Único.

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Hace un tiempo, Hoseok era la clase de hijo que siempre trataba de complacer a sus padres, aunque sólo le trajera infelicidad. Siempre con una sonrisa, acataba las órdenes sin reproche. A veces salía a caminar para despejarse.

Yoongi vivía la buena vida, unos putos por aquí, otros por allí, despilfarraba el dinero, que había ganado en la bolsa de valores y estaba bien con eso. A veces le gustaba alejarse de su día a día y caminar en el parque, lejos de su casa.

A veces sus miradas se encontraban cuando estaban en su caminata y se quedaban un tiempo así, sólo observando al otro.

Un día, Yoongi decidió que había tenido suficiente y se acercó al chico de bonita sonrisa. Lo detalló desde su cabello castaño caramelo, a sus zapatillas gastadas por el paso del tiempo.

"Soy Yoongi pero por ti, pegame y decime Marta."

La risa de Hoseok, como se había presentado, era mejor que el sexo con desconocidos y el alcohol; Yoongi se declaró adicto en aquel momento.

A veces se sentaban en las hamacas y se colimpiaban a la par. Por unos minutos, podían sentirse otras personas y así estaban bien. Tenían charlas banales, como también algunas más personales.

Yoongi estaba fascinado por los hoyuelos que se formaban a cada lado de su sonrisa, por la manera en la que los ojos de Hoseok brillaban, por cómo se escuchaba su voz, por su manera de ser tan efusivo y radiante.

Hoseok amaba la manera en la que las rosadas encías se mostraban en la sonrisa del mayor, como sus ojos se achicaban y la piel tan blanca como la porcelana fría que Yoongi tenía.

Una vez Yoongi posó sus delgados labios en los del contrario y se sonrojó por completo.

"L-lo siento. No qu-quería..."

Hoseok sonrío y volvió a besarle antes de salir corriendo, vaya uno a saber dónde.

"Estoy enamorado de un hombre, se llama Yoongi y-"

La cachetada resonó fuerte en aquellas cuatro paredes que lo encerraban con su padre, quien lo miraba como si hubiera dicho que los peces volaban. Su ceño estaba fruncido, resaltando las arrugas que demostraban su edad.

"Ningún hijo mío es maricón."

Hoseok salió corriendo con las lágrimas volviendo borrosa su visita, logrando que tropezara una y otra vez en el camino al parque que siempre frecuentaba.

Ahogado en sus sentimientos, dejó salir todo lo que guardaba desde hace tanto. Gritó una y otra vez por la frustración. Nunca hacía nada bien. Su padre lo odiaba.

Una mano se posó en su hombro. Luego, unos brazos lo rodearon y su cabeza impactó en un torso.

"Todo estará bien." — Prometió con la voz rota por el llanto.

Yoongi cumplió su promesa y a veces le gusta sentarse con su novio en los columpios y robarle besos de improvisto.

Porque a veces es Yoongi, pero otras es Hoseok, de igual forma, ahora son una pareja feliz y todo está bien. 

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feelingseok lo hice a pesar de que el otro se me haya borrado :( para mi Val oppa :( que se ríe de mi amor y es una mala persona :(

Bye~

Belén♥

A veces •YoonSeok•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora