Entre sábanas blancas cubrías la desnudez de tú cuerpo, y en tú piel el claro de luna se reflejaba, yo solo te admiraba acostada en la cama.
Aún se me eriza la piel al recordar lo que sucitó esta noche entre nosotras dos.
Un café, un sofá, un sentimiento de deseo incontrolable por besar tu cuello, fueron los indicios de acercarnos, así despacio, hasta darnos un beso. El mariposeo pronto surgió, las palabras se hicieron a un lado y un par de almohadas cayeron al suelo.
Mis labios te hacían chupetazos, mientras recogías mi cabello con tus manos, ya no había marcha atrás la pulsación era frenética cada vez más. Frente a frente, labio a labio, mordiscos incesantes que nos hacían desear más.
Dejamos los clichés aún lado, y no nos parábamos de besar, mis manos como caminantes recorrieron cada curva de tu cuerpo, te quité la armadura y desprotegida, acaricié tus senos. Tan suaves, tan hermosos y delicados, que aún puedo recordar el lunar entre cada uno de ellos.
Me miraste a los ojos y pude ver como tus pupilas se dilataban, al igual que las de un drogadicto. Te robé un beso, y te dije un te quiero cuando el viento cálido nos abrazaba. Sentí como tu alma se entregaba a la mía en medio de la oscura noche, y entre mis manos tomé lo mas cálido de tu cuerpo, suspiros lanzabas al viento a la una de la mañana. Mi corazón estallaba cada vez que nuestra piel rozaba mientras que las estrellas cómplices de nuestra inconmensurable pasión guardaban silencio en este salón.El aroma de tu cabello se disipaba en el viento, marcando las 2. Te recogí entre mis brazos y te dije mil te amos en tu boca.
Ahora duermes tranquila acostada en mi cama, mientras que el alba nos recibe entre sus llamaradas escondidas detrás de aquellas montañas.
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Sentir, mirar y escribir...
Poetry''Continué y destruí cada recuerdo concreto porque ya no te quiero encontrar en mis rincones, menos en mis sueños y es por eso que estás donde ya no te busco y ahora busco mi felicidad'' Mario Benedetti