Capítulo 47.

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26 de Febrero de 1992:

El casi maravilloso día. Neverland parecía un mar de personas, como una caja de hormigas, gentes por allí y gente por allá. Michael estaba probándose su traje, como siempre los hombres dejando todo a última hora. Yo, estoy mirando que peinado y que maquillarme hacerme para el día especial, lo cierto es que si estoy muy muerta de nervios, pero a la vez estoy muy emocionada.

Mi amiga Sofi me acompaña a ver cada peinado y maquillaje. Michael tomó la decisión de que Karen, su maquillista personal, nos maquillara a ambos, me sentí algo avergonzada, ya que, sentí que abuso un poco de su confianza. Pero luego me recordó que somos novios y que entre poco, muy poco, seremos esposos.

—Yo creo que este maquillaje se te verá hermosa —Sugiere Sofi, mientras señala con su dedo índice el catalogo de maquillajes.

—Sí, la verdad es que está muy hermoso —Respondo emocionada y pasó a la otra página para ver más opciones.— ¿Y qué tal este? —Le pregunto y ella observa atenta.

—Me sigue gustando el anterior. —Dice, convencida de que ese se me verá mejor que cualquier otro. Asiento y escogemos ese por última palabra. Lo marcamos y seguimos con los peinados.

Miramos unos tras otro, hay recogidos, medios recogidos con rizos, también con el cabello lacio... Es complicado, pero quiero verme realmente especial para ese día, aún no sé como será el traje de Michael y Michael no sabe como estaré yo. Total, estoy inmensamente emocionada.

  —¡Mira ese peinado, está bellísimo! —Exclama mi amiga la pelinegra y yo observo con alta atención. No me llama la atención, muy lacio... Quiero algo recogido completamente quizás para ver más alta o algunos rizos.

—Me gusta más este —Digo, señalando con dedo un recogido que llevas trenzas y algunos rizos por delante y ella asiente.

—Ese se te verá esplendido —Me responde con un tono efusivo y yo le sonrío. Lo marcamos al igual como lo hicimos con el maquillaje, dejamos los catálogos de un lado y nos dirigimos al jardín trasero para tomar un poco de té.

Cuando nos encontrábamos tomando té y viendo como la gente se movía de un lado a otro, Sofi y yo comenzamos a recordar como nos conocimos, fue en verano, andaba por las calles de Nueva York y ahí fue donde le dije exactamente que me iban a dar un trabajo como chica de servicio en una mansión del famoso más codiciado, pero no caíamos en cuenta quién era realmente hasta qué... Sucedió esto. ¡Es loco! Siempre recuerdo que antes no lo soportaba, me hervía la sangre de verlo por lo arrogante y molesto que era, pero después, gracias a un tercera persona, me di cuenta que lo amaba con locura y que no quería estar sin él, para el resto de mi vida.

Un olor muy familiar se hace presente en el jardín de atrás y llena mis pulmones con su exquisito aroma ¡Claro! vainilla cremosa. El olor se hace más fuerte, ya que él se acerca y me abraza por atrás, me da un beso sobre mi cabeza y yo lo recibo con gusto. Es mi hombre, el amor de mi vida, mi todo. Se pone frente a nosotras, saluda a Sofi de un beso en la mejilla y a mi me da un pequeño beso en los labos y luego se sienta, a hacernos compañía ¡Que compañía más majestuosa y especial!

—¿Cómo está la mujer mas hermosa del mundo? —Pregunta Michael entre mimos y yo me río un poco.

—Estoy bien Michael. Sabes que no me gustan mucho los empalagos —Michael me mira dulcemente y se ríe — ¿Cómo te fue a ti?

—Estuvo cansado. Odio las sesiones de fotos y probarme ropa porque agota demasiado, pero en esta ocasión, fue muy especial —Michael toma mi mano y le da un pequeño beso en los nudillos de esta. Yo, con mi otra mano, acaricio su rostro y lo observo tiernamente.

—Bueno, ya casi vendrá en maravilloso día —Digo, con una pizca de emoción. De un momento a otro siento una punzada en el estómago y me doblo del dolor, así que en un movimiento ágil, me agarro la panza y me retuerzo. Michael me mira preocupado y Sofi también. Me toman de los hombros y se alarman.

Michael saca inmediatamente su móvil y hace una llamada su médico Pattison, le indica que los síntomas que tengo y le hace venir rápidamente. Yo trato de reírme un poco para ausentar un poco la preocupación pero mis intentos son fallidos.

  —Tranquilo, Michael —Me tuerzo más del dolor— Debe ser normal...  

Pero es todo lo contrario, con el tiempo el dolor se abisma más y me hace lloriquear, agarro a Michael fuerte de la camisa y le indico con las pocas fuerzas que tengo, que me suba rápido al cuarto de nosotros. Él asiente rápidamente y con un movimiento hábil, me toma entre sus manos, le dice a Sofi que llame a su hermana para que vaya rápido a su cuarto y como flash, ella sale corriendo. Veo que la pierdo de vista, con una mano me agarro fuerte del cuello de Michael y con la otra aprieto un poco mi abdomen, el dolor es insoportable. 

Rezo dentro de mi, para que mi bebé esté a salvo y siento que Michael hace lo mismo, porque se le ve muy angustiado.

 —Dios mío, que mi mujer y mi bebé estén bien —Murmura Michael entre sollozos y siento como caen lágrimas sobre mi rostro.

Escucho zancadas que se acercan a nosotros, su voz se me hace familiar, es Janet quién se hizo presente y posa su mano sobre la mía.

—Tranquila María, todo irá bien... El médico vendrá en camino.

—Eso espero, porque me duele mucho el estómago —Me quejo y agarro más fuerte a Michael.

—Tranquila, mi cielo —Me da un beso en la mejilla— Ya vendrá. 

Una vez estando en el cuarto, Michael me deposita sobre la cama y se sienta a mi lado. Yo, como pude, me recosté sobre el regazo de Michael mientras me seguía quejando del dolor, sé que Michael ve a Janet con ojos de preocupación, como diciéndole: "¿Qué hago, qué puedo hacer?". Janet, también se ve mal, rápidamente se asoma por el umbral de la puerta a ver si hay alguien en camino y nada... Camina de un lado a otro, hasta que por fin llega el doctor.

  —Mi reina, ya... ya está el doctor aquí —Dice Michael tratando de tranquilizarme, se aleja un poco, pero yo agarro su mano.

—No. No te vayas.

—Claro que no, aquí estoy —Responde él, mientras me acaricia la frente y luego, mira al doctor.

El doctor saca algunos instrumentos de su mochila, me toma la presión y se alarma. Luego mis signos vitales y después apunta en un papel. 

—María, has tomado algo raro hoy —Pregunta el médico y como puedo, respondo.

—No. Sólo un poco de té y nada más.

—Esto está muy raro —Balbucea el doctor y mira Michael. — Michael, tenemos que llevar a María a un hospital, esto puede ser un aborto o un signo de preeclampsia. 

—¿Qué? —Me alarmé y traté de sentarme sobre la cama, pero mi intento fue fallido, estaba muy débil.

En serio, ya me estaba comenzando a preocupar. Esto no estaba nada bien. Michael se puso más blanco que la pared de nuestra habitación y yo me angustie más, pero le doctor me dijo que me tranquilizara... Llamaron rápidamente una ambulancia, rezo por todos los santos y los ángeles para que mi bebé esté bien; que lo salven, porque esa criatura es el fruto más apreciado de Michael y yo.

Bueno chicas, este es capítulo de hoy, espero que les guste demasiado, no olviden votar y comentar, saben que me encantan sus comentarios e interactuar con ustedes. Gracias por las 12.000 vistas ¡Las amo enserio!



Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora