PILOTO

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Tirado en el piso, observo como mi pelaje naranja se mancha de sangre por las heridas que tengo en el cuerpo.

Logro arrastrarme lentamente por los pasillos de la escuela. Intentando no hacer tanto ruido.

Unos cuantos pasillos después logró escuchar que alguien se aproxima. Y un grupo de personas lo sigue.

Intento pararme, logro ponerme de pie y camino.

Varios pasillos después veo una gran puerta que deja pasar una brillante luz blanca.

Intento correr hacia ella, pero tropiezo con mi pata y caigo bruscamente.

Yo: ¡Rayos! -En voz baja-

Oigo que hablan a lo lejos.

Abraham: Chicos ¿Oyeron eso?

Pedro: Sonó cerca de la puerta de salida.

Abraham: ¡Andando!

Yo: Oh no, me escucharon.

De cualquier manera, me arrastro para intentar llegar hasta la puerta.

Solo siento como alguien pisa mi espalda  logrando detenerme tirado en el piso.

Abraham: ¿A donde crees que vas? Todavía no terminamos contigo.

Intento pararme pero es inútil. Su peso es mayor a mi fuerza.

Abraham: ¿Creíste que te salvarías tan fácilmente? ¿O que alguien lo haría por ti? Pues estabas equivocado. Nadie lo hará. Hasta aquí llegaras y a nadie le va a importar.

Yo: Jamás lo lograras.

Solo dije eso porque estaba aterrado. Sabía que ese sería mi final. Que no lograría salir de este problema.

Abraham solo quita su pie para poder patearme. Varios golpes llegan a mi cuerpo. Yo solo me intentaba mover, pero al esquivar un golpe, eran otros dos que me lograban hacer daño.

Hasta que sentí que ya nada me tocaba.  Y al percatarme ellos ya no me golpeaban, si no que me miraban horrorizados.

Pero yo igual me horrorise al darme cuenta que mi pelaje brillaba. Brillaba como si de una bola de luz se tratara.

Pronto, alguien intenta golpearme.

Pedro: ¿¡Que clase de demonio eres?!

Simplemente grito por miedo a el impacto, pero una especie de onda luminiscente sale de mi cuerpo aventando lejos a Pedro, haciendo que se golpee contra la pared y no se levante.

Abraham solo me ve, saca una navaja y corre hacia mi.

No sabía que hacer. Pero agarre su mano donde estaba la navaja y lo avente al piso, y rápidamente le patee en la cabeza para intentar que se desmalle.

Al ver que no se levantaba, salí corriendo por la puerta del edificio para ver la carretera y la blanca luz de la luna en mi cara, al parecer el brillo de mi pelaje ha desecho mi ropa, ya que al fijarme en la poca ropa que me quedaba, se desvanecía como si estuviera quemada.

Camino cerca de la carretera y un poco metido en la hierba para que nadie viera mi brillo. Un poco confundido por lo que paso y con miedo.

Después de aproximadamente una hora de caminar veo las luces de la ciudad, pero al adentrarme veo que son altas horas de la noche, ya que nadie se encuentra en la calle.

Corro, corro para llegar a la casa de mi mejor amigo. Mejor dicho, del chico que me gusta.

Logro llegar a la casa de mi amigo.

Toco la puerta y espero. Logro oír que alguien camina por la casa. Hasta que finalmente oigo que la puerta se habre. Rápidamente me cubrió ya que no tengo ropa interior.

Rafael: Hola -somnoliento-. ¡WHHOW! ¿Que te paso? ¿Y porque estas brillando?

Yo: Es una larga historia. ¿Puedo pasar?

Rafael: Pasa.

Entro y me quedo parado dentro de la sala y Rafael enciende la luz.

Rápidamente me escondo detrás de un mueble para que no me vea desnudo. Me percato que Rafael esta en ropa interior

Rafael: ¿Porque te escondes?

Yo: No tengo ropa.

Rafael: ¿Quieres que te preste una?

Yo: Si.

Rafael se va a su habitación y minutos después vuelve con ropa interior la cual me pongo.

Rafael: ¿Y porque estas brillando?

Yo: No...no lo se.

Este es solo el capitulo piloto. La historia final fue de cambiar ya que aun esta en desarrollo. Quisiera saber su opinión y que ayuden a la difusión de este capítulo.

Si quieren aportar algo o ayudar pueden decirlo en los comentarios o por mensaje privado.

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Las Manchas Del CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora