{6}.Luz

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El poema aqui escrito es de Blas Otero, se titula "Hombre".


La mañana se levantó nublada. Darius se despertó poco a poco. Comenzó el día con buen pie. Quizás fuese fruto de lo pasado la noche anterior o quizás porque al guerrero le encantaban los días sin Sol.

Se frotó los ojos y bostezó, miró su despertador, eran las siete menos cuarto de la mañana. Se sentó sobre cama y se lo pensó un poco antes de levantarse, pues aún no había espabilado del todo.

Decidió desperezarse pues quería salir de casa a las ocho en punto para ir a ver a sus tropas. Hoy sería un buen día, entrenar con sus hombres y verles hacerlo siempre le levantaba el ánimo.

Se metió en el cuarto de baño se lavó la cara con agua fría y bajó a la cocina a desayunar, como de costumbre se preparó unas tostadas y un café. Cuando se sentó a la mesa a desayunar se fijó que había una nota escrita. Se la acercó y la leyó.

"Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,

al borde del abismo, estoy clamando

 a Dios. Y su silencio, retumbando,

ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte

despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo 

oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando 

solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.

Abro los ojos: me los sajas vivos.

Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.

Ser y no ser eternos, fugitivos.

¡Ángel con grandes alas de cadenas!"

Cuando leí este poema por alguna razón pensé en ti. Espero que te guste y ¡buenos días! ^_^.

La letra de Lux era limpia y cursiva, era fina y bonita, «tal y como ella es», pensó. Cuando terminó de leer pasó su mano por encima de las palabras escritas pensativo y sonrió.

— Buenos días— Dijo en voz baja para sí.

Cuando acabó de desayunar dejó los platos en el fregadero, los fregaría cuando volviese. No tenía pensado estar fuera mucho tiempo, pues no se fiaba de dejar sola a Lux, no porque ella curiosease sino porque dejarla sola en la casa estando en Noxus no era una buena idea. Era poco probable que pasara nada, pues la información de que estaba allí solo la tenía él y Vladimir. Esperaba que Vladimir no se fuera de la lengua, si así fuese le duraría unos segundos antes de que Darius se la cortase.

Subió a su habitación a vestirse. Se puso un pantalón de deporte y una sudadera, pues según se estaba levantando la mañana parecía hacer fresco fuera.

Recogió los papeles de su escritorio para llevárselos al comandante suplente. Estaba seguro de que éste sería un flojo con sus hombres, cosa que no le gustaba nada, frunció el ceño al pensarlo. Cogió las llaves de la mesilla del pasillo y abrió las cerraduras para irse. Recordó que Lux no sabría a donde había ido si se despertase. Probablemente se preocuparía por él, quizás saldría a buscarlo. Sí eso sería muy típico de ella, «Tiene una personalidad de perrillo fiel» pensó, y sonrió otra vez al imaginársela preocupada buscándolo por la casa.

Lux Aeterna{#1} Darius x Lux |Ángeles y maldiciones|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora