¿Por qué esperar? | Zarcronno y Cyter [EDITANDO]

Capitulo 12 - Su Regreso

Narra Kronno.

Luego de separarnos de nuestro cálido abrazo nos miramos fijamente. Una mirada que lo decía todo, todos nuestros sentimientos, esos que no se pueden expresar con palabras.

Zarcort rompió el silencio.

Zarcort: Oye Kronno, que te parece si echamos unas partidas? -señaló el Call Of Duty-

Kronno: No te cansas de jugar a este juego, pequeño. -deje un corto beso en los labios, lo tomé de una de sus manos y lo lleve al sofá, donde se encuentra la PlayStation-

Narra Zarcort.

Jugamos por tantas horas que nos quedamos dormidos cada uno con el mando en la mano.

Sentí que me cargaban y me llavaban a otro lugar, "Es Kronno" me dije a mi mismo al sentir unas cálidas manos familiares.

Se sentía raro, pero yo sabía que era Kronno y que, seguramente, no tenga la misma suavidad de lo normal porque está medio dormido.

Luego de un rato, no se exactamente cuanto, sentí como me dejaban lentamente en una cama, y escuché el ruido del choque de unas llaves, como si alguien hubiese bloqueado una puerta con la cerradura. Alguien se posicionó sobre mí mientras yo intentaba abrir mis ojos. Un cálido cuerpo se rozaba contra el mío, el cual estaba disfrutando el momento.

Comencé a sentir como alguien me ataba las manos y los pies a algo, aún no sabía a que, puesto que no había abierto los ojos. Una vez los abrí pude distinguir una silueta de una persona, la cual estaba sobre mí dejando pequeños, dulces y cortos besos sobre la piel de mi rostro.

Una vez se alejó un poco pude saber quien era esa persona. Al principio no la reconocí, pero, un momento después, se me hizo completamente familiar.

Zarcort: D-Donde e-estoy? -pregunté confuso-
???: Aquí, conmigo. -dijo susurrando en mi oído- Nos volvemos a encontrar luego de tanto tiempo, que gusto verte de nuevo, Miguel.
Sabes, te he estado siguiendo por mucho tiempo, ¿Por qué esperar?, me pregunté y pues, aquí estoy. -me miró de arriba a abajo y se mordió el labio inferior- Veo que te cuidaron bien, quien será el afortunado de tener a tal preciosidad con él... Lástima que no esté aquí ahora para sacarte de esta Migue.

Comenzó a dejar marcas por mi cuello y sin más, bajó a mi pantalón y lo retiró fuertemente. Sentía como esas manos familiares se colaban por mi camiseta haciendo leves caricias, y como su respiración chocaba contra la tela de mi bóxer.

En un abrir y cerrar de ojos, la delgada tela que cubría mi miembro ya no estaba allí y éste se encontraba dentro de la boca de la persona a cargo de todo esto.

Intenté huir, pero no pude, como comenté antes, estaba atado de pies y manos, lo que impedía que pudiera hacer movimiento alguno.

Comenzó a lamer rápidamente mi miembro, haciendo así, que yo soltara gemidos, los cuales yo no quería dar. Aumentó su velocidad y así también la intensidad de mis sonidos. Sin esperarse nada, él metió su miembro en mí, dando rápidas y fuertes embestidas que me dolían cada vez más, aunque a la otra persona no le importaba.

Solté algunas lágrimas pero, al parecer, él no se dio cuenta, ya que siguió embistiendo como si fuera la última follada que iba a hacer en su vida.

Finalmente, se corrió en mí, y para que yo haga lo mismo, mordió mi miembro, logrando así que me corra en su boca. Luego de eso, sentí como una aguja entraba en mi brazo y como lentamente se nublaba mi vista.

Al día siguiente amanecí fuera de nuestra casa, tenía un terrible dolor de cadera y estaba lloviendo. En eso veo salir a Kronno, parecía preocupado, se acercó y, al ver que casi no reaccionaba, me cargo y me sentó sobre la mesa de la cocina. Se puso delante mío y me miró a los ojos.

Se atrevió a preguntar, "Que ha pasado, pequeño"...