Este capitulo de verdad es una ¡BOMBA! así que agárrense fuerte mientras lean, no quiero que nadie se lleve golpes.
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- ¿¡Que tú que!? - Se levanto Draco, totalmente serio. Sin querer creer lo que le decía su padrino. No iba a permitir que Harry le hiciera daño así tuviera que luchar con él.
- Nos vamos a casar. - Afirmo el Potter, pero su sonrisa era de advertencia hacia el Malfoy. Quien lo detecto enseguida, estaba tratando de decir que se callara y aceptara, pero el simplemente se negaba a hacerlo sin importar cuánto le costara aquello.
- No, no lo harás. Yo no voy a permitir que te cases con Severus. ¡No ahora!. - su voz fuerte era segura, sin dejar lugar para el reproche, pero eso no le afectaba a Harry, quien se levanto con delicadeza y media sonrisa aunque sus ojos helados estuvieran mirándole directamente a él y su alma benefactora. Esa reacción en el castaño solo confirmaba que la situación podría tornarse turbia.
- ¿Tú me estas prohibiendo qué? - Pregunto entrecerrando los ojos, sin perder su sonrisa, perfecta actuación aun para el tenso Severus, quien no sabía qué hacer con los dos jóvenes que parecían querer lanzarse en contra del otro. Y mucho menos entendía sus reacciones. ¿Porque a Draco le afectaba tanto? A él se le había presentado una oportunidad imposible y Harry Potter podría ser suyo sin marcha atrás...sin importar que no le veía el fallo por ningún maldito lado.
- NO te casaras con mi padrino. ¡Potter! Él ¡ni siquiera te conoce! Solo eres un mocoso mas para él, alguien que ni siquiera tiene la valentía de ser el mismo todo el tiempo. - Le grito de frente, sin desear entrar en los jueguitos mentales para esa ocasión y la habitación se puso rápidamente helada, era como si la tensión presente en todos ahora fuera una futura tormenta de nieve, pero el sabía que era gracias al temperamento del Potter, el cual solía ser neutral pero inestable.
Por lo que Draco, contrarrestándolo permitió que su cuerpo irradiara calor para todos los presentes. Tom, Severus, Hermione, y su padre.
- Draco creo saber tomar mis decisiones. No te necesito a ti, defendiendo mi valía ¿te queda claro eso? - dijo Severus con voz fuerte y segura, tan fría como cuando les daba clases en Hogwarts, demostrando que no deseaba escuchar mas al respecto, que no cambiaria de opinión y Harry observo a su mejor amigo con atención, sin tomarle importancia a Severus por esos momento. Lo que había declarado el posionista recién pondría al rubio bastante loco.
- ¡No lo conoces! - Le grito el rubio de frente, desesperado, aun si con eso estaba traicionando a su amigo, dándole la razón a las teorías del Potter, aunque este no pensaba que las cosas llegarían tan lejos de golpe.
- Draco les harás daño, baja la intensidad o parecerá un horno. - Dijo el joven sintiendo como el cuarto de repente rivalizaba con un desierto, pero su amigo estaba tan furioso por la "insensatez" hacia su padrino que poco le importo, subiendo unos cuantos grados y por ello Harry tuvo que comenzar a liberar por su piel una especie de neblina que se apreciaba por muy poco, siendo diferente al frio anterior que rápidamente regresaba a su cuerpo.
- ¡Eres un bastardo Potter! Si de verdad quieres casarte con el cuéntale la verdad. ¡Dile todo! Exactamente quién eres, tus tantas traiciones, lo que hiciste conmigo! - Le retaba más molesto a cada segundo. Confinando a Tom, debido al calor, tras Harry, quien mantenía la habitación lo más fresca posible, por mucho que el dañara su cuerpo para hacerlo este se limito a contestas sin tratar de buscar más contacto o mas cercanía.
- ¡Y lo hare! Le contare cuanto intervenimos en bastantes vidas, lo hare. Pero ¡no es el maldito momento para ello! Así que ¡cierra la boca descerebrado! - Le reto directamente mucho mas cabreado que antes, sin poder creer que su primo, su mejor amigo, le blanqueara el asunto enfrente de los más importantes, sin parase a pensar en todos los problemas que aquello conllevaría con absolutamente todos los presentes. Técnicamente lo estaba mandando al frente de batalla sin varita, aunque tal vez, si Draco no perdía el control sobre sí mismo y su filosa lengua, podría voltear la situación a su favor. ¿Era posible aun?
- ¡Cuando! ¿¡Cuando el ya no pueda separarse de ti!? Cuando ya este amarrado sin poder huir del monstruo bastardo que se que eres. No seas desgraciado Potter, el se merece a alguien mejor que tú en todos los malditos aspectos. Eres una basura como persona, YO LO SE. - Le retaba avanzando hacia él con el rostro sudoroso y Harry sintiendo su cuerpo adormilado se concentro en evitar que su amigo se recalentara. Había comenzado la deshidratación.
- ¡Cuando llegue el maldito momento Malfoy! ¡CONTROLATE de una vez! Luces como un Weasley gritando improperios. - Rugió avanzando unos pasos más para quedar de frente con su amigo, evitando así que se acercara a los demás, quienes tenían calor pero no se sofocaban como se supone tendría que estar haciendo el Malfoy de poder sentir calor, mandando al traste además, sus planes de actuar a su favor y mantenerse alejado. Ya no había absolutamente nada que pudiera hacer para arreglar eso, solo esperar a que el rubio se desahogara y esperar que nadie saliera gravemente herido.
- Tú deberías controlar tus ideas de conspiración. Severus ¡no es tu juguete! Es alguien que merece ser feliz y definitivamente no eres el elegido para esa tarea. - Le grito sin siquiera escucharle y si bien el posionista quería apartar a su pareja no podía intervenir, ni siquiera acercarse lo suficiente, cada vez que avanzaba una ventisca le regresaba a su lugar, seguramente de Harry, quien parecía muy afectado, aunque no podían descifrar si se debía al frio o al calor que parecía experimentar la habitación en extremos.
- Draco suéltame.- Ordeno el chico cerrando los ojos con una mueca de dolor. La mano del chico estaba hirviendo por mucho que el tratara de refrescarlo, y por ello lo estaba quemando como el infierno, cosa aun más fácil debido a su naturaleza.
- ¡Jura que te alejaras de él! - Pidió con los ojos totalmente diferente a los propios. Eran rojos, como el mismo fuego, con pupila rasgada en un profundo negro. Fue en ese momento que el blanco pareció apoderarse de la habitación, con copos de nieve derritiéndose sobre la piel del rubio y Harry con una apariencia aun más pálida y los labios azules, como si la sangre ya no corriera bien por su cuerpo, se puso serio. Sus ojos eran como del azul más puro o el hielo mas cristalino, con una pupila rasgada tinta, la cual solo podía verse si ponías atención. Draco pareció retroceder observando su piel húmeda debido al hielo derretido sobre ella. Entonces alzo la vista, con sus ojos plateados de regreso, observando aterrado al Potter, quien aun con sus extraños y atrayentes ojos de bestia le veía en blanco, le observaba fijamente. Draco corto el calor, retrayendo cualquier tipo de magia que saliera de él y entonces lo noto, como sus amigos, pareja y pariente comenzaban a castañear los dientes, en apenas segundos, debido al frio.
Cuan descontrolado tuvo que estar para que Harry alcanzara ese límite. Observo a su amigo sin saber qué hacer y al acercarse de vuelta el chico cayó en sus brazos desmayado. Fue entonces que el, calentó un poco la habitación, con el calor medido, sin concentrarlo en Harry, a quien le haría más daño a la larga.
- ¿Qué demonios le paso? - Pregunto Severus al poder moverse, corriendo hacia el que se suponía era su prometido. Ese pensamiento hizo que los dientes de Draco se apretaran. Eso no era importante ahora.
- Lo más seguro es que esté sufriendo hipotermia severa, ahora. - Le levanto en sus brazos pero se encontró sin él en apenas segundos dado que Snape técnicamente se lo arrebato, llevándolo al sillón de la habitación contigua con pasos rápidos. Todos le siguieron aun confundidos.
- Porque demonios, Harry Potter tendría hipotermia y qué carajo fue lo que sucedió hace dos minutos! - Preguntaron tanto su padre como su padrino con gesto severo y tenían motivos. Si él no se hubiera descontrolado no tendría que hacer nada.
- Primero hay que calentarlo para que su cuerpo y sistema se descongele, cada vez se ve más azul. - Aclaro Hermione trasfigurando mantas y compresas de agua caliente, eso ultimo con ayuda de Kleacher su recién aparecido elfo.
Los dos Malfoy y el maestro de pociones se quedaron estáticos al oír aquello, asustados y Hermione miro a Tom pidiéndole ayuda, quien comprendió y comenzó a trabajar codo con codo, a favor de la salud de su mejor amigo, aquel que le había ayudado a dejar el pasado atrás.
Cuando el chico estuvo envuelto en gruesas mantas, con agua caliente en su frente, que era remplazada cada cierto tiempo y pegado a la chimenea. Los 5 despiertos se sentaron cerca de él, técnicamente a su alrededor, preparados para escuchar la debida explicación.
- Ahora mismo explicaras que sucedió. - Ordeno Hermione sin frenar su molestia. Su hermano podría haber muerto esa noche tan solo por un berrinche del chiquillo mimado Malfoy y obviamente aquello no le parecía en lo absoluto divertido o curioso. Harry ya había tenido una guerra, no necesitaba a alguien sobre el ordenándole cosas, en todo caso, debía ser al revés.
- Para eso...necesito que se tranquilicen. De nada sirve que me explique si están furiosos, ¿no? - Pidió el joven bastante avergonzado por su descontrol.
- Draco. Comienza a hablar.- Aclaro su padre con cara de pocos amigos. Era obvio que también estaba molesto y el rubio no identifico si se debía a su inmadurez, a no saber qué sucedía, al estado de Harry o al hecho de que de un momento a otro se estaban asando por su culpa. Y tampoco le importaba el motivo, solo debía tener en cuenta que si no les dejaba en claro todo el asunto, seria cruciado sin dudar, comenzando por su padrino y terminando por la Black.
- Bien. Como ya saben Harry y yo compartimos el linaje familiar de los Black, ambos por una parte importante, sanguínea y mágica. Yo por mi madre, el por su abuela y padrino. El punto es que...por generaciones el gen dominante de los Black había estado oculto, de hecho desde el tiempo de los fundadores no se había visto algo igual, sin desarrollarse medianamente. Pero en nosotros despertó después de...un accidente...Y nos dio ciertas habilidades que justo ahora no vale la pena enumerar. El punto real es que gracias a eso pudimos descubrir que somos animagos, y nuestros animales no son muy comunes. Son dragones. Los cuales se adaptan de cierta forma a la parte más escondida de nosotros. El es un dragón de hielo. Un alfa. Yo soy un dragón de fuego, un beta. Lo que vieron hoy fue justamente una demostración. Me enfurecí y comencé a irradiar calor sin detenerme a tiempo, podría haber hecho que todos sufrieran deshidratación o algunas quemaduras y el comenzó a hacer lo propio evitándolo...pero estaba molesto y el dragón quería revelarse, así que ambos peleamos a un nivel mágico espiritual que ningún cuerpo puede aguantar, al menos por un largo periodo de tiempo. - Comenzó y al ver que todos le miraban atento, incluido Tom que ya sabía la historia continuo sin dudar.- Harry no siente frió y el calor le afecta en exceso, debe de estar frió todo el tiempo pero mantener cierta temperatura corporal para que su vida no corra peligro. Yo al contrario, no puedo estar expuesto al frió pero no siento el calor, menos peligroso dado que una persona no acostumbra perder líquido de la nada. Solo sucede cuando empleo el poder de hoy. El...aunque sabía que terminaría así...los cuido. De mi, aunque suene inverosímil en mi mente. Evito que pudiera hacerles daño, los protegió dejándolos tras su espalda. - Suspiro sin poder creer que se haya sobre pasado tanto. - Incluso a mí. Me estaba pidiendo que me calmara no por miedo. Si él lo hubiera querido simplemente me doblegaba, aunque hubiera sido peligroso para mi dragón, pero prefirió esperar a que me calmara. Se expuso a temperaturas heladas muy altas, sabiendo que podría terminar así, tan solo para que yo no perdiera todo el líquido de mi cuerpo. Eso último, la ventisca que me envolvió fue justamente para evitarlo, para mantenerme fresco, aunque eso lo congelara mas a él. - Al concluir esa parte tanto Snape como el Malfoy estaban incrédulos, mientras Tom escondía una leve sonrisa. Harry Potter, por muy bastardo manipulador que fuera cuidaba de todos, sin que ninguno se diera cuenta la mayoría de las veces. Y Hermione tan solo se mordía el labio, comprendiendo al fin lo que significaba el mural con los curiosos ojos que ambos podían obtener.
- ¿Estará bien? - Pregunto Severus al fin, sin querer decir nada más al respecto. Su ahijado ya debía de estarse torturando lo suficiente y a él no le parecía el momento de hacer que aquello empeorara, lo más importante era Harry. Ya después se encargaría de que el Malfoy sufriera.
- Si, si logra tranquilizarse un poco y que el calor a su alrededor penetre. Es un poco más complicado de lo que se escucha. - Explico el Malfoy rápidamente obteniendo una fría mirada ónix como respuesta.
- ¿Porque te pusiste como loco? - Pregunto Lucius para que su amigo pudiera concentrarse en ello y no en que la vida de su pareja estaba en cierto peligro.
- El no es para nada como todos ustedes lo conocen. Yo mismo soy totalmente diferente. Llega a ser manipulador y no se tienta el corazón ante ello. Es más, ni siquiera tenían idea de que estuvo casado antes. - Ante lo dicho hubo una reacción general, excluyendo obviamente a Tom, bastante divertida, aunque no pudo disfrutarla por su cerebro que no dejaba de gritarle que traicionaba a su amigo al hablar de eso.
- ¿Cómo que casado? - Pregunto Hermione con valentía, sin poder confiar en lo que escuchaba. Harry jamás se casaría sin decirle nada. Era su mejor amiga, su hermana.- Tal cual. Casado. Con un hombre mucho mayor que él. Este le traiciono, le mintió y lo manipulo de todas las maneras que pudo. Harry quedo devastado cuando se entero y decidió al fin aliarse conmigo para que todo fuera mejor. Trabajamos un año juntos, en secreto para que de alguna manera la guerra terminara. Este hombre, al ver que Harry parecía odiarle, por mucho que regresara a él cada noche, se hizo pasar por muerto. Harry no sonreía, no disfrutaba, no bromeaba ni siquiera en nuestros encuentros secretos de "mejores amigos" como el mismo lo bautizo en su momento. Simplemente dejo de vivir. Y después se entero. El estaba vivo, escondiéndose hasta que Harry cumpliera con su destino y matara a Voldemort. Nada volvió a ser igual entre ellos. Y yo mismo no creo que Harry lo haya superado del todo. - Explico sus motivos para no querer que el Potter se casara con su padrino, mostrando su claro miedo a que este ultimo saliera lastimado al no tener idea de con quien se casaba en realidad pero la reacción en el hombre no podía ser menos desinteresada. Era como si realmente el conociera la parte fría de Harry y le agradara o como si estuviera emocionado por verla y Draco creyó entender el motivo. Harry fingía todo el tiempo ser dulce tierno e inofensivo, como el sol que calentaba de día pero su naturaleza, desde su cuerpo frio hasta sus ojos, que podían atravesar tu alma, demostraban que era un engaño, con la debida atención. Y tal vez, Severus se encontraba ansioso de reconocer a su pareja en una nueva etapa. Observándole planear, pelear, actuar, ganar y manipular sin reparo, sin miedo o pudor. Tan solo utilizando sus mas que obvias herramientas Slytherin. Tratando de cambiar al mundo con ello. Sin mentirle a Snape en esta ocasión. El bastardo ni siquiera parecía molesto por lo recientemente dicho, aunque si estaba furioso por el estado de Harry.
¿Acaso Severus Snape había perdido su sentido de supervivencia o era tan ciego en el amor que no podía notar cuando corría riesgo?
Draco comenzó a creer que ambas después de ver su expresión sombría.
- ¿Quien era su esposo? - Pregunto Hermione. Lo que más temía contestar el rubio.
- Albus Dumbledore. - Resonó la voz helada de Harry, sin titubear, sin tartamudeos o interrupciones. Tan segura que parecía obligarte a aceptar que así fue..
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Quiero agradecerles a todos los que dejan comentario porque así puedo asegurarme que de verdad les gusta y mi inspiración no muere en el intento.
El siguiente capitulo va a ser un poco mas largo, así que tengan paciencia y no se aburran, porque la boda de Draco ya viene y tengo aun muchas cosas que corregir.Buenas nochesitas y gracias por su tiempo.
Atte. Mar Diaz. / Alias Terra.
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La Era del Dragon
FanfictionHarry Potter, el niño que vivió y venció. Un chico dulce, atento, carismático, amable e impulsivo la mayoría de las veces y muy talentoso, si, pero bastante vago como para aprovecharlo. Eso era lo que todos veían en el, pero ¿si todo eso fuera menti...