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Un gato pardo se me cruzo en el camino,uno más que pasea su cola por la calle vacía,un gato indistinguible de otro de su especie, empaquetado de sombra.Cuando el animal me miró,en sus ojos rebotaron las luces de un auto que pasó escupiéndosr el fogonazo grosero de sus faros.Quizá,para ese gato caminante,yo tambien era  un animal pardo .Pero seguro que él no se pteguntaba:"¿Que hace un minino andando a las tres de la mañana por una calle vacía? ¿Que raton,que tacho,que gatita lo anima a husmear entre esquinas,jardines,coches y sardinales?
Debo aver mirado el reloj en ese momento porque recuerdo que eran las tres de la madrugada.Me faltaban almenos cuatro calles para que llegara a casa
Varios postes del camino tenían los focos apagados o quizá destruido  por amantes pandilleros,o por asaltantes de mansiones, o por asesinos (para ponerme épico, o quizá dramatico).La luna , sin embargo,lo bañaba todo con su luz de plata y creaba hermosas espectrales.
Nunca le e temido a la noche,quiero decir, no más que un animal cualquiera que recela la presencia ,entre sombras,de alguien o algo qur puede hacerle daño.
Iba cantando una canción y,de pronto,otro auto pasó por la calle
El gato se habia ido.
Me silbó el viento agitado por la máquina que se estacionó a veinte metros de donde yo estaba.Me detuve.Las puertas del auto se abrieron. Sospeché que eran ellos, los que me siguen.Me lleve la mano al pecho,junto al corazón-que ingenioso ha dicho que no tengo
    Del auto bajaron dos sujetos.Eran delgados, atléticos, de pelo corto, se abrigaban con casacas de cuero negro sus camisas eran tan negras como las casacas, pero tenían alzacuellos blancos.Se instalaron en el centro de la acera, una al lado de otro, con las manos a la altura de la entrepierna , la palma de la derecha encima de los nudillos de la izquierda,como si yo fuera a patear un tiro libre y ellos formaran la defensa de un arco inexistente.
-Estoy armado-les grité- ,siempre lo estoy
-No tenemos miedo-dijo uno de ellos-, eres tú quien deberia temer
-¿A ustedes?
-No a nosotros, a ti mismo.Tu soberbia es la pala de tu tumba
Juro que eso fue lo que dijo:"Tu soberbia es la pala de tu tumba",yo no podia creerlo
-Y para seguir con metaforas- grité-¿Quien es el gatillo del arma que acabara conmigo?
Los hombres se dieron media vuelta, entraron al auto,encendieron el motor , lo hicieron rugir y se marcharon.
Reaunde mi marcha, sin gatos pardos de por medio, pensando en lo graciosos que eran esos tipos para elegir frases rimbombantes y churriguerescas.Tadavia hay quienes creen las palabras contienen abracadabras,todavía ha y quienes creen en la magia, todavía hay quienes tienen Fe, apasionada, ciega, neciamente.

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⏰ Última actualización: May 02, 2017 ⏰

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