¿Quieres algo más?

24 2 3
                                    

Cuando me desperté vi que estaba encima del pecho de Seiichiro, cuando lo miré me di cuenta de que estaba dormido, aún estábamos en la orilla del rio, mi corazón me iba a cien por hora, aún no me creía lo que habia pasado esa noche, cuando intenté recordar más los detalles sólo me vino una cosa a la mente; la cara de Seiichiro avergonzado y la cara que hizo al eyacular, seguía sin creerlo ¡Eso no podía estar pasando! ¡Estaba saliendo con Seiichiro!

-Buenos días Kishibe, espero no haberte despertado.

-Tranquilo, ya hacia rato que estaba despierto.

  Cuando vi su cara de nuevo me sonrroje completamente, luego de eso nos levantamos e fuimos hacia la casa.

Allí todos nos estaban buscando desesperadamente, al llegar nos hicieron un montón de preguntas sobre dónde habíamos estado, donde habíamos dormido... entre otras, todos estaban muy preocupados.
Nos contaron que se habían asustado mucho al despertar y ver que no estábamos en nuestro cuarto, luego se acordaron de que por la noche nos habíamos ido al rio y pensaron que quizás nos habíamos ahogado, nos fueron a buscar y no nos encontraban ya que nosotros nos habíamos ido a la otra orilla, nos buscaron por todos lados hasta que nosotros vinimos hacia ellos.

Después de contarnos todo esto, todos se enfadaron mucho y nos dijeron un buen sermón sobre avisar donde estábamos, que si raptar a niños, que si nos podemos ahogar y tantas cosas que no me acuerdo ni de la maitad de todo lo que mis orejas llegaron a escuchar.

-Bueno, para que aprendan, están castigados hasta la hora de cenar en la habitación, no se atrevan a salir o el castigo será peor -dijo mi madre gritandonos y con muy mala expresión en la cara-

Nos acompañó hacia nuestro cuarto y allí nos cerró la puerta en las narices.

-Bueno... que vamos a hacer.... ni si quiera hemos desayunado... hasta la hora de cenar ehhh... -dijo Seiichiro entre suspiros-

-No te preocupes, normalmente siempre me castigan de esta forma, a si que siempre tengo algo de comida escondida jejeje

-Uauuu!!! Lo tienes todo previsto, se nota que te portas mal a menudo jajajaj

-Eso no es verdad, siempre me castigan por cosas pequeñas, bueno, dejando de lado el tema, ¿que quieres comer? Tengo patatas de bolsa, chuches, una lata de olivas, una barra de pan... dime.

- Un trozo de pan y olivas, con eso creo que ya sirve de almuerzo.

   Acabamos de comernos la lata de olivas y media barra de pan entre los dos cuando le pregunté algo que hizo que todo ese momento de paz y tranquilidad se volviera un momento de nerviosismo y perversión.

-¿Quieres algo más? -pregunté-

-Si

-Dime, no te cortes, si tienes más hambre no te preocupes por ocultarlo.

-Te quiero a ti -Dijo mientras avanzava hacia mi a cuatro patas-

   De repente se tiró encima mío y me dio un beso en la boca, cuando se apartó para respirar, le di otro beso, esta vez en el cuello, luego de eso dimos unas cuántas vueltas por el suelo mientras nos íbamos besando, al final nos paramos en una pared y él empezó a desabrochar mi camisa, poco a poco, sin prisa ya que teníamos mucho tiempo para estar juntos sin que nadie nos molestara, al acabar de desbrochar la camisa, empezo a repartir pequeños besos en mi abdomen, cada vez mi cuerpo respondía menos a mis órdenes, cada vez que me besaba me ponía más nervioso y excitado, tenía miedo que descubriera que "eso" estaba duro.
Me volvió a besar y dimos una vuelta hasta posicionarme encima de él y hice lo mismo, le desabroche la camisa y fui dando besos en su abdomen, en ese momento se percató de mi erección me miró con cara seductora, desabrochó mis pantalones, bajo mis calzoncillos y me preguntó una cosa que pensava que nunca me preguntarian.

-¿Puedo meterlo en mi boca?

Con la cara sonrrojada le dije con voz baja "si".

--CONTINUARÁ--

Ángeles blancos y negros [En Pausa] {Corrijiendo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora