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capitulo unico
Zara Bellamy estaba segura de no estar perdida en los abdominales de Park Jimin, cuando este se acercó hasta donde estaba parada.
—Pensé que me habías dicho «Vete al diablo Jimin» cuando estuve acostado entre tus pechos. Ahora estas aquí, parada, con un tarro de agua goteando y un poco de saliva saliendo por tus labios
—Vete al diablo, capullo
—Y no cambias
Park Jimin era su conquista de una noche. Lo conoció en un pub, y terminaron haciéndose un par de mamadas en el baño público de un viejo local. Ahora estaba parado y con una toalla rodeando sus hombros. Al igual que el día que lo conoció, estaba ardiente y jodidamente hermoso. No tenía puesto ningún buzo, solo estaba en zapatillas y una pantaloneta negra.
— ¿Por qué será que estas en todos lados?
—Porque soy libre
Estaba al frente de un espejo, sentada sobre una banca pequeña. En el día de hoy, estaba arreglada con el conjunto de deporte más sencillo que logro conseguir en su armario. Se había recogido el pelo en una coleta alta, y se había dejado algunos mechones sueltos. Cuando se miró en el espejo se vio hermosa. Con el pelo recogido, un conjunto corto y provocativo, que la hizo erguirse de orgullo. En aquel momento, no era Jimin el único que irradiaba sensualidad, ella también lo irradiaba y lo mostraba con descaro. La blusa que tenía era corta y llegaba más arriba de su ombligo, se ajustaba firmemente sobre sus pechos y los resaltaba más. No había necesitaba de Brasier. Sus senos eran grandes y voluptuosos.
—Eres como una sanguijuela. Te pegas a cualquier cosa
Jimin le mostro la perfecta sonrisa, que unos días atrás le había dado.
—Que puedo decir. Apenas y puedo saber a dónde vas.
—Me sigues
—No, pero pienso que tu si
Se aclaró la garganta y le dijo
—No, tú me sigues.
Jimin dejo el tarro con agua en el suelo, luego se cruzó de brazos y sus músculos se flexionaron. «Santo cielos»
—Claro, baby. Te seguí al Pub, luego a la heladería y ahora al Gym
Claro. Obvio. Lo sabía. Pero Jimin hablaba con ironía, así que se cruzó igual de brazos como él.
—Me sigues. Es obvio. ¿Te gusto no?
Jimin se rio y se descruzo de brazos.
—Claro, me gustas. No más imagínate cuanto
—Soy muy linda para ti. Búscate otra, hay otras como yo afuera.
Park Jimin era todo, menos un buen hombre. De Ethan Wilson, el americano que estuvo de vacaciones en Francia y lo conoció en una tienda de ropa, escucho que de Jimin no se traía nada bueno. Aparte de problemas y desorden.
—Eres demasiado egocéntrica
Su voz era entre divertida y fastidiada. Así que alzo su cuello tan alto, irguiéndose con valentía y orgullo
—No, soy muy sincera. Además que te importa. Porque no mejor me dejas sola
Tenía ganas de hacer un rato cardio y yoga.
—El simple hecho de estar aquí y ver como se te alza la venita que tienes en la frente, me encanta. Por lo general nunca me gusta molestar a una chica, pero contigo es todo lo contrario.
Dejo de escucharlo, separo de la banca y se acercó hasta él, quedando muy cerca de su pecho. Jimin era dos metros más alto que ella, así que le tocaba alzar la cabeza.
—Tu arrogancia me fastidia ¿Qué buscas eh? No te vasto mis mamadas en el pub
—Con la mordida que me distes. No
Le dejo en claro que la mordida había sido un error que no calculo, aquel día estaba tan borracha y excitada que no pensaba en nada más que, en un par de besos y un rato de sexo, con algún desconocido
— ¿Qué buscas? Ósea no entiendo. No eres de aquí y al parecer eres de Londres. No te conozco, pero muchos hablan de ti.
—Si me dejas que te explique, tal vez me entiendas.
Claro. Voy a saber algo como "soy adoptado y llevo viviendo un par de años en Francia" o "He estado en la cárcel un par de veces"
—Comienza. No quiero pausas ni muchos menos "peros"
Le dijo que su nombre era Jimin, así como ella lo llamaba. Era inglés-coreano. Lleva viviendo dos años en Francia, junto a su tía Molly quien sufre de Leucemia crónica. Sus padres están de vacaciones en Brasil, junto a su hermano menor Jungkook. El dicho que dicen de el sobre los problemas y desastres, eran falsos. Nunca ha estado en la cárcel, pero trabaja en un hospital, como donador de sangre.
—Vaya
—Cool no— le dijo—No soy lo que creías que era. Al contrario soy todo un caballero
—Más bien, alguien mal hablado ¿Cómo surgieron esos rumores tuyos?
—Mi mejor amigo. Ben. Él fue el que comenzó a surgir esos rumores
Estaban hablando, acerca de sus vidas. Así que ella le conto algo sobre su vida personal, como: "Soy la perfecta de mi colegio" "Soy cinta negra en karate" "Me gusta el rock" "Amo el chocolate" "No soy egocéntrica" y "Mi padre es un empresario famoso en toda Francia"
—Vaya, eres todo un libro abierto
—Veo que iniciamos bien.
Eran alrededor de las seis de la tarde. Tomo su tarro con agua y su toalla
—Me ha encantado conocerte, y espero que aquella mamada que te di, quede en el pasado
Jimin sonrió, alejo su toalla de sus hombros y la tiro al suelo.
—No— le dijo
— ¡No! — le exclamo
—Ahora, haremos del pasado un presente. Arrodíllate, aremos de tus mamadas una gran fantasía.
