Capítulo 21

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Hanna POV.

Todo sucedió muy rápido, Ethan besó mis labios y salió, inmediatamente entraron los doctores colocando la sustancia de una jeringa en el suero. Caí en un profundo sueño tras unos segundos.

Desperté en la misma habitación pero esta vez sin los cables a mí alrededor, tenía una sensación extraña en el cuerpo, un escalofrío, todo vino a mi demasiado rápido: los médicos entrando, Ethan en la habitación, el apartamento lleno de humo. Mi bebe, coloqué las manos en mi vientre pero no sentí nada. Era muy extraño. La puerta se abrió mostrando al hombre que tanto quiero con su rostro demacrado.

Hizo una señal para que no hiciera ruido, entró y se sentó a mi lado tomando mis manos con fuerza y comenzó a llorar junto a mí, sentía mi dolor junto al suyo, todo dentro de mí. Él ni siquiera había estado cerca del pequeño, se estaba arriesgando tanto por nosotros y ahora solo éramos él y yo.

-¿Hablaste con los médicos?- miré su rostro, que aún se encontraba con los ojos cerrados.

- no puedo hacerlo, esperé a que te despertaras, como te sientes?

- vacía.

- llama a las enfermeras, me esconderé

- está bien

Tome el control junto a la camilla y seleccione el botón con el dibujo de enfermera, sonó un rato y al poco tiempo una enfermera estuvo en la habitación con un folio.

-cariño me alegro que despertaras, déjame revisarte. – colocó un medidor de pulso en mi dedo.

-enfermera, mi bebe.....

- tranquila, tranquila, tu bebe está bien, los médicos lograron salvarlos a ambos, es un bebe muy fuerte y tú también.

- como ?... y por qué no lo siento?

- te hemos dado medicamentos leves para que duermas, tus pulmones quedaron afectados y necesitas descansar, pero nos aseguramos de que la criatura esté bien – revisó el expediente- tus padres aun no vienen por ti, necesito sus datos para contactarlos.

-no sé de mis padres, llamaré a un amigo cercano en cuanto pueda levantarme.

-está bien cariño, ahora descansa volveré en unas horas

- gracias, muchísimas gracias

Me di la libertad de llorar, llorar como nunca lo había hecho, por primera vez en mucho tiempo sentía que debía llorar así, así de fuerte, mi bebe estaba vivo. Ethan salió de su escondite sonriendo pero con gruesas lágrimas en sus mejillas, se tiró a abrazarme y besar mi vientre, no podía parar de llorar ni abrazarlo a él, estaba en shock.

-Han, suficiente, suficiente, le hará daño, tranquila, shh, tranquila, está aquí, con nosotros aun, tomó mis mejillas y besó mi frente, me miraba fijamente a los ojos, pero al mirarlos sentí miedo otra vez, tenerlo aquí nos iba a dañar, no lo quería cerca.

-Déjame, suéltame – me removía en sus brazos – vete de aquí, no te quiero cerca de nosotros.

- Hanna que estás diciendo, por Dios, regresé por ustedes, para estar con ustedes

- tu enserio crees que estar aquí es bueno?! No Ethan!, te quiero fuera de aquí, vete.

- no lo haré

-voy a gritar si no te vas – Ethan me besó fuertemente tomando mis muñecas sobre la cabeza – me lastimas imbécil, suéltame – logre zafar mi muñeca y llamé a la enfermera. – vete y déjanos en paz, es lo mejor para todos. – no podía mirarlo.

- no podrás alejarme de mi hijo para siempre – tocó mi vientre ligeramente y se fue.


El Hijo de un mafiosoWhere stories live. Discover now