Algo en tus ojos

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 Bang Yong Guk no sabía cómo se había dejado convencer por su amigo Himchan para asistir a un evento como ése, o tal vez sí; la soledad que sentía constantemente, el deseo de tener a alguien a quien querer además del poco casi nulo tiempo libre que tenía para conocer gente lo habían arrastrado a aceptar la propuesta de su pelinegro amigo a asistir a una serie de citas a ciegas.

"No puede ser tan malo." Se repetía internamente, al fin al cabo, su amigo había conocido a su novio, un chico muy dulce, en un evento así, pero, ¿qué probabilidades había de que un chico igual de lindo que Jong Up apareciera en un lugar así otra vez?

El joven suspiró pesadamente mientras se removía incómodo esperando en la fila para entrar al lugar, sólo faltaban cinco minutos para que todos entraran, empezaba a congelarse y a sentirse nervioso. Miró a los demás chicos (porque sí, eran citas a ciegas para chicos gays), en la fila y pensó que era curioso que nadie se hablara, tal vez no quisieran arruinar el protocolo de esos eventos, la gente decía que lo importante era sentir que habías encontrado a la persona indicada instantáneamente que se sentara frente a ti, sino no era divertido.

Metió las manos dentro de los bolsillos de su abrigo y respiró lentamente dentro del hueco que hacía su bufanda azul marino contra su cara, tratando de que le dejaran de castañear los dientes; "Es sólo el frío." se dijo, pero no estaba seguro, también comenzaban a sudarle las manos.

¿Y si todo eso sólo era una pérdida de tiempo? Debería estar preparando sus clases para el día siguiente en vez de estar esperando a ver a una serie de desconocidos. A pesar de ser joven, ya era maestro en una universidad de prestigio en Corea, y de los buenos, además de ser muy responsable, por consiguiente desentenderse de sus obligaciones le causaba ansiedad.

Soltó un suspiró de alivio cuando abrieron por fin las puertas del restaurante, inspeccionó rápidamente todo con la vista antes de decidirse a dar un paso enfrente y entrar cuando había llegado su turno, "Aquí vamos." Se animó internamente y entró.

Llegó a donde estaban recibiendo a todos y le dieron una ficha al azar. Le tocó quedarse sentado mientras otros chicos que habían recibido la ficha diferente a la suya cambiaban de lugar. No conocería a todos, pero esperaba que entre los que sí, estuviera el indicado.

Escuchó una vez más la pequeña campana que anunciaba el cambio de parejas y suspiró aburrido. Comenzaba a sentirse mareado y consideraba la opción de matar a Himchan por haberlo convencido de una idea tan absurda; todos los chicos con los que había hablado no eran ni de cerca el indicado; eran muy sosos, demasiado extrovertidos y desinhibidos, algo maniacos o a los que le había temido más: unos pervertidos de primera con fantasías sexuales aterradoras. Ninguna de esas categorías entraban en lo que el quería.

Cerró los ojos y se recostó ligeramente en la silla cuando algo le hizo abrir los ojos de golpe.

–¿Aburrido hyung?– dijo el chico que se había sentado frente a él.

Reconoció la voz al instante y se incorporó lleno de vergüenza; ¿qué pensaría su alumno al habérselo encontrado en un lugar así?

Considero la opción de inventar que necesitaba ir al baño e irse de ahí, pero algo en los ojos de alto chico frente a él lo detuvo. Se le quedó viendo con el rostro caliente, incapaz de decir o hacer algo, mientras el chico lo miraba con una sonrisa traviesa.

Choi Junhong, era uno de sus alumnos del segundo curso, un chico callado y aparentemente tímido, pero que recordaba a la perfección por ser excepcionalmente inteligente; pero el chico frente a él no parecía el chico que veía todos los martes y jueves en el aula, el chico frente a él parecía totalmente distinto, además de que jamás pensó que un chico tan guapo y rodeado de chicas fuera gay.

Algo en tus ojos (B.A.P.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora