Es demasiado curioso como el destino puede cambiarte la vida en un abrir y cerrar de ojos. Es incluso sádico pensar como lo hace ¿no? Eso de volverte loca a si por diversión cambiandote toda tu vida actual de sitio. En mi vida pensé que compartiría techo con el chico del que estaba colado, y menos que su madre, la que antes me daba tanto miedo se volvería casi como la mía.
Pero todo esto es muy confuso contado así. Así que... ¿Por que no empezar desde el principio?
Mi nombre es Akira Hiroshi, aunque por alguna razón, desde que tengo consciencia me llaman Coco. Tengo 15 años de edad, y dentro de dos meses cumplo los 16. Vivo en Japón aunque nací en España, y voy allí todos los veranos. Mis padres, divorciados desde hace 6 años, viven cada uno en una punta del mundo. Mi padre vive conmigo en Kobe, pero mi madre vive en Barcelona. Lo que me permite verla solo una vez al año. Aunque tampoco es que eso sea una desgracia terrible ya que mi madre y yo nunca nos hemos llevado bien. Kobe es un sitio realmente ajetreado, hay que cojer el tren para ir a casi todas partes y hay gente en todos los sitios. Pero desde que me mudé a Japón con 8 años quería ya vivir en una ciudad como esta, a si que no me quejo. Mi padre, el señor Nozomi Hiroshi y yo vivimos en una pequeña casa construida por él. Es nueva, no llevamos ni dos meses aquí. Voy a la escuela de Kobe. A una de ellas. Soy una persona bastante tímida. Tengo dos amigas y un chico que me gusta. Lo que viene siendo una chica Japonesa-Española adolescente colegiala perfectamente normal. O eso pensaba yo.