Cuenta una leyenda de los pueblos amazónicos que, hace miles de años, un chamán se aisló en lo profundo de la selva para descubrir los secretos de la Chacruna (planta que contiene una poderosa triptamina, el DMT). Frustrado, se estaba dando por vencido; hasta que vio a un jaguar, rascando una liana de Yagué (Basteriosis Caapi). Lo hacía para dilatar sus pupilas (debido a los alcaloides de la planta) y aumentar su sensibilidad para la caza. El brujo lo tomó como una señal, y mezcló ambas plantas; acababa de descubrir un catalizador oral para el efecto de la Chacruna. Nacía el brebaje conocido 'Ayahuasca'.
En Quechua, el brebaje Ayahuasca significa 'la que permite volar al espíritu sin que éste muera'.