Habían pasado ya dos días de mi regreso a Maipú. Después de haberme acomodado en casa del tío Jhon decidí comer algo y salir a pasear, más tarde podría conocer su biblioteca.
- ¿Quieres huevos crudos con tocino? - Me preguntó. Vestía un delantal blanco y unos jeans azules, y una camisa blanca, sostenía una sartén amenazando con chorrearle aceite caliente.
- Sí, por favor.
- Ya. - Sonreía de oreja a oreja, ¿tan feliz lo hacía verme? - Y... ¿cómo amaneciste? ¿Te gusta la habitación? Trate de hacerla a tu gusto.
- Estoy bien, me encanta, es tan... - No sabía que decir. - Yooo. - Hice una carcajada. Él también.
- Asthenia. - Dijo después de unos minutos. - Ya encontre un colegio mejor, pero, más lejos de aquí, pero es mejor, por que... hay gente buena.
- Creo que se lo que es gente buena, pero cualquier cosa es mejor que volver al colegio anterior.
- Así es. Además... es lo más barato que pude encontrar y lo más tranquilo, tiene un campo enorme. - Suspiró. - Sé que en el anterior tenías muchos amigos, pero sabes que es lo mejor para tí.
- No me interesa. Mientras no me toquen los que tanto daño me hicieron, seré feliz.
- Y yo también seré feliz.
- Gracias Jhon.
- Dime tío.
- Ya.
Me levanté de la mesa después de desayunar, deje al tío leyendo su periódico y salí a pasear, reconocía aún la ciudad, es decir, nada cambia en un año. Ja. Corrí a un parque que estaba cerca de la casa, mucha gente siempre vendia café, donuts o helados, otros vendían paletas o tacos. Yo adoraba los tacos. Al llegar habian muchos padres con sus hijos, todo era verde y había aire fresco, compre un helado y me senté a ver a los pajaros tan feos comer semillas. De un momento a otro, vi a Irving, un viejo amigo del colegio, se sentó conmigo y no pude irme antes de que empezase a cuestionarme:
- ¿Dónde estabas? Pasaba a buscarte y no te encontraba. ¿Por qué te fuiste? ¿Te fuiste con tu pareja? ¿Es una mujer? ¡Dime si lo es! ¿Te acordaste de mí? ¿Por qué no me llamabas? ¿Me volví insignificante?
- Estaba en U.S.A, con mis abuelos. No había querido despedirme de nadie. Me fúi por que... simplemente no veía que las cosas fuesen a mejorar. No tengo pareja y lo sabes, no soy lesbiana. ¡Por Dios! Maldito niño precoz. Me acordé de tí los primeros días pero... - Me interrumpió.
- ¡Pero me olvidaste!
- Sí...
- Jum. - Refunfuñó - Te esperé. Quería verte.
- Ya me estás viendo.
- No me basta. Prometeme que no te irás de nuevo.
- No lo haré. Lo prometo.
- ¿Shura?
- Shura. - Reí.
Irving había estado enamorado de mí por años, que digo, Siglos, decadas. Nunca le di una oportunidad, por que era muy celoso, y siempre iba a contarle todo a sus amigos. Era bipolar, era un "Divo", lo tocabas y saltaba dando gritos por doquier. Siempre fue una burla para los demás, pero él lo tenía todo, sus amigos son tan hipócritas. Y aunque luzca cruel, no le di una oportunidad para no estropear nuestra amistad. Era algo que él debía entender, pero hasta la fecha, no lo ha hecho.
- ¿Qué hiciste en U.S.A? ¿Viste a 1D? ¿Justin bieber? ¿Compraste ropa de marca? ¿Ahora sos moda?
- Oh Dios ¡No!
- Claro que sí.
- No, yo no soy así. Yo soy una emo.
- Ni tú te lo crees.
- Lo sé, no soy emo, no me gustan esos artistas, pero tampoco los odio.
- Tu eres punk.
- Exacto, y soy hija de Dios.
- No mames. - Rió.
- Jajajaja
- Tonta.
- Jum. Tonto
- No mas que tu.
-Por supuesto que si. - Le dije tomando sus cachetes y apretandolos.
- Basta. Basta. Me lastimas
- Uhm... Deberiamos salir el fin de semana.
- Sophia, ¿me estás invitando a salir? Acabas de llegar.
- Irving - Lo miré fijo. - Jamás pasará.
Su sonrisa de desvaneció.
- Eres una zorra.
Se fué. No sabía si estaba enojado o lo decía con sarcasmo, pero se fué.
Gracias a Dios era Domingo y estaba cerca de ir al nuevo colegio, estaba entusiasmada por conocer a mis nuevos compañeros. Decidí volver a casa cuando noté que oscuresia. Al llegar el tío Jhon me esperaba con hotcakes y una gatita negra con un listón rojo en su cuello.
- ¿Y esto que es?
- Es un regalo de bienvenida, tendrás que cuidar bien de la gata.
- Es preciosa, gracias Tío.
- Comamos, ¿o quieres ir a tu habitación?
- No, comeré.
- Ve a tu habitación.
- ... - Lo miré a los ojos. - Ya.
Me dirigí hacia mi habitación y al entrar estaba otro regalo en una caja más grande, al verlo tenía una sonrisa tan grande como la media luna. Lo abrí y encontre una carta y muchos CDs de mi grupo favorito (Blink-182) Y libros como Veronika decide morir y El camino del faro. También habian fotografías y una camara instantanea, había un pijama de cuadros color rojo y un videojuego para el PS3 de Jhon. Era de mi hermano mayor, ¿por qué me mandaría todo eso? Pensaba que me odiaba, pero supe que no. La carta decía lo siguiente:
"Sophia, perdón si jamás te llamé,
perdón si nunca te envié regalos en navidad o en año nuevo.
Lamento no haber sido el hermano perfecto,
pero no lo tenía permitido y no sabía como hablarte por primera vez.
Creí que me odiarías, pero se que eres ingenua.
Espero estés bien con el tío, y me aseguraré de ir a verte pronto.
No te diré que te quiero Sophi, pero, cuídate.
Tu hermano: Ryan S."
¡Oh Dios! Iba a ver a mi hermano por primera vez, no podía creerlo, no sabía si estar enojada o feliz, o llena de vergüenza. Pero ahora podría usar todo lo que me había dado y poner las fotos que me envio en mi pared. Era guapo, un niño de 5 años muy guapo, que ahora vendría a verme con sus 20 años, que dicha, que alegria, tenía mariposas en mi estómago.
- ¿Te gustó? - Salió de entre la penumbra el tío.
- Me encantó. Ryan vendrá.
- ¿Enserio?
- Sí, es de lo mejor, y sabes, ¡No me odia!
- "Aleluya". Que bueno que vayan a verse.
- Tal vez llegué de entre la penumbra como tú.
- Calla. Cerraré tu puerta, pero no olvides ir por tus hot cakes.
- Claro, enseguida voy.
- Te amo niña.
- Yo más Papá.
"Papá" Se quedó pensando Jhon.
Jhon tuvo 3 hijos, pero no fue algo que haya valido la pena.
Su primer hijo murió en parto, el segundo de un ataque de asma y su hija fue golpeada por un auto. Sí, patético, pero cierto. Tal vez por eso no me dejaba salir, sus hijos murieron muy jovenes, y yo trataba de darle cariño de hija, pero no bastaba, el dolor siempre vivirá en él.2:24 a.m
- ¡Oye! - Grité a la obscuridad en mi habitacion. Era media noche. - Gata maldita baja de ahí. - Le tiré un huarache, luego un zapato, una bota, un libro. Nada.
- Meow. - Me hizo, y yo trataba de entenderla, miraba intranquila la ventana. No la culpo, tenía hambre, estabamos en el segundo piso pero ella era como un gato araña. "Abre la ventana" Parecía decir con sus ojitos negros puro. Intranquila me levanté y camine hacia la ventana para ver con ella el exterior. "Que hermosa es la ciudad con sus luces, parece que se incendia" Pensé.
De nuevo la gata me miraba suplicandome con su mirada "Abre la ventana". Solté un ligero susurro, apenas notable, imposible de oir diría yo:
- Bueno, ¿Y por qué no?
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Asthenia
Novela JuvenilAsthenia es una chica de 16 años, la cual se empeña en mejorar su vida despues de haber sido torturada un año entero en su viejo colegio. Cuando vuelve a su ciudad de origen Maipú, Chile. Conoce a un chico llamado Richard con el cual experimenta se...