Capítulo 16 FINAL

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Guillermo era de esas personas que no podía mantener el contacto visual con alguien por mucho tiempo. Samuel lo sabía y siempre bromeaba con eso diciendo que los ojos de Guille eran muy bonitos como para no mirarlos. Gracias a él, Guillermo pudo crear un hábito que consistía en hacer contacto visual con las personas cuando recién las conocía, porque creía que su ternura los hacía verse nerviosos. Y no se equivocaba.

La primera vez que lo intentó con Samuel, este se puso bastante nervioso. No podía creer que una persona tímida como lo era Guillermo, podía actuar de esta manera y para peor, enamorarlo aún más con su ternura.

Desde ese entonces, Guillermo (y Samuel en parte) ven al otro con ojos diferentes. Esas miradas no eran las de dos simples mejores amigos. O quizás sí, pero con una delicada indirecta a lo que llegarían a ser en un futuro. 


Sabes que no debes estar aquí.

Lo sabes, solo fuiste un error en este mundo.

Ahora es tu turno de desaparecer.

Miles de voces, miles de pensamientos se encuentran atormentando al pobre Samuel. Aprendió a no hacerles caso pero, estas voces, eran ahora su mejor compañía.

ㅡLo sé, debería desaparecer ahora mismo. -Se decía Samuel a sí mismo.

Guillermo también, es de olvidar fácil. No desperdicia ninguna oportunidad y cuando de conocer personas se trata, él era el mejor. Olvidar a Samuel fue tan sencillo como cerrar los ojos. O eso pensaba. 

Conoció a alguien llamado Frank, quien se convertiría en su nuevo compañero de aventuras. Era un chico reservado pero bastante divertido y siempre tenía algo nuevo para contar. Rápidamente se volvieron mejores amigos.

Aún así, Guillermo sabía que no era lo mismo. Nadie podía compararse a Samuel y de alguna forma lo extrañaba. Se acostumbró tanto a pasar sus días junto a él que, ahora que no lo tenía, sentía un vacío muy grande.

Sí, Guillermo es un poco detestable a veces, pero no quería que esto siguiera así. Decidió entonces ir a la casa de Samuel para hablar del tema y tratar de hacer las pases.

Había estado pensando en esto demasiado, el cómo se sentiría vivir y despertar a su lado, desayunar, almorzar y cenar juntos o tomarse de las manos. Acciones que casi todas las parejas acostumbran a hacer, no necesariamente importantes en una relación, pero a Guillermo le emocionaban. Estaba decidido, le daría una oportunidad a Samuel.

Por otro lado, a su actual-mejor amigo Frank, no le terminaban de agradar estas ideas de que dos personas de un mismo género estén juntas. Afortunadamente, Guillermo es algo inteligente y no le importó demasiado, primero estaba su felicidad.

Iba camino a casa de Samuel, practicando consigo mismo todas las cosas que tenía que decirle. ¿Cómo le hablas a alguien que acababas de rechazar? 

Aparte de ser la única persona hablando sola en el medio de la calle, algo más captó su atención. Las luces de la casa estaban apagadas y él sabía que tan perfeccionista podía ser Samuel por lo que esto era bastante raro.

Decidió entrar por la puerta que solo él sabía, logró prender la luz de la habitación y sobre la cama yacía una pedazo de papel que parecía ser una carta.

Quizás Samuel se había mudado y él se encontraba en la casa de alguien más. O quizás se fue de compras y olvidó la lista, pensaba la inocente mente de Guillermo.


Hola Guille, 

Quizás ya te has olvidado de mí, como yo intento hacerlo de ti pero sé muy bien que jamás podré hacerlo. Por si casualidad llegas a encontrar esta carta, afortunadamente ya no tendré vida y seré feliz en otro mundo que no sea este, porque ya no encuentro ningún propósito en este estúpido universo. Mi única inspiración eras tú y déjame decirte que es horrible vivir sabiendo que la persona por la que vives no le importa nada de ti. 

❝Miradas❞ || WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora