ASEVERACIONES

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- Tú no eres lesbiana -

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- Tú no eres lesbiana -

Dijo él con aquél tono determinante y lacónico que tan cansada estaba de escuchar. Usualmente lo ignoraba, pero en esa oportunidad no fue capaz de hacerlo.

- Apenas me conoces, ¿en qué te basas para asegurar algo así? tú no eres yo.. yo sé lo que me gusta - afirmó ella

Ella sonrió sarcásticamente, después de todo... ¿quién era él para hablar con tanta propiedad sobre como ella se sentía?

-¿Cuántas mujeres te han gustado? - cuestionó él.

-¿Qué importa eso? - respondió ella con la poca paciencia que le restaba.

-Responde - solicitó insistente.

Ella no supo por qué, pero él tenía ese efecto... con esa mirada cargada de sabiduría y misticismo cedió y respondió. Él no la engañaba a ella, ni ella a él. Ella se creía poseedora de un alma de anciana y él... él cargaba con sus propios problemas también.

-Sólo una. Ya sabes quién es... - respondió finalmente.

Observó a ese hombre que la desafiaba reír con ganas, y aquello la irritó de sobremanera.

-¡No te atrevas a burlarte así de mis sentimientos! - le dijo enojada.

-No son de tus sentimientos de lo que me rio... me rio de ti - aclaró él.

-Eso debería hacerme sentir mucho mejor, ¿no? - contestó irónicamente

-Park... a ti no te gustan las mujeres. Tú te enamoraste de ella, no de su género - reveló él.

-No tienes idea de lo que estás hablando - respondió sintiéndose insultada.

Sandara estaba disgustada. Más de la mitad de su vida había estado enamorada de su mejor amiga, ella lo había aceptado y había aprendido a lidiar con ello a corta edad, a que ella era diferente. No lo ocultaba... pero tampoco nunca dijo una sola palabra de ello. Ni nadie a su alrededor nunca lo destacó o lo sacó a relucir.

En la actualidad se encontraba de intercambio en la universidad. Era su último año y necesitaba cambiar de aires. La oportunidad surgió sin que la invocara y ella la tomó. Un día decidió contactar a Kwon Ji Yong, quien era lo más parecido a alguien conocido que tenía en los Estados Unidos y él de buen gusto accedió a juntarse con ella, pertenecían a la misma universidad, solo que distinta facultad.

Él había crecido, y era aún más alto. Su semblante seguía tal como lo recordaba, reflexivo, misterioso y con aires de rudeza. Unas cualidades que ella creía compartir con él, exceptuando la rudeza claro, y por lo que pensó que quizás le haría bien acercarse a una persona conocida. Se habían visto en el transcurso de los años, en las muy fugaces visitas de Ji Yong a Corea, pero nunca habían estado realmente solos y a veces se arrepentía de haber iniciado ese nexo, generalmente se reunían junto con los demás, con Chaerin, Seungri, Seung Hyun, Bom, y todo el resto, pero seguía accediendo a juntarse con él cuando se lo pedía, y desde hacía un mes, en seis oportunidades distintas, él comenzó de pronto a insistir en que ella no era lo que siempre pensó ser, porque un día ella le planteó su inquietud cuando él le preguntó por qué no tenía novio.

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