enormes manos de Chanyeol que cubrían sus ojos o, más bien, casi la totalidad de su pequeño y delicado rostro.

Iban de vuelta a la casona real, pero, esta vez, Chanyeol quiso impedir a toda costa que Baekhyun presenciara otra escena de terror, pues temía que esta fuera el pie para que todos perdieran el control nuevamente.

—Tenle paciencia —pidió Suho, caminando al lado de sus compañeros sin dejar de mirar al frente. 

Chanyeol puso los ojos en blanco un segundo, sujetando muy bien a su fierecilla. 

—En este lugar no van a solucionar nada y, si lo intentan, solo van a seguir discutiendo y haciéndose pedazos. Créeme cuando te lo digo, hermano, es solo cuestión de recordar dónde estás parado. Esto es la Ciudad de las Sombras.

Fueron palabras dignas de un soldado, un cable a tierra para Chanyeol. El guerrero meditó en toda la verdad que ahí había y concluyó que, efectivamente, él no solía encolerizarse con facilidad, ni tampoco acostumbraba a responder de forma apresurada y sin tener cuidado de no dañar a quien de verdad le importaba. Baekhyun le importaba y mucho, Chanyeol lamentaba no demostrarlo más seguido. 

Por otro lado, su bello compañero no era en absoluto alguien asustadizo o que se comportara de la manera en la que lo hizo allí abajo y, por sobre todo, no le gustaba discutir. En resumen, era muy posible que los guerreros estuvieran siendo desfachatadamente influenciados por ese ambiente tosco y aterrador.

El líder quitó sus manos del rostro de Baekhyun solo para facilitarle a este subir las escaleras sin detenerse y, por fin, lograron salir del subterráneo y otra vez ver la luz.

—Lo lamento tanto. —El mayordomo se acercó a ellos con prisa, juntando sus manos e inclinándose un poco para pedir disculpas. 

Al menos estaba tomándose la molestia de fingir que lo sentía. 

—Nuestro príncipe no está en casa como creíamos. Al parecer.... 

—Tú. —Baekhyun le interrumpió de manera muy impulsiva, abrió su camisa para sacar su daga nuevamente y apuntar al mayordomo directo al cuello. —¡Te crees muy gracioso, ¿verdad?! —espetó mirándolo fijamente y hacia arriba, no sintiéndose intimidado a pesar de que el sujeto fuera tan alto como Chanyeol. —No sé de qué circo saliste, PAYASO... —recalcó con toda su ira. —Pero no aguantaré una sola más de tus mentiras. 

—Baekhyun, ¿quieres calmarte?, déjalo terminar , por favor. —Chanyeol hizo el vago intento de tranquilizar la disputa que se aproximaba. 

El guerrero se volteó a ver a su compañero, fulminándolo con sus ojos azules y eléctricos. Chanyeol retrocedió un paso creyendo que su compañero lo golpearía y, si bien lo merecía, ese no era el lugar ni el momento.

Baekhyun entrecerró los ojos y apretó la quijada. Se preguntó si de verdad podía ser posible que su líder lo hubiera tratado de inútil y débil allá abajo, pero justo ahora lo privara de la oportunidad de hacerse respetar frente al mayordomo para que a éste no le quedaran más ganas de jugarle ese tipo de bromas a los Alfa.

ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora