Capítulo 9: Cacería de Lobos.

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Tras la fuga de Skolas y traición a la Reina, el Arrecife junto a Guardianes han tenido las cosas ocupadas. Aveline, Katia y Raquel tuvieron una misión de cacería. Con órdenes y guía de Petra tuvieron que buscar y eliminar a Los Colmillos Silenciosos que rondaban cerca de la Muralla que protege la última ciudad.

Los Colmillos Silenciosos. Tropas Élite de los Caídos, no había ser Caído que pudiera contra ellos; excepto las Guardianas que les cazaron. Petra combatió contra ellos durante las guerras del Arrecife y asesinó a varios de ellos, pero no a todos.

Las Guardianas se preparaban para regresar a sus naves después del enfrentamiento contra los Caídos. El frío invadía la gran parte de la Antigua Rusia, ubicación de las Guardianas.

--¿Volvemos a la Torre, o iremos al Arrecife? —preguntó la Titán mientras permanecía sentada junto a cadáveres de Caídos.

—Volvemos a la Torre. Petra aún no da más órdenes —afirmó Raquel quien miraba sus reservas de municiones. Un extraño ruido proveniente de unos antiguos vehículos oxidados les tomó por sorpresa. Rápidamente las tres se pusieron en guardia apuntando en dirección del ruido.

—¡Identifícate! —exclamó la Titán mientras se acercaba lentamente. Cómo respuesta tuvo unos ruidos, era proveniente de un Caído; el cual salió a la luz alzando sus cuatro brazos, en dos de ellos empuñando sus sables. Las chicas al ver el gesto bajaron sus armas.

Se trataba de un Capitán Caído, aunque éste no portaba algún estandarte en su espalda. Su aspecto era ligeramente similar al resto, aunque sus sables sí eran diferentes. El Caído al envainar sus sables se acercó lentamente y con curiosidad a las Guardianas mientras generaba ruidos al apreciar sus brillantes armaduras.

Katia al verlo, se colocó al frente de él; sacó su daga y la colocó en el suelo en dirección a ella. —Katia —pronunció mientras golpeó levemente en su pecho. Las demás no entendían muy bien qué hacía. El Capitán le tomó más curiosidad, y giró la daga en dirección a él.

—Mithrax. Velask... Katia —respondió con un tono áspero.

—Velask, Mithrax —habló la cazadora. Y señaló respectivamente a las demás—. Raquel. Aveline.

La Cazadora había investigado anteriormente sobre la raza de los Caídos y sabía algunas palabras en su idioma. Mithrax después de unos momentos desenvainó sus sables y los colocó uno encima del otro creando un ángulo recto para después desaparecer mediante teletransportación.

—Vaya... No sabía que entiendes su idioma —suspiró Aveline mientras volvía a tumbarse sobre el suelo—. Eso fue... Raro.

—No sé mucho sobre su idioma... La palabra que intercambié con él fue «encantado de conocerte» —respondió levantando y guardando su daga.

—¿Qué habrá querido hacer, y por qué no nos atacó? —se cuestionó a sí misma Raquel mientras se apartaba su casco.

—Tal vez... Él venía a por los Colmillos Silenciosos, pero al ver que ya estaban muertos decidió no atacarnos —explicó Katia mientras veía los cadáveres.

El trío de Guardianas regresó al punto de extracción para volver a la Torre y reunirse con su equipo.
Al regresar al hangar se toparon con la escuadra de la hechicera Paulina, quien volvían de un enfrentamiento contra el resto del equipo de Raquel.

—¡Raquel! —abrazó a la hechicera—. ¿Cómo ha estado mi rival favorita? —preguntó ansiosa Paulina.

—Muy bien, cazando lobos —refiriéndose a sus misiones—. Creía que tu rival favorito era Oscar.

Destiny: Guardianes.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora