Capítulo único

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Lee HongBin tenía todo y más. Una vida adinerada, popularidad y una personalidad fanfarrona que sumaba atractivo. No obstante, su padre le exigía ser el número 1 en todo y a regañadientes HongBin aceptaba el absurdo trato, aunque había ocasiones que este sobrepasaba su disciplina incorregible. Algún soborno al pobretón profesor de historia le había salvado el pellejo, pero esta era una situación diferente: una profesora sacada como de la Alemania de entreguerras por su maldito carácter. Dinero, contactos y hasta sexo le ofreció para que le aprobase el segundo parcial pero ella amenazó con acusarle. Estaba en una encrucijada: si insistía con la vieja el muro de triquiñuelas desmoronaría.

Tenía el parcial final, quizás si buscaba a algún bobo que le explicase pudiera...HongBin suspiró cabreado. No podría aprenderse 15 temas un fin de semana. Dando una calada a su cigarrillo suavizó su expresión. Algo mejor que eso se le había ocurrido.

—¿Cuánto quieres? —. Insistió golpeando la mesa con la chequera. TaekWoon desinteresado encogió de hombros. TaekWoon era un compañero de clases. No era millonario ni popular, pero si inteligente.

—Será un favor de amigos—. Sonrió con voz suave. HongBin bufó. Lo que faltaba, hacerse amigo del nerd.

—Preferiría darte mi Porsche a que me vean contigo—. Replicó entornando los ojos. Recogió sus cosas y abandonó la mesa.

El día del parcial llegó y HongBin fingía contestar el examen mirando con el rabillo del ojo a TaekWoon. Él se puso de pie y entregó la hoja, pero con su nombre. Una treta ridícula pero efectiva. La mujer ni cuenta se dio y HongBin ya tenía asegurada la materia.

—Oye, tú—. Llamó al salir. El pasillo y sus adyacencias estaban desoladas. TaekWoon se dio la vuelta abrazado a su mochila. Era un rarito desagradable, pero cortesía avalaría su silencio. —¿Seguro no quieres nada a cambio? —. Preguntó hurgando su billetera. TaekWoon tomó de su muñeca en un ágil movimiento. Miró a sus ojos por primera vez y eso le hizo estremecer, era una mirada penetrante.

—Sí—. Le jaló del brazo hacia un salón vacío. HongBin descolocado le siguió sin rechistar. Rápidamente un tirón le hizo caer de rodillas al suelo. TaekWoon irguió su espalda y tiró la mochila que antes aferraba con candidez. HongBin se intentó levantar, pero las grandes manos de TaekWoon tomaron de su rostro con fuerza haciéndole sollozar un quejido. Obediente se quedó quieto, todo era muy confuso como para analizarlo.

El pelinegro sonrió divertido y pisó sus manos. —¡¿Qué haces, maldito?!

—Cobrando mi parte, ¿Crees que estropear mi record de calificaciones saldría barato? ¿Y más siendo tan bonito? —. Ronroneó pasando los dedos por sus cabellos haciéndole estremecer. –Serás mi esclavo una semana, a menos que quieras repetir—. HongBin hizo amago de abrir la boca, siendo callado por los dedos de TaekWoon que acariciaron suavemente sus labios. –Los esclavos no hablan sin permiso—. Coló el par de dedos dentro su boca y forzó su cavidad hasta abrirla. Su mano libre bajó la bragueta de su pantalón liberando una erección lista en ser atendida. Su rostro de un tirón al pelo chocó contra su pelvis. Un trato era un trato, ¿No? Dudoso entrecerró los ojos y rodeó su grosor con los labios. Un jadeo de TaekWoon fue la respuesta asertiva a su acción, y que extrañamente, no le desagradó. Abrió más la boca y se empujó hasta la punta de su nariz chocar contra los vellos ralos de su pelvis.

Sonidos húmedos opacados contra los gruñidos ásperos de TaekWoon indicaban que, efectivamente, el intercambio había sido hecho. Y le gustó.


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Nota:

Espero haya sido de su agrado este breve drabble, lo escribí a las carreras para una actividad en Facebook pero me he visto tentada en extenderlo, volverlo un longfic u algo por el estilo. Es algo que tendré en revisión, a ver si me animo. Me gustaría saber que opinarían al respecto, de todos modos tengo muchas historias que ofrecer /ojitos.

Gracias por leer.



Intercambio de Exámenes (LeoBin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora