Dragón o demonio『NatsuxLectora』| EN PAUSA

Capítulo 9: Felicidad

NARRA NATSU

No despegaba mi mirada de ella mientras hacía algo de comer en la pequeña cocina. No había hablado, excepto de un cortante "es tarde, puedes quedarte aquí esta noche" puede que me sintiera mal porque no correspondió a mis sentimientos, pero el hecho de estar nosotros dos solos, en este lugar, me agradaba.

Así que ahora no somos más que simples amigos... jee, no lo creo. La conocía lo bastante bien, como para saber que ella también estaba feliz por verme, solo que debe haber una razón por la que actúa tan distinta conmigo. Aun así, no me rendiré, voy a ser un completo idiota esta noche...

— ¿Podrías dejar de verme así? —finalmente habló— es incómodo sentir tu mirada sobre mi.

— No he podido admirarte muchas veces con vestido... ¿Qué puedo hacer?

Nuevamente se quedó callada y sonreí al ver que sus mejillas se sonrojaron un poco. Es tan fácil de leer. Ella sirvió la mesa, tenía tanta hambre que acabe con todo en cuestión de segundos y como postre fue un delicioso fuego. Pase unos cuantos minutos haciendo  varios comentarios, fastidiando, logrando que varias veces me fulminara con la mirada.

Traté varias veces de darle besos, no podía evitarlo, aunque había pasado tanto tiempo, en el pasado estaba acostumbrado, pero esta vez era todo distinto, ella simplemente se apartaba y empujaba. Resignado me dirigí a tomarme un baño y enseguida salí, ella entró. Me acosté en el sofá, esperando, el lugar era bastante aburrido, ¿cómo podía ella vivir sola en un lugar como este?

Bueno, ya que Rogue ha estado aquí tal vez ellos... ¿tal vez sea la razón por la es tan indiferente conmigo? ¡No! ¡No! Negué con mi cabeza sacando aquellos pensamientos. Era imposible, una vez más me llené de ira, era el único que sabía de ella y eso no me gustaba para nada.
Quise subir a la habitación para ver un poco más la cabaña y despejarme, entonces al abrir la puerta, la vi completamente desnuda. Abrí los ojos como platos al igual que ella e inmediatamente me tiro una libreta que estaba a la mano, por lo que tuve que cerrar la puerta al instante. Sin dudar es absolutamente hermosa, parte de mí quería pasar, pero sacudí mi cabeza alejando aquello de mi mente, no debía ni pensarlo. Sentí mi rostro casi que quemaba, me pareció ver algunas extrañas marcas en su cuerpo... aunque todo fue tan rápido que tal vez fue mi imaginación. Así que fui por un vaso de agua, necesitaba calmarme.

Me senté en el sofá nuevamente y suspiré profundo.

— Eres un idiota, toca la puerta la próxima vez —se cruzó de brazos en el umbral.

— No fue mi culpa, yo... pensé que aún estabas en el baño —me defendí, era cierto, ni la escuché salir de aquel lugar.

Se acercó y sentó al otro extremo del sofá— Como sea.

Tragué mi propia saliva, ¿por qué era tan difícil estar junto a ella? Llevaba tan solo una blusa ajustaba a su cuerpo de color rojo y un pequeño short del mismo color... Quería tocarla, tal vez en estos tres años mis hormonas eran más fuertes que antes... Si tan solo me dejara abrazarla, me conformaría y no tendría este tipo de pensamientos.

— ¿Sabes qué no me agrada? —ella dirigió su vista a mi e interrogó con la mirada— Que siempre confíes más en Rogue. Por lo que sé, él estuvo viniendo acá casi todos los seis meses que desapareciste de mi memoria. ¿Qué son ustedes exactamente?