Querida Elise:
Antes que nada, quiero decirte que me alegró mucho conocerte, tal vez al principio no te tuve la confianza que te merecías, pero después todo cambió, lo sabes.
Cuando te conocí tenía miedo de que hicieras sufrir a Vince, tenía miedo que lo único que te gustara de él fuera lo material, pero cuando los miraba, lograba ver en ti la mirada de Chloe cuando me miraba, y cuando veía a Vince, me imaginaba que así me veía yo al ver a su madre.
Tienes algo que nos hacia recordarla, que nos hacia sentirla cerca, tienes ese don de transmitir la paz y tranquilidad que ella lograba transmitir.
Elise, pequeña Elise.
Así te decía Vince de pequeña, ¿cierto?
Él te ama, en verdad te ama.
De pequeño, cuando llegaba de la escuela y me contaba que alguien te había hecho daño, tenía que tranquilizarlo porque parecía que mataría a alguien, pero después me decía lo linda que lucías ese día, lo brillante que son tus ojos y esa sonrisa que lo hacia sonreír sin poder evitarlo, y sabía que en verdad te quería.
Vince te amó tanto después de haberme prometido que jamás amaría a alguna chica.
Cuando cumplió cinco años iríamos a un parque a festejarlo, Chloe había trabajado hasta un poco más tarde así que la esperaríamos en el parque, pero jamás llegó.
Ese día, me hicieron una llamada para decirme que había sufrido un accidente, que el chofer había muerto y que ella estaba muy grave en el hospital.
Dejé a Vince en la casa de mis padres y fui al hospital, cuando la miré conectada a una máquina porque no podía respirar por si misma, mis piernas fallaron y caí al suelo, su cara estaba irreconocible, había sufrido un golpe en la cabeza muy fuerte y tuvo muerte cerebral, las cosas cada vez se complicaban más, sus órganos dejaron de funcionar y falleció.
Todos los días, hasta la fecha, no he dejado de llorar por su ausencia, ella era mi vida entera y cuando se murió, se llevó mi alma con ella.
Cuando llegué a casa después de haber visto como la máquina marcaba que el corazón de Chloe había dejado de latir, Vince se acercó a preguntarme cuando vería a su mamá. ¿Cómo le explicaría a mi pequeño hijo que jamás volvería a ver a su madre? No podía, no quería imaginarme el dolor en sus ojos al decírselo, pero tuve que hacerlo.
Los días pasaron y lo único por lo que me levantaba era mi pequeño hijo. Él, aún siendo tan pequeño, entendía todo a la perfección. Cuando me iba a trabajar, él corría y me abrazaba con fuerza y después susurraba: "No te vayas, no quiero dejar de verte". Y me partía el alma.
Cuando cumplió diez años se atrevió a acercase a mí para preguntarme cual era la razón por la que lloraba todas las noches, porque él me veía en silencio desde la puerta de mi habitación, y le dije que era por su madre, me preguntó el por qué y le dije que porque la amaba. Fue cuando me dijo: "Te prometo que yo jamás amaré a ninguna mujer". En ese entonces él no sabía que era amar, no sabía la felicidad que te da el amar a una persona, así que siguió así por los otros cinco años y después te conoció.
Cuando se casaron y vi la felicidad en los ojos de ambos, supe que había llegado el momento de que supiera la verdad, sabía que no se derrumbaría porque ya eras su esposa y te tenía a su lado, así que le dije que estaba muriendo.
Había logrado no tener ningún paro cardiaco durante los primeros cinco años después de la muerte de Chloe por las "distracciones" que tenía y por Vince, pero después de esos cinco años tuve un mini infarto, sobreviví y eso me dio ganas de seguir, por mi hijo, por Chloe y por mí, me dieron antidepresivos y los tomé por los siguientes nueve años, cuando los dejé le avisé a mi doctor y me dijo que no podía obligarme a nada pero que ésta vez sería un infarto y moriría.
Vince se volvió loco cuando se enteró de lo que había hecho, todos los días me decía que estaba muy estresado porque antes de dormir le rogaba a Dios por que me diera un día más de vida, tenía miedo de que de un día para el otro ya no pudiera verme más y estaba más estresado porque no podía hacer nada.
Se sentía solo porque no sabía con quién ir para desahogarse, no te quiso decir nada para que no pasaras por lo que él estaba pasando, estaba siempre de mal humor y entiendo por que te fuiste, en verdad entiendo que tuvieras miedo de su carácter pero estaba pasando por un mal momento, no te culpo y a él no lo justifico, pero necesitaba a alguien. Sé que la culpa fue de él por no querer decir lo que sentía, siempre le costó demasiado expresar sus sentimientos por miedo a sufrir y al parecer intentar ser fuerte lo destruyo más.
Elise, te agradezco por haberme dado la oportunidad de sentirme bien por éstos casi cuatro años que viví, me diste la oportunidad de sentir a Chloe de nuevo a mi lado y probablemente ahora ya esté con ella.
Gracias por haber llegado a la vida de Vince y, si el destino lo quiere, ustedes volverán a estar juntos, y le doy gracias a Dios porque alguien como tú ama, amó o amará a Vince.
Te quiero mucho, Elise.
P.D. No olvides que Vince te ha amado desde que tiene quince años, tu fuiste la única chica que lo hizo sonreír de la forma que lo hacía. No quiero que pienses que te odié por irte, siempre supe que tenías tus razones, pero jamás te odié.
Gracias por todo.
Dimitri. x
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Mi único amor. [Sin editar]
Romance-¿Y por qué crees que no me casaré con él? -Porque no lo amas -mantuve mi sonrisa desafiante aunque me hubiera afectado lo que dijo. Porque tiene razón. -Tú nunca fuiste como Blake -dije firme. -En eso estoy de acuerdo; yo sólo tenía ojos para ti...