Y fui yo quién estuvo ahí cuando nadie más lo estuvo
Cuando comencé a retomar contacto con aquel muchacho fue muy diferente a como solíamos hacerlo antes de que aquella joven apareciera, tal vez me la paso en las nubes y por esa razón no logro evitar ilusiones y quizás fue por eso que su partida me afecto más de lo que creía.
Pero bueno así son las cosas, aveces sí y otras no, ya no hay nada más que le podamos hacerle nadie tiene el poder de cambiar el destino, pero creo que a más de uno le gustaría cambiarlo.
En los cuentos de hadas, que a más de uno le leyeron, creen en la magia, en que un sapo puede convertirse en príncipe, y que todos viven felices para siempre resulta que solo son patrañas, mentiras y desilusiones que nos hacemos cuando crecemos, queremos creer que nada de lo que ocurre en realidad existe solo para seguir fantaseando en un mundo en el cual todo puede pasar pero tristemente nada ha de pasar.