El sol de medianoche

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He despertado a la medianoche, ni siquiera se porque lo hice, al no poder dormir encendí la radio, solo para escuchar esto:
- Hoy es jueves 3 de enero, la hora, media noche y el sol esta a todo lo que dá , hace tanto calor que podrías freír huevos en el pavimento, tanto que al asomar la cara la piel irremediablemente se te quemará - dijo el locutor- todo fue causado por un extraño fenómeno orbital que ocasionó que nos acerquemos lentamente al sol, así que a todos nos espera una muerte horrible.

Recordé al instante lo que desde hace solo tres días comenzó. La tierra se acerca al sol y los pocos humanos que quedamos luchamos por sobrevivir en un desértico mundo donde el agua es lo mas codiciado.
Todas las personas del edificio habían muerto hace un par de días producto de las extremas temperaturas y la falta de agua.
Enfrente de mi casa había un pozo, algo muy extraño para una zona de ciudad, el cual lógicamente era una fuente del vital líquido. Salí de casa, hacia mucho calor, 47 grados para ser exactos. Me asomé al pozo, estaba seco. Mierda. Estaba jodido. Debía usar las reservas para casos así, cerca de 50 litros de agua a mi disposición en caso de que el pozo se secara. Me rendiría para unos tres días, algo es algo. Me metí de nuevo en el edificio y entre a mi departamento. Me fui a dormir un rato.
5:23 am, alguien toca la puerta violentamente. Parecía que la quería derrumbar. Sinceramente me dio miedo. Así que me armé con un bate viejo que encontré y me dispuse a abrir la puerta. Era un hombre de mas de 40 que se veía muy demacrado, su piel estaba increíblemente seca y dura, tenia una expresión de desesperación en el rostro.
- Dame toda el agua que tengas- dijo mientras sacaba un oxidado machete de su mochila.
Realmente estaba aterrado así que le di una jarra con unos 4 litros. Fingí que era toda la que tenía. A lo que solo respondió
- En realidad no soy una mala persona, solo soy un hombre que salio a buscar agua para su familia y no ha encontrado.
Después se fue.
Al día siguiente solo me quedaban diez litros de agua, solo me alcanzaría para un día. Salí a revisar el pozo nuevamente. Esta vez estaba a 56 grados, un aumento muy considerable de temperatura.
Solo di unos cuantos pasos y me comencé a sentir mareado, débil y a punto de desmayarme. Hasta que finalmente quedé inconsciente.

Desperté... Todo era un mal sueño, me asome por la ventana y solo pude ver un gélido mundo muriendo por el frío. La nieve cubría el suelo y las nubes no dejaban ver el sol. La tristeza y desesperación de la gente se notaba al verlos caminar entre los restos de tiendas y casas. Y ahora debía lidiar con esta horrenda realidad.























































Hola prro, soy un mensaje oculto
:\

El vertedero de cyorneonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora