Atrapada (Acosador o yandere)

El comienzo

Mi cabeza... duele... últimamente me duele mi cuerpo, no sé porque ni siquiera hago tanto ejercicio pero ya fue.

Estoy en la preparatoria ya voy por el segundo año y el tiempo que e estado acá me di cuenta de muchas cosas, primero las perras con ellas siempre hay que tener cuidado yo no soy de meterme con ellas por lo que no me hacen nada, y la otras pues las chicas como yo que son simples espectadores.

—¡Oye despierta!— siento como me agita del hombro.

—¿Si?

Cuando volteo me doy cuenta que era mi amiga, por poco me había asustado, pensé que era otra persona.

—¡Tenemos que subir ven!— dice Ana jalándome de la mano para subir al bus.

Ah y otra cosa mas es que tenemos un viaje, solo nuestra aula ya que una de nuestras compañeras gano un reconocimiento y decidió compartir su premio a todo el salón, ella es un pan de amor nada comparado conmigo, yo no hubiera compartido con todos con total en el aula somos muchos y hay personas que ni conozco.

—¡Chicos entren con calma!— grita la profesora a todos los que entraban.

Yo me siento con Ana al lado de la ventana todo estaba tranquilo hasta que entra  Rin y su grupito; comenzaron hacer su escándalo, a eso me refiero que comenzaban a empujar a algunos con sus maletas llenisimas mientras que se burlaban.

—Hay míralas ya llegaron— dice Ana molesta por el ruido que hacían mientras que gira para ignorar el escándalo— alguien tiene que callar a esas webonas.

Siempre imagine que Ana seria la protagonista de una historia por ser muy heroica y yo seria su amiga la consejera bueno algo así me falta dar mejores consejos y ser menos yo.

—Mientras que no se metan con nosotras no hay que meternos con ellas—digo sin interés mientras me acuesto mas en el asiento.

Todo estará bien mientras que no se metan conmigo... esa siempre fue mi lema y con eso siempre me salía de todo, se que parezco una imbécil pensando así, pero esa soy yo, yo soy el tipo de personas que no les gusta resaltar por eso pienso que Ana seria una gran protagonista.

—¡Mira mira!— comienza a tirar de mi ropa para que observé a la fuerza.

—...¿Que?—digo con flojera mientras que volteo a ver.

Mas allá se veía un chico al cual estaba molestando Rin, siempre me olvido el nombre de el... siempre lo veo en clase pero sinceramente no se nada de el y como luce creo que no tiene amigos, siempre lo noto solo con sus libros y cuando almuerza; siempre solo como si fuera un gato solitario. Los chicos como el siempre me daban pena eran como yo pero a diferencia de mi era que a ellos lo utilizaban para molestar y burlarse, estoy feliz de conocer a Ana.

—¡Oye hay que hacer algo!— dice Ana girando mi mandíbula para verla.

—Ya fue, ahí vendrá la profesora de nuevo y todo volverá hacer como antes— digo quitando su mano.

—¡Va ver un momento que no te comportes así!— dice Ana gritándome, haciendo que haya un silencio entre nosotras y las personas que habían oído.

—Yo...—digo bajando la mirada por la vergüenza.

Al final nosotras volteamos a ver de nuevo lo que pasaba y al parecer por fin lo dejaron en paz. El estaba buscando un asiento pero todos ponían su mochila para que no se sentara, si sigue así se sentara en la fila de atrás donde a nadie le gusta.

—¡Oye!—dice Ana gritándole para tener su atención.

—¿Espera que haces?—digo tratando de detenerla pero ella me ignora.