Desperté sobresaltada, recordando como habían sido los últimos sucesos.
Cuando abri los ojos por completo, pude ver a una señora mayor con unas jeringas en sus manos. Esta no había notado que había despertado.
Mire mi cuerpo y me di cuenta que tenia muchos cables conectados a mis brazos.
Instantáneamente el pánico actuó por si solo sobre mi cuerpo; arranqué rápidamente los cables extraños y tomé la punta filosa de uno de ellos, apuntando hacia la anciana que al notar mis rápidos movimientos de puso en alerta.Traté de hablar pero las palabras no salían de mi boca. Sentía algo en mi garganta que me impedía emitir algún sonido.
La desesperación que sentía en ese momento fue incomparable. Amague con la jeringa hacia la anciana, obligándola a dar un paso a tras.-Querida... Necesito que te calmes - dijo con voz tranquilizadora - Si te alteras, tendrás otro colapso. Supongo que vio en mis ojos el miedo al no entender la situación por lo que dijo - Si bajas eso, te ayudaré, sino no puedo hacer nada por ti.
Trate de encontrar una explicación en las paredes, como si ellas tuvieran las respuestas.
Hasta que noté una puerta abierta.
Sin pensarlo mucho, y dedicándole una ultima mirada a la anciana loca, salí corriendo.Se escucharon gritos, provenientes de alguna habitación; pero no pude identificar de dónde venían o qué decían.
Solo me dedique a seguir corriendo.
Pude distinguir que estaba en una especie de casa gigante o tal vez era un hotel.
Pasillos y mas pasillos.
Pero ninguna salida.
Derecha. Izquierda. Izquierda. Derecha. Izquierda.
Ya no sabia por donde ir, era todo igual. Las paredes, las puertas, los cuadros; todo.
Me queda estática al ver una foto de la peliroja loca, Adara, en una de las puertas .
Lo pensé un poco y decido entrar.
Cierro la puerta detrás de mi con cuidado, y miro a mi alrededor; hay una cama grande de dos plazas con dosel, un equipo de música, y un caño en el medio de la habitación. ¿Estoy en un strip club?
Supongo que estuve demasiado tiempo allí, ya que de repente, siento una gran presión en mis costados. Miro sobre mi hombro y veo a un hombre fortachón que me aprisiona entre sus brazos.
Sigo estática.
No me puedo mover.
Ni hablar.
Siento que el aire se me va.
Una mujer grande de unos cuarenta y tantos con ropa mas que provocativa, se paró en frente mío con una ceja alzada en mi dirección y una sonrisa que da miedo.
-Asique, es ella... Es increíble el parecido, a que si? -Es ella. La misma mujer con voz seductora que estaba revolviendo las cosas en aquella habitación: Raquel.
Dijo hablándole supongo al hombre que aun no me soltaba; pero este no respondió, solo continuó sosteniéndome.
La mujer esa, me escaneo de arriba a abajo sin querer perderse ni el mas mínimo detalle.- Hay que hacer algo con ese pelo rancio que tienes.. Ademas de tu postura y algunos detalles mas, pero ya los veremos en algún otro momento. - dijo haciendo un movimiento con su mano restándole importancia.
Las palabras no me salian. Estaba completamente muda.
-Ay cariño!! - Dijo nuevamente Raqulel tomando la palabra - Se que no entiendes nada, pero estás haciendo un bien! Al menos para mi, claro. - Dijo a lo que después rió histèricamente.
Preferì mantenerme en silencio. Evitar una confrontación en la que, obviamente, perdería.
Bueno! Holaaa, esta de mas decir muchas gracias por la hermosa portada!! Todos los creditos a Teen_3Royalty
Desde ya, sabemos que los capitulos son cortos, pero ya entenderán porque.Votos: 40
Comentarios: 30Besos,
Elena.
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Invictus.
Teen FictionLos osados, para adquirir el bien que buscan, no temen el peligro; los prudentes no rehúyen el esfuerzo; los cobardes y torpes no saben aguantar el mal ni recuperar el bien, se contentan con solo desearlo y la virtud de intentarlo les es quitada por...