Era una mañana llena de trabajo en la mansión Phantomhive, para sus sirvientes claro. El Mayordomo y el conde paseaban por el pueblo haciendo compras. El gentil amo se preocupaba por las necesidades básicas de sus sirvientes, así que recorría negocio por negocio para conseguir lo que les hiciera falta. "Ropa nueva para Finny, mejores anteojos para Meyrin, zapatos nuevos para Bard.
Al terminar regresaron a la mansión para encontrarse con una carta de la reina. Una carta, por supuesto, de suma confidencialidad. En la misma contaba que existía sospechas casi certeras de que un instituto para niños de alta sociedad , se dedicaba también a vender niños. Era casi obvio que los mismos serían secuestrados de la calle, o bien abandonados .
Esa misma noche deberían de viajar al lugar con el plan ya armado. Ciel se haría pasar por un niño que sería internado y Sebastian por su tutor y maestro. A ver que tal les saldría esa idea.
El dicho lugar les quedaba a un un dia y medio de viaje, por lo que llegaron exactamente a las tres de la tarde el jueves. Ciel se presentó con sus atuendos normales y tal como la reina lo indicó, se inscribió a un alto precio (el cual le sería compensado, aunque no se hace problema por eso).
La directora, una mujer de una edad algo avanzada, los llamó a su despacho para tener la primer charla con los dos.
Ambos entraron al elegante lugar (al igual que el resto de la enorme mansión que era ese instituto) y la señora aparentemente muy amable los invita a sentarse.Ambos acceden.
-Bien.-Decía mirando los papeles.-Les informo...¿Usted es?
-Su tutor, Maestro Michaelis. Estoy a cargo de las clases de Alemán y de violín del joven Johnson. Así que necesito de su permiso para visitarlo en sus horarios libres y continuar con nuestro programa.
-Claro -Respondió.-No hay problema con eso. Puede venir en cuanto quiera a verlo.
Luego de una larga charla sobre el reglamento de la escuela, los maestros, el estudio,el uniforme y demás, ambos salieron del despacho. Ciel comenzaría sus clases al día siguiente ya que por el viaje, necesitaba un descanso.
-Sebastian, ya sabes. Mientras no nos veamos investiga...quizá puedas oír o ver algo. Yo me ocuparé de sacarle información a otros niños de ser posible.
-Se verá tan adorable con ese uniforme.- Respondió el mayordomo , alejandose de él.
"La verdad que es ridículo"-Pensó Ciel mientras lo observaba. La ropa estilo marinero que usaba en su infancia lo hacía sentirse un niño otra vez. Aunque con la chaqueta negra que llevaba encima se disimulaba un poco o se veía mas a su estilo.
Ciel camino extensamente hasta llegar a su cuarto, donde estaba su compañero. Un chico de su misma edad, pelirrojo y bien vestido. Tirado sobre su cama leyendo un libro.
-¡¿Qué haces aquí?!-Le preguntó exaltado al ver al conde.
-Eh...soy..nue...
-Las niñas no pueden estar en este sector. -Le dijo extrañado. -Oh...viendote mejor me doy cuenta que no eres una. Lo siento.
Ciel no pudo disimular su cara. Tenía ganas de extrangularlo. Pero no quedaba otra opción mas que seguir el juego.
-Ah, no hay problema, supongo que esta es mi cama.
-Soy Arthur ¿Y tu?
-Ciel... - (Ciel se limitaba a usar su nombre)
Las horas pasaron y por más dialogo que Ciel intentó formularle, el chico no sabía nada.
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El castigo de Ciel
FanfictionCiel tiene nueva misión, en la cual debe meterse a un refinado colegio pupilo a investigar a sus directivos. Sospechados de vender niños al exterior. *Los personajes de esta historia le pertenecen a Yana Toboso.