Romanogers little and big One Shots

8' Un día juntos

Helou ¿como han estado? Yo muy bien gracias, me alegra que ustedes también. Sí, sí he trabajado en un nuevo One Shot que les vengo a mostrar hoy, ¡les gustó! Qué bueno, qué bueno, me alegro mucho. 😍

Bien dejaré de hablar🙃 sola y aquí les dejo el One Shot:

Habían pasado unos cuantos meses desde la última vez que lo había visitado y dentro de ella le aliviaba saber que todavía tenía otra oportunidad para hablar con él. Después del incidente nadie sabía cuanto tiempo seguiría con vida, los doctores no le daban muchas esperanzas y por esa razón era por la que se había alejado por un buen tiempo.

No soportaba verlo de aquella forma, le parecía como si todo fuera un sueño y de repente todo fuera a cambiar, aunque eso era una vil mentira y ya no había vuelta atrás.

La pelirroja asomó ligeramente su rostro por una pequeña rendija de la puerta y se permitió admirar a Steve. El anteriormente rubio se encontraba mirando la televisión, con una pequeña sonrisa en sus labios resultado del absurdo programa que se estaba transmitiendo en ese momento, suspiró y se armó de valor para poner un pie dentro de la habitación, sin embargo sin siquiera haber hecho un solo ruido Steve ya se había percatado de su presencia.

—Hola Nat. —le dijo sin despegar su vista de la enorme pantalla, con su voz tan pesada y diferente a como solía ser. La pelirroja suspiró pero no respondió el saludo de su antiguo compañero, sino se limitó a dejar reposar su espalda sobre la pared mientras lo admiraba completamente, de pies a cabeza.— ha pasado un largo tiempo desde la última vez que estuviste aquí.

Natasha de pronto se sintió nerviosa, le avergonzaba haberse alejado de Steve por tanto tiempo sin una buena razón, pero esa era la única forma en la que se permitía fantasear con que todo era igual que antes. Bajó la mirada y se preguntó a sí misma si sería una buena idea acercarse a la cama; por acto reflejo su cuerpo se aplastó incluso más a la pared y apretó sus ojos sin permitir que las lágrimas salieran. Nuevamente no respondió. Sin embargo el rubio pareció darse cuenta de las acciones de la pelirroja y finalmente giró su rostro y la miró. Se veía vulnerable, le dijo su inconsciente a lo que él respondió que se veía muy bonita, sin querer evitarlo le regaló una pequeña sonrisa a Natasha y lentamente le tendió una mano.

La pelirroja al ver el acto de su compañero corrió a sus brazos y se estampó en su frágil pecho. Luego lo envolvió en un cálido abrazo.

—No quiero que te vayas Steve. —susurró mientras sollozaba y las lagrimas escurrían impertinentes y cálidas desde sus ojos.— no quiero.

—No voy a ningún lado Nat, todavía no.

Ambos permanecieron abrazados en silencio por un buen tiempo, Steve acariciaba suavemente el cabello de Natasha mientras ella reposaba en su pecho, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello. El tiempo pasó mientras la pelirroja se encontraba mirando el absurdo programa de la televisión por lo que de vez en cuando se le escapaban un par de sonrisas y risas tan suaves como la respiración de su compañero.

Esto era motivo de alegría en Steve, le entristecía profundamente verla llorar y le llenaba de una alegría inigualable cuando ella reía, por esa razón incluso cuando el programa le parecía absurdo sonreía, porque Natasha sonreía.

—Siento no haber venido antes. —dijo la pelirroja mirándolo a los ojos por primera vez. Steve al verla de aquella forma se enterneció.

—Disculpa aceptada. —dijo posando una de sus débiles y delgadas manos sobre la de Natasha.

Ambos permanecieron unos minutos en silencio hasta que Natasha se entrevió a preguntar algo que rondaba en su mente desde hacía un buen tiempo.